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NOTAS DEL DIRECTOR...
   En 1985 en A Coruña, rodé unos de mis primeros cortos, Viuda Gómez, en la señorial biblioteca, sin libros, de un piso antiguo, cerrado y vacío. Yo no sabía a quién había pertenecido aquel lugar, los hombres de Franco lo habían saqueado en 1936 y habían borrado la memoria de quienes allí vivieron. Cuando lo averigüé, años después, me quedé impactado: Santiago Casares Quiroga, Ex presidente de la II República Española creó aquella biblioteca, que llegó a contar con 20.000 volúmenes, en la casa familiar donde su hija María Casares pasó su infancia. Ese recuerdo y las magníficas memorias de María, Residente Privilegiada, me han hecho soñar con una película documental que transmita al espectador, la fuerza imparable de esa mujer que, a pesar de vivir dos exilios, dos guerras, la muerte de sus padres a los 30 años y la de su gran amor Albert Camús antes de los 40, llegó a ser una de las actrices europeas más relevante del siglo XX.
  María Casares no amaba el cine y el teatro por igual, pues sentía que la cámara era una interferencia entre ella y el público. Si repasamos sus interpretaciones, encontraremos a todos los grandes personajes femeninos de la historia del arte dramático. Por eso un film sobre ella, La mujer que vivió mil vidas, deberá también ser una reflexión sobre este arte, con la estética teatral muy presente y el blanco y negro de la época como protagonista. La vertiginosa aventura emocional que fue su vida, un relato lleno de giros y hechos extraordinarios necesita una narración cinematográfica ágil, poderosa, que use sutilmente la música como elemento expresivo. La voz interior de sus memorias Residente privilegiada, íntima y profunda, convivirá en este documental como contrapunto a las distintas entrevistas existentes, otros testimonios externos y las múltiples grabaciones y fotografías sobre su vida y su trabajo que existen en los archivos españoles y franceses

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