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NOTAS DEL DIRECTOR...
   Después de leer la novela “Como un galgo” de Roddy Doyle, uno de los autores contemporáneos irlandeses más queridos y brillantes, quedé tan cautivado por la historia que decidí hacer una adaptación cinematográfica.
  La fuerza de los personajes principales me llevó a contar esta hermosa historia familiar, en la que cuatro generaciones de mujeres mantienen un diálogo entre el pasado y el presente, y la personalidad de cada una de ellas adquiere más valor y peso a medida que se desvela el profundo vínculo que las une.
  La historia es para todos. No la abordé en términos de cuento de hadas porque quería retratar el “círculo de la vida” con sinceridad, es decir, el momento crucial de transición y crecimiento que todos, tarde o temprano, debemos enfrentar a lo largo de nuestras vidas, ya sea de manera consciente o no.

LOS COMIENZOS...
  Una película de animación implica una producción larga y difícil. Sin embargo, como Enzo suele decir, todo comienza con una historia.
En 2012, un amigo cercano, Max Gusberti, lo llamó y le sugirió encarecidamente a Enzo que leyera una novela que encontró impresionante, conmovedora y llena de poesía. Para asegurarse de que Enzo la leyera de inmediato, le envió una copia de “Como un galgo” de Roddy Doyle, con una dedicatoria en el libro y un mensaje personal adjunto: “Una historia de fantasmas brillante y fascinante que deseo que dirijas en una gran película”.
  A Enzo le encantan las obras de Doyle, pero no estaba familiarizado con esta novela. La leyó en solo unas horas y quedó encantado. Haría todo lo posible por transformarla en una película de animación. Mientras tanto, quería asegurarse de que Roddy estuviera de acuerdo con adaptar su querida historia al cine, ya que para él era muy importante tener una conexión con el autor. Por lo tanto, decidieron conocerle.
  El encuentro con Roddy les llevó a un descubrimiento conmovedor: los orígenes autobiográficos del libro. Esto instó a Enzo a ser aún más fiel en conservar los sentimientos y expectativas presentes en la historia. Fue asombroso ver cómo Roddy y Enzo se entendieron mutuamente.
  El apoyo de Roddy en el proceso de escritura fue fundamental para mejorar y enriquecer el guion con los diálogos, expresiones y citas típicas de la tradición lingüística de Doyle.

DAR VIDA A LOS PERONAJES...
  Dar vida a los personajes en una película de animación siempre es un gran desafío. Los personajes representan el punto de vista de la narrativa. Mes tras mes, los bocetos iniciales esbozaron y entrelazaron rostros y anatomías.
  Peter de Sève, un dibujante de talento indiscutible se esmeró en el desarrollo del diseño de personajes de la película, apoyado por sus compañeros y amigos del Studio Grangel. Se necesitaron meses para lograr la creación de los personajes, un largo y fascinante viaje creativo que involucró al director en un intercambio continuo de ideas.
  La historia de “Mary Superchef ” se sitúa en la Irlanda actual, por lo que el aspecto de cada personaje debía estar inspirado en un estilo irlandés moderno y encantador. El reto era crear personajes no estandarizados, con una personalidad bien definida que fueran atractivos y plausibles en la imaginación del director, pero también, en una etapa previa, fieles a la visión de Roddy Doyle.
  Es una historia en la que los personajes se enfrentan entre sí y transmiten sus emociones con miradas y diálogos, actuando sin cesar y refinando sus expresiones hasta la perfección. El cuidado por el detalle fue una especie de obsesión para el director. Partir de la inspiración de Peter y llegar al resultado final fue increíble, y esto solo fue posible gracias al talento extraordinario de los muchos artistas involucrados en esta película.

LOS ESCENARIOS DE LA PELÍCULA...
  “MARY SUPERCHEF” está ambientada en Irlanda, también conocida como la Isla Esmeralda debido a sus vastas extensiones verdes. Irlanda es un país de rara belleza, rico en antiguas tradiciones y magia, mantenidas vivas por el folclore y las leyendas sobre bosques mágicos que albergan hadas y duendes.
  Para crear los escenarios, pasaron más de tres meses en la ciudad de Dublín. Fotografiaron cada lugar representado en la película y respiraron las atmósferas festivas de esta maravillosa ciudad.
  La familia de Mary vive en el Dublín actual. Con sus hermosos parques y casas típicas con puertas de colores, realmente es una ciudad llena de encanto y alegría.
  Más adelante, los personajes viajan a los lugares más queridos de Emer, aquellos ligados a sus recuerdos, a través de los impresionantes paisajes del campo y las costas de las regiones de Cork y Wexford.
  El mobiliario de los interiores también ha sido estudiado con cuidado, porque la moderna casa de la familia O’Hara, el cálido ambiente retro de la casa de Emer y las típicas casas de techo de paja del campo irlandés de principios del siglo XX abarcan más de cien años.

LA BANDA SONORA...
  La música de una película de animación es algo complejo. Su preparación dura todo el período de producción de la película, más de tres años en este caso. Enzo d’Alò es músico, lo que supone una gran ventaja a la hora de componer la música para sus películas. Su enfoque hacia la música siempre está impulsado por la curiosidad.
  También le interesa la música de diferentes tradiciones culturales y siempre ha estado fascinado por el universo sonoro típico irlandés.
La banda sonora de la película es el resultado de una larga colaboración, que se convirtió en una valiosa amistad, con David Rhodes, quien ya había trabajado con Enzo en el pasado. David es el guitarrista histórico de Peter Gabriel, pero también, y sobre todo, un brillante compositor de bandas sonoras.
  El objetivo era combinar la rica y fascinante música folk irlandesa con los ritmos y melodías de la música moderna, desde el pop hasta el rock. David enviaba pista tras pista a Enzo en un diálogo cercano, trabajando en la misma dirección que el estilo hacia el que se encaminaba la película con creciente determinación.
  Una vez estructurada toda la banda sonora, David, junto con Richard Evans, organizó sus notas en un borrador final, involucrando a varios artistas irlandeses en la grabación de las partes tradicionales de la banda sonora. De hecho, podemos escuchar instrumentos tradicionales como las gaitas irlandesas, el acordeón, el arpa celta, el bodhrán, la flauta irlandesa, entre otros.
  Para momentos particularmente emotivos, Enzo y David confiaron en un estilo de canto típicamente irlandés, el canto gaélico o sea mós, que implica música vocal melismática sin acompañamiento, donde el intérprete canta en irlandés antiguo.
  Esta combinación sonora fue completada por talentosos músicos irlandeses y británicos. Algunas de las más de cuarenta pistas de la película también contaron con la talentosa orquesta de cuerdas de la Accademia Chigiana, que contribuyó en los momentos más líricos de la película.
  Además, la película cuenta con dos temas originales compuestos para la película por David Rhodes e interpretados en español por Esperanza Torrejón: “Valiente” y “Siempre Estarás en Mí”.

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