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NICO EL RENO QUE QUERIA VOLAR
INFORMACIÓN
Titulo original: Niko. Lentäjän Poika
Año Producción: 2008
Nacionalidad: Finlandia, Alemania, Dinamarca, Irlanda
Duración: 82 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Animación, Fantasía
Director: Michael Hegner, Kari Juusonen
Guión: Hannu Tuomainen, Marteinn Thorisson, Mark Hodkinson
Fotografía: En Color
Música: Stephen McKeon
FECHA DE ESTRENO
España: 23 Diciembre 2009
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Filmax


SINOPSIS

El pequeño Nico es hijo de uno de los renos que tiran del trineo de Papá Noel. Desea con todas sus fuerzas volar y conocer a su padre. Por eso decide ir en su busca. En su aventura lo acompañan Julius, una ardilla voladora y Wilma, una descarada comadreja que los guiará hasta las montañas de Papá Noel. También se encontrarán con una manada de lobos que tienen un plan terrible: comerse a Papá Noel y sus renos y terminar así con la Navidad. Nico tendrá que demostrar su coraje para evitar que esto ocurra y poder cumplir su sueño...

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Animación

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LOS INICIOS...
    Nico, el reno que quería volar, comenzó a desarrollarse en el estudio Anima Vitae de Helsinki, Finlandia. Fundado en el año 2000, antes de Nico, Anima Vitae era un estudio que se dedicaba a producir anuncios, telefilmes y teleseries en calidad de productora subcontratada.
   En 2003, Anima Vitae se propuso como objetivo producir su propia película de animación. No eran pocos los escépticos, pues hasta ese momento nunca se había realizado un producto de tales características en Finlandia. Se oyó de varias fuentes el típico argumento de “sí, habéis hecho un buen trabajo de desarrollo tecnológico, pero el contenido ya es otra cosa”.
   Se decidió que el productor Petteri Pasanen comenzara a estudiar cómo otras compañías europeas realizan largometrajes de animación y asistió a varios festivales y mercados de todo el continente.
   “Con respecto a la capacidad de organización, los dibujos animados han demostrado tener una gran actividad y brillo, con un excepcional y cálido sentido del compañerismo.
   Era algo que todavía no había experimentado en mi carrera en el mundo del cine de acción real”. Los frecuentes viajes que requería el desarrollo del filme supusieron un importante desembolso, aunque afortunadamente Anima Vitae no pasaba apuros económicos. El terreno se expandía cada vez más y el equipo de ocho personas realizaba pequeños milagros casi cada semana. No faltaban el cash flow ni la confianza. El cash flow era necesario para futuras inversiones, y la confianza para permitir que cada miembro del equipo trabajara con plena libertad en su parcela asignada del proyecto.
   Pronto resultó claro que el presupuesto objetivo debía alcanzar los seis millones de euros y que el género debía ser el del cine de entretenimiento familiar. Si el presupuesto medio de una producción de animación europea es de seis millones, Nico no podía ser menos, pues se arriesgaba a que los distribuidores la consideraran de serie B. Pese a que seis millones es la cifra media europea, para la realidad finlandesa se trata de una importante suma, pues el presupuesto medio en el país es de 1,5 millones. Esto quería decir que Nico iba a convertirse en la película más cara de la historia de Finlandia.

  El género del filme debía ser Entretenimiento Familiar para conseguir la máxima distribución. Se conocían los riesgos, pero Petteri Pasanen estaba convencido de que iba a ser capaz de sacar adelante el proyecto. El único obstáculo que quedaba era “simplemente” convencer al sistema financiero finlandés. “Llevaba 10 años en el negocio y sabía que sin un socio finlandés Anima Vitae no se ganaría la credibilidad de los inversores nacionales.” Afirma.

   En octubre de 2003, Petteri Pasanen llamó a Hannu Tuomainen con una propuesta: ¡hagamos un largometraje de animación!, Petteri Pasanen conocía a Hannu Tuomainen desde hacía 10 años, pero no había tenido la oportunidad de trabajar con él. Tras recuperarse del shock inicial, Hannu acabó accediendo. Con Hannu, Anima Vitae también incorporaba al guionista perfecto para el género deseado.
   A principios del 2004, poco después de que Hannu se implicara en el proyecto, Nico obtuvo una subvención de la Fundación para el Cine Finlandés que encarriló el proyecto.

LA HISTORIA...

