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Según el co-guionista JEAN FRANÇOIS HALIN al escribir el primer OSS, se di cuenta rápidamente de que había material para una saga. "A través de un giro, se podía conseguir también tratar problemas geopolíticos y culturales muy actuales. Este personaje, emblemático de una cierta Francia, permitía esto. Michel Hazanavicius es un buen realizador, dotado de un sentido artístico exhaustivo y de un raro talento para la comedia. Sugerí querealizara el primer OSS, con lo que yo pensaba estaba en adecuación. Así llegó a la primera película después de mí. Para el segundo OSS, acordamos trabajar juntos desde el principio para ganar tiempo. Primero había escrito un tratamiento, una veintena de páginas con una historia, pero esta base me pareció demasiado próxima a la primera, aunque era una etapa necesaria para despegar e ir hacia ésta segunda. A continuación hicimos evolucionar a nuestro personaje".
"Como en las novelas, nuestro OSS está seguro de su talento, orgulloso de su elegancia, de sus orígenes, de su virilidad. Pero el giro nos impuso hacer de él un cretino magnífico. Era necesario ridiculizarlo para que naciera la risa y poder burlarse de la ingenuidad y las certezas de otros tiempos. OSS acumula las primeras impresiones, los clichés, a menudo por falta de conocimiento o de cultura. Además, la película tiene lugar en 1967, veinte años después de la Segunda Guerra Mundial, y se toma conciencia de que no es igual hoy que durante esa guerra".
"Debía ir más lejos, con más acción, con más decorados, más peripecias y más gags. Pudimos ganar tiempo con este guión porque estábamos «en nuestros zapatos». Después de la primera, la gente tiene el código. Saben que nuestro héroe es muy diferente de aquel creado por Jean Bruce que era más elemental. Las explicaciones y justificaciones se hacen inútiles, no tenemos necesidad de ser didácticos ni enciclopédicos como el personaje de Larmina en EL CAIRO NIDO DE ESPÍAS".
"Es una película coral accesible. Como espectador, yo tenía ganas de volver a encontrar al héroe y a Jean que lo encarna. He trabajado mucho tiempo en guiñoles y cuando escribo para un actor, imito las voces –muy mal-. Para Jean, me quedé con su fraseo. Después, Michel le hizo trabajar sus entonaciones como en las películas dobladas. Jean es un intérprete puro. Trabaja muchísimo para ponerse al servicio del texto, encarnarlo y llevarlo a lo más alto. Desde los ensayos para la primera película, cuando se puso su vestuario, se engominó su pelo y cogió su arma, nos dejó a todos sorprendidos".
El director de fotografía GUILLAUME SCHIFFMAN afirma "Sabíamos desde el principio que siendo multi-referencial, OSS 117 PERDIDO EN RIO sería más difícil que la primera. Ya desde la escritura, el director me enseñaba referencias pictóricas. Raramente he conocido directores tan precisos como él en materia de dirección artística. Supo enriquecer y guiar a la gente, y hacer lo necesario para que su película fuera coherente del todo. Empezamos por ver las películas para delimitar el estilo visual. Progresivamente, Michel maduraba su deseo de luz. Su dirección artística tenía que sumergir a los espectadores en los años setenta.
Cada escena se aborda mucho antes de ser filmada. Sabemos qué será filmado, con qué luz y con qué estilo de guion técnico. Igual cuando la luz es compleja, Michel deseaba dejar al comediante la interpretación sin sufrir limitaciones técnicas. Era necesario conciliar esta libertad con el aspecto pictórico y artístico de la película del cual Michel sabe mucho. Resulta raro para una comedia. La primera película rodada en cuarenta milímetros. En ella, hay muchos zooms, grandes ángulos, focos muy largos. Pero era necesario a la vez, iluminar los puntos