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NOTAS DEL DIRECTOR...
  La historia de un país también la explica el trabajo que profesionales como Pedro Olea han dejado en sus creaciones y que han conseguido retratar la sociedad que les ha tocado vivir como valioso documento para las siguientes generaciones.
  Pocos cineastas han sido capaces de desarrollar una carrera ininterrumpida a lo largo de más de cinco décadas con la particularidad de ser quizá el único que aún sigue en activo y poder recorrer con él su forma de ver y entender la sociedad que le ha tocado vivir y durante muchos años padecer, desde sus cortometrajes en la Escuela Oficial de Cinematografía, los últimos años de un régimen franquista con el marcado y frustrante condicionante de la censura, sus trabajos en una recién nacida TVE para la que realizó programas que aún se recuerdan, así como la transición que nos ha llevado hasta la actual democracia.
  Estamos ante un director con quien aún se tiene la suerte de poder dialogar y recordar aquellos años, junto a profesionales que han trabajado a su lado como Ana Belén, Concha Velasco, José Sacristán o los recientemente fallecidos Diego Galán y Arturo Fernández, recordar sus guiones con el mejor guionista del cine como Rafael Azcona y con quienes ha conformado historias que van de la intriga al melodrama o del suspense hasta los argumentos históricos.
  Es la oportunidad de acercarnos a un director que nos deja como legado un documental sobre su experiencia profesional, alguien que ha conocido grandes éxitos de taquilla de forma consecutiva con algunos fracasos de los que habla sin ambages y que en definitiva dialoga sobre una vida dedicada a la pasión que aún hoy le acompaña y en la que sigue trabajando sin descanso; el cine.

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