  “En primer lugar comenzamos a buscar ideas en los cuentos tradicionales, pero a la historia le faltaba chispa. Tras pasar un tiempo definiendo el contenido, terminé regresando a mis raíces, al tema que tenía más cercano: mi propio crecimiento desde la inocencia infantil hacia la juventud y finalmente el encuentro de mi propia identidad.
   El planteamiento encajaba con los objetivos de la producción. La película debía dirigirse a un público internacional, así como a todos los miembros de la familia, tanto los niños como los padres. No hay tema más universal que la experiencia básica de luchar y sufrir para salir adelante, y construirse la fe sobre la posibilidad de superar las adversidades. Lo personal es universal. Este mismo tema ya se ha tratado en anteriores películas de Hannu Tuomainen, donde ha dado a conocer momentos personales y vías de salida para las etapas de transición de la vida, y especialmente de esa tierra de nadie que es la fase de búsqueda de la propia identidad durante la infancia y la adolescencia.
  Al estar familiarizados con las restricciones presupuestarias, Petteri y Hannu se propusieron al principio plantear un proyecto que fuera atractivo para un coguionista adecuado. Dos mentes procesan más que una. Especialmente el humor como forma de arte es una disciplina tan exigente que requiere un equipo de guionistas.

   “Uno de los puntos clave de la película de Nico fue después de cerrar el quinto borrador del guión, cuando se incorporó el irlandés Marteinn Thorrisson como coguionista. La gran habilidad de Marteinn para desarrollar personajes proporcionó una gran profundidad a los personajes, y la visión compartida de la importancia de la estructura dramática hicieron del proceso de escritura un placer inolvidable”, dice Hannu Tuomainen.
  Mucho después de empezar el proceso de elaboración del guión, Anima Vitae aún tuvo que volver al problema de la falta de financiación. Muchos de los posibles inversores seguían dudando. Aparte de escribir, Hannu Tuomainen se ocupó también del plan de financiación y calculó que el máximo que podría obtener por una película europea serían cuatro millones de euros. Antes de eso, Hannu también estaba convencido de que la absoluta necesidad de seis millones.
  El proyecto se presentó en el Cartoon Movie Event de Potsdam, en 2005. La coproductora alemana Emely Christians de Ulysses Films estuvo en la presentación y se interesó inmediatamente por la historia, así como por la planificación de la realización. La perspectiva de hacer la película como una coproducción internacional sonaba muy prometedora.

   Desde el principio se planeó que casi la mitad del trabajo de animación, así como los efectos especiales, se realizarían en un estudio de animación de Hamburgo.
   Afortunadamente, ocurrió lo mismo en todos los países interesados e implicados, todos ellos se enamoraron inmediatamente del guión y del plan de rápida realización. En la fase en que ya se habían cerrado todos los acuerdos de coproducción, todos comenzaron a conseguir la financiación con gran rapidez. Todas las empresas que participaban se sentían enormemente orgullosas de la historia, tanto los exhibidores como las distribuidoras como los fondos de subvención cinematográfica. Después de algo más de un año, un plazo realmente rápido para una película de animación europea, la financiación del proyecto quedó definitivamente cerrada.
   “Tras cerrar la financiación, teníamos exactamente 18 meses para producir toda la película. El calendario era apretado y no podíamos retrasarnos porque ya teníamos fecha de estreno, que era totalmente inamovible”, indica Emely Christians, productora ejecutiva.
  Además de la vertiente creativa, también la dirección de la producción, de tan sólo 18 meses, era un objetivo ambicioso. La coordinación de cada paso de la producción –que en ocasiones tenían lugar en estudios de distintos países–, del equipo y de la transferencia de datos supuso un gran reto para el director de producción. El calendario y los requisitos referentes a cómo estaba quedando la animación tenían que estar siempre sobre la mesa.
   Pero el equipo alemán realizó una encomiable labor y trabajó codo con codo con los otros estudios. Así, al final, todos recibieron su recompensa en forma de una gran película de la máxima calidad técnica y artística.
  Desde el principio, uno de los aspectos de querer coproducir el proyecto con Magma Films fue el interés que éstos, como los demás, mostraron por la historia. “Sabíamos que tenía un atractivo de carácter universal, pero también una sensación de contemporaneidad, en tanto que no retrataba una unidad familiar tradicional y típica”.

   Magma Films posee desde hace tiempo una gran reputación en lo referente a desarrollo de contenidos y elaboración de guiones. Una de las primeras labores de Magma fue trabajar con el guionista irlandés Martein Thorrisson, Hannu y los directores Michael Hegner y Kari Jusonen para obtener el máximo partido del guión.
   Tiempo después de cerrar la versión final del guión todavía lo seguían discutiendo y retocando para dejarlo todo lo pulido y completo posible antes de empezar a grabar las voces y de dibujar el storyboard. Naturalmente, después de empezar tales procesos se tuvieron que escribir y doblar diálogos adicionales y enmendar escenas. Pero el tiempo que se empleó en el desarrollo del guión fue sin duda bien empleado. Durante aquella etapa, Magma Films también grabó lo que ellos llamaron la versión radiofónica. De hecho, realizaron el ejercicio a modo de ensayo dos veces, antes de la grabación de los másteres de la película con el reparto completo, que tuvo lugar al cabo de unos meses.

