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ENTREVISTA AL DIRECTOR
¿Cómo está usted?...
Tengo algunos problemas de vista, pero, aparte de eso, estoy bien. Gracias por preguntar.

¿Tiene esto algún impacto en su forma de hacer películas?...
Puede que aún no me haya dado cuenta, pero sí que influye en mis hábitos de trabajo.

¿Cuál fue la primera idea que le llevó a escribir Nuestro día?...
Siempre he tenido ese deseo de hacer películas. Para esta partí de los dos actores, Ki Joobong y Kim Minhee. No podría decir conscientemente por qué, pero los elegí desde el primer momento. Primero fue Ki Joobong, que me había enviado una foto que aún guardo en el móvil. Luego hice una foto de Kim Minhee y las dos fotos se juntaron en la galería del móvil. Los dos iban vestidos de blanco, y ese fue quizá el punto de partida de la película.

Ahora asume todos los roles técnicos, ¿qué le llevó a reducir así su equipo?...
Tenía el deseo, quizá también inconsciente, de hacer películas de la forma más ligera posible. Película tras película fui adquiriendo habilidades técnicas, primero en el montaje, el sonido y al final en la fotografía. Hoy en día me parece importante poder conectar todas las facetas de la producción siendo yo mismo el vínculo entre todas esas áreas.

La cuestión del retrato, incluso del autorretrato, está en el centro de la película. El protagonista interpretado por Ki Joobong se llama Sr. Hong y Kim Minhee habla sobre su profesión de actriz. Redobla ese retrato a través de esos admiradores que visitan a los dos artistas para hacerles preguntas. ¿Por qué esa dimensión reflexiva, que tiende a acentuarse? ¿Para un amante de la pintura, como es usted, es importante el retrato?...
Mis obras, obviamente, tienen algo de mí, y obtengo parte de mi inspiración en mis lecturas, en las pinturas que miro. Pero siempre intento no crear una representación de mí mismo. A los 22 años intenté escribir un guion sobre un hecho que me había pasado. Luché por hacer esa película durante un año, pero no conseguí hacerla. Fue entonces cuando entendí que no tenía sentido intentar copiar la realidad. Me provocó un bloqueo psicológico que me impedía crear libremente. Por eso trato de mezclar detalles de diferentes fuentes para obtener la distancia necesaria entre el sujeto y yo. Sin embargo, es cierto que a medida que me hago mayor esos detalles que uso están cada vez más cerca de mí.

Hay en Nuestro día, al igual que en La mujer que escapó, una fuerte presencia de gatos. Aquí también se dedica un zoom a la mascota. Es algo que se escapa a la interpretación. ¿Puede decirnos algo sobre el tema?...
Como cineasta puedes abarcar toda la experiencia humana y puedes tener el control en el set, en el cambio de iluminación y demás. Los gatos, en cambio, no te escuchan. Los perros tampoco. Quería incluir la presencia de gatos en estas dos películas porque son parte de mi experiencia del mundo. Cuando escribí por la mañana, se me ocurrió la idea de incluir al gato, que era de la propietaria del piso en el que rodábamos, y por tanto, pasábamos tiempo con ellos en el set. Escribí abierto a lo que pudiera pasar con el gato en el marco del rodaje. Pero, increíblemente, en las dos películas, los gatos hicieron exactamente lo que esperaba de ellos, así que estoy muy agradecido.

En cuanto a la secuencia de piedra, papel y tijera, ¿estaba escrita o dio libertad a los actores?...
Según recuerdo, había escrito todos los diálogos para esa escena y di instrucciones precisas. En mis inicios solo escribía algunos diálogos y describía a los actores la atmósfera general de la escena. Pero me di cuenta de que necesitaban más orientación para desarrollar sus motivaciones y la psicología interna de sus personajes. Si es demasiado vago se corre el riesgo de ir en la dirección equivocada, así que le dedico tiempo a la escritura, es importante para mí.

¿El último plano de la película anuncia un regreso un poco más importante del alcohol a su cine?...
Tuve que dejar de beber por mis problemas oculares, pero he vuelto a beber un poco. Así que es posible que el alcohol vuelva a estar presente en mis próximas películas.

PINTAR LAS PELÍCULAS QUE AMAMOS por Tainah Negreiros De Souza...
  El cine de Hong Sangsoo ya formaba parte de mi vida como investigadora y profesora de cine, pero siempre me ha acompañado también de una manera muy íntima, lo que pronto reverberó en mi creación artística. Cuando vi La mujer que escapó en 2020, supe enseguida que era una de mis películas favoritas, porque reunía una serie de elementos que realmente me conmovían e interesaban: la complicidad entre mujeres, la emancipación de los personajes, la fruta compartida, el gato y el tiempo propio para tomar decisiones. Desde aquella película, había intentado hacer dibujos y pinturas de la obra del cineasta, especialmente de las realizadas en colaboración con Kim Minhee a partir de la década de 2010, que siempre han sido mis favoritas. Poco a poco, las películas que siempre había admirado se hicieron cada vez más presentes en mi trabajo artístico. Intenté asociar los colores que me recordaban a ese universo con los colores de mi mundo como artista y las técnicas con las que experimentaba. Y fue poco después de ver La novelista y su película cuando sentí el impulso de colorear la dulce escena final, que va más allá de la mise en scène construida hasta ese momento en la creación de un registro afectuoso, libre y conmovedor. Fue la pintura que hice de esta escena la que dio origen a esta serie realizada por invitación de Atalante. Una pequeña pintura amarilla, realizada con pasteles al óleo, de un momento feliz y amoroso.
  Las nuevas películas de Hong Sangsoo seguían acompañándome, ya fueran en color o en blanco y negro, dispuestas a pensar en cómo eran posibles el color y las nuevas formas. Trabajé principalmente con pasteles al óleo, lápices de colores y, con menos frecuencia, pintura acrílica. Los planos y la memoria afectiva de las películas eran mi principal referencia. Pintar una película se convierte en un gesto mnemónico para conservarla de una manera muy singular. (...)
  Para Nuestro día trabajé de una forma más humorística, en algo que parece un folleto mural para alguien que busca a un gato querido.

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