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SINOPSIS
El Sr. Morgan ha enviudado. Se trata de un estadounidense que vive en París llevando una vida monótona y aburrida hasta que un día se cruza en su vida una chica cuya vitalidad le devuelve la ilusión por vivir...
INTÉRPRETES
MICHAEL CAINE, CLEMÉNCE POÉSY, JUSTIN KIRK, MICHÉLE GODDET, JANE ALEXANDER, ANNE ALVARO, GILLIAM ANDERSON
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PREMIERE
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
Fue en el año 2007 cuando el productor Ulrich Stiehm junto a Miriam Klein, su productora junior, descubrió la novela “La douceur assassine”, de Françoise Doner. En el acto decidieron que esta historia tan cautivadora, divertida y profundamente humana debía ser contada desde la gran pantalla. En 2008 adquirieron la opción sobre la novela. “Empecé a pensar en Sandra Nettelbeck como una posible opción para dirigir el proyecto”, cuenta Ulrich Stiehm. “Le enviamos la novela y la respuesta fue que le gustaba mucho”. Entre 2009 y 2010, Sandra Nettelbeck se ocupó de convertir la novela de Dorner en un guión que fue rebautizado como ‘Mi amigo Mr. Morgan’. “Cuando Sandra propuso a Michael Caine, enseguida pensé que era el actor perfecto para el papel del señor Morgan. Sigue siendo un hombre muy guapo y con muchísimo carisma a sus ochenta años. Y Sandra ya estaba escribiendo la segunda versión del guión pensando en Caine para el papel protagonista”, recuerda Stiehm. En abril de 2011, cuando aún no tenían asegurada la financiación, Sandra Nettelbeck le envió al guión a Jim Tauber con la esperanza de atraer a otras firmas al proyecto como socio inversor norteamericano.
PREGUNTAS PARA SANDRA NETTELBECK...
¿En qué momento de la lectura de la novela de Françoise Dorner “La douceur assassine” supo que quería convertirla en película?...
.- Empecé a ver la película más o menos cuando iba por la quinta página. Con las adaptaciones, mi experiencia siempre ha sido así: o conecto desde el principio, o no lo hago. Creo que se trata del espacio que crean (o no) que tú puedes llenar con tus propias ideas e imágenes. De lo inspiradores que sean.
¿Françoise Dorner participó en el proceso de escritura del guión?...
.- No. A Françoise no la conocí hasta el rodaje de París. Pero en algún momento de la fase de desarrollo del proyecto le oí decir a su agente que había leído el guión y que le había gustado mucho. Fue un alivio, porque me había tomado algunas libertades con su historia, al tiempo que intentaba conservar su espíritu.
¿Por qué convirtió al personaje protagonista del libro, el francés Monsieur Armand, en el norteamericano Mr. Morgan?...
.- Porque esa era mi visión personal de la historia, y para que yo escriba algo tiene que ser personal. Para una película francesa con un personaje francés no habría sido yo la persona adecuada; no hablo bien el idioma, y escribirlo no digamos. Conozco bien la cultura francesa porque he vivido allí como extranjera, sin siquiera aprender la lengua correctamente (me defiendo, pero para escribir y dirigir en un idioma hay que dominarlo perfectamente y conocer todos sus matices). Ése es el punto de vista que yo conozco y entiendo. Y ése es el punto de vista que le di a Matt. Además, también he vivido en Estados Unidos, he aprendido a hacer cine allí, hablar en inglés es algo que llevo dentro y me gusta escribir en inglés. Mis padres se fueron a vivir a Francia hace 17 años, porque les gusta el país, la comida y el vino, o sea que también sé lo que es que una pareja decida marcharse a Francia a esa edad. Me gustaba la idea de recuperar ese concepto clásico del americano en París de una manera distinta, jugar con los tópicos y explorar el choque cultural que se produce. También quería mostrar otra imagen de París, apartarme del camino trillado todo lo posible, pero sin perder de vista de lo que le puede atraer de París a un norteamericano, su romanticismo. Pero sobre todo me interesaba lo que le pasa a alguien que se instala en la ciudad mromántica del mundo… para perder en ella al amor de su vida. Matt no puede irse de París porque sería como abandonar a su mujer, que se fue hace mucho tiempo. Pero por otra parte se siente muy solo, y su familia está muy lejos… Todo esto me pareció una buena idea para la película, porque incrementa el impacto dramático de la pérdida y el conflicto familiar. Y por supuesto también hace el encuentro con Pauline tanto más improbable y fascinante para Matt.