EL PROCESO...

   “Se tardó tres años en hacer esta película. Los obstáculos para sacar adelante un largometraje siempre se cuentan por millares –y ésta no fue una excepción– . Sin embargo, todos los problemas prácticos que iban surgiendo se olvidaban a medida que se iban resolviendo. Lo que más recuerdo, no obstante, es a todas las personas con talento que trabajaron duro para solventar todas las dificultades. Fue un privilegio formar parte de un grupo como éste, y creo que hicimos el filme que quisimos hacer. La historia de Nico y Julius tiene la película que se merece.” - Kari Juusonen, director.
   La película Nico, el reno que quería volar apareció por primera vez en el escritorio de Antti Haikala en el año 2004. Era el jefe de animación del estudio Anima Vitae.
  Naturalmente se entusiasmó con el proyecto y supo que en poco tiempo estarían ocupados con la realización de un largometraje de animación de estilo único. No podía estar más equivocado. Paso a paso fue aprendiendo lo lento que es el proceso de llevar a cabo una coproducción europea. Se puso manos a la obra asistiendo a los productores en el plan inicial de producción y en la confección del presupuesto. Con ello obtuvo un mejor conocimiento de los recursos de que se disponía para el proyecto y acabó dándose cuenta de que él era en gran parte responsable de la planificación de producción y de la división y el reparto del trabajo –una tarea del todo absorbente. Durante los años siguientes estaría embarcado en un viaje compartido con los coproductores europeos. Se han realizado numerosos documentales y making off sobre el arte y la técnica de la animación 3D.

   Producir un largometraje siempre es un gran reto, pues los estudios europeos son modestos. Una coproducción entre varios pequeños estudios requiere de una buena coordinación y de una cuidadosa planificación. Los socios deben desarrollar unos buenos canales de comunicación y familiarizarse con las culturas de trabajo del resto de colaboradores. En esta producción las cosas permanecieron siempre en su sitio, lo que proporcionó un buen punto de partida para la planificación de la producción. Había numerosas partes implicadas que tenían una gran experiencia, así como conocimientos técnicos e ingenio. Todo esto fue necesario porque las gigantes producciones norteamericanas elevan la exigencia de calidad del público a cotas astronómicas. Poner en común todos los potenciales existentes y utilizarlos en perfecta sincronía ayudó a los productores a alcanzar su objetivo.
  “Fue necesaria mucha práctica, miles de e-mails, cientos de videoconferencias y decenas de reuniones, aunque tampoco faltaron unas cuantas jarras de cerveza”, dice Antti Haikala, supervisor de la producción.
   Nico, el reno que quería volar es un buen ejemplo de cómo el trabajo preliminar ahorra tanto tiempo como dinero. Anima Vitae había desarrollado su propia tecnología para generar piel animal y huellas (incluso las comercializaron como aplicaciones informáticas). Y sabían que el presupuesto destinado a software y hardware era demasiado pequeño para comprar programas comerciales, así que comenzaron a hacérselos ellos mismos. Las primeras pruebas se realizaron alrededor del año 2004, pero muchas de las herramientas ya hacía años que se encontraban en desarrollo. El duro y largo trabajo artístico y técnico dio sus frutos y logró reducir considerablemente los costes de producción de la película, con un volumen de equipos y software unas 20 veces inferior que en las grandes producciones internacionales. La proporción puede asustar, pero de algún modo es recompensante saber que las circunstancias les obligaron a fabricar herramientas a medida de la producción, lo que les acercó más a la película que si hubiesen comprado el equipo más caro y cuantioso.
   Convertir un guión en imágenes implica unas 10 fases de trabajo, la mayoría de las cuales forman parte del proceso de producción. La fase de producción va precedida de unos dos años de desarrollo y preproducción. Algunas de estas fases se compartieron entre varios países y otras fueron realizadas íntegramente en un estudio.
   Como era de esperar, por el camino surgieron numerosos obstáculos, especialmente hacia el final de la producción, cuando los equipos se esforzaron al máximo para tener el filme terminado. Fue importante para todos producir una película de calidad de la que nos pudiéramos sentir orgullosos una vez finalizada.
   “Ahora que han pasado unos meses desde la fase más dura es agradable encontrarse con la gente por los pasillos del estudio. Los que en su día pusieron su esfuerzo se comienzan a dar cuenta del trabajo de orfebrería que realizaron al dar presencia a la tierra de los lapones en el panorama del cine de animación”. -Antti Haikala, supervisor de la producción.

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