Justin Kirk la describe a usted como una “directora de actores”, alguien que sabe cómo arrancar la mejor interpretación de cada actor. Cuando escribe sus guiones –como ha hecho en todas las películas que ha dirigido hasta ahora–, ¿hasta qué punto lo hace pensando en un actor o actriz determinados? ¿Retoca sus guiones mientras rueda?...
.- Cuando empiezo a escribir no suelo tener ningún actor en mente, pero cuando he terminado la primera versión, sí me gusta pensar en el reparto, y en este caso tuve la suerte de tener asegurados a Michael Caine y a Clémence Poésy desde una fase muy temprana. Michael leyó el guión cuando éste ya estaba adaptado a él, pero con Clémence trabajamos bastante juntas en él; y tenerla a ella fue muy inspirador, el personaje evolucionó mucho gracias a sus aportaciones, su personalidad y sus preguntas, fue una situación privilegiada que no suele darse muy a menudo. Durante los rodajes no reescribo mucho, más bien lo que hago es cortar, muchas veces descubro que en una determinada escena hay cosas que en el guión hacía falta decir y aquí no. A veces se me ocurren detalles nuevos, actores como Justin Kirk o Gillian Anderson me inspiran sobre la marcha. A Justin, por ejemplo, le escribí un diálogo cinco minutos antes de rodar porque decidí que quería que estuviera hablando por teléfono con su hijo, en vez de estar simplemente en su habitación del hotel. Pero normalmente tampoco paso de ahí. No soy una directora que construya a sus personajes o la historia una vez las cámaras se ponen en marcha. Eso lo hago (o lo intento) cuando estoy escribiendo. Describe usted 'Mi amigo Mr. Morgan' como una “comedia simpática, agridulce y melancólica”: un viudo maduro y solitario recupera las ganas de vivir cuando conoce a una francesa joven e impulsiva.
¿Qué cree que diferencia a esta película y a esta historia de una relación entre un hombre mayor y una mujer joven de otras películas con argumentos similares?...
.- Que en la relación entre Pauline y Matt no hay nada sexual. Su atracción se basa en otra clase de belleza, un deseo insatisfecho que tienen los dos, y que tiene que ver con el hecho de pertenecer a alguien, no en el sentido romántico, sino en el de almas gemelas. Creo que cuando se conocen en el autobús, ya hay una conexión entre ellos. La película no explota esa idea, pero a veces, pocas, conocemos a alguien y en el acto sabemos que vamos a conocer a esa persona el resto de nuestras vidas. Creo que Matt y Pauline comparten una amistad muy íntima, y el modo en que Michael Caine y Clémence Poésy interpretan esa relación no deja lugar para la duda, ni sobre la intimidad de la relación ni sobre sus límites. A mí me pareció algo muy especial mientras lo rodábamos, y espero que sea verdad. Pero la película también habla de muchas cosas más aparte de la relación entre Pauline y Matt. Habla de lo que ella le ayuda a él a resolver y aceptar; la pérdida de su mujer, la relación de confrontación que mantiene con su hijo. Joan es el eslabón que falta en esa familia, y de alguna manera, Pauline se convierte en ese eslabón.
¿Cuáles fueron sus momentos más memorables del rodaje?...
.- Creo que ni un solo día dejé de lamentar que no hubiera nadie haciendo un “making of”, porque hubo muchos buenos momentos, muchas risas y muchas aventuras. Cada día era un regalo y una sorpresa. Si tuviera que destacar un momento concreto, creo que me quedaría con los días de la academia de danza, por muchas razones. En primer lugar, Clémence hizo un trabajo tan magnífico preparando el personaje y aprendiendo unos pasos y unos bailes de los que no sabía nada cuando nos conocimos, que no sabe el placer que era verla bailar y dar vida a ese personaje. Y también están las escenas del baile en línea, que me deslumbraron. Paul Ansell, un amigo mío de hace muchos años, el compositor de la mayoría de las canciones de Pepper, me envió dos canciones para esas escenas, y escuchar su música y ver a Michael Caine y Clémence Poésy, junto a un grupo extraordinario de bailarines de Bruselas, bailar al son de esa música de una forma tan alegre y desinhibida, desde luego entra en mi categoría de momentos perfectos como guionista y directora de una película.
GALERÍA DE FOTOS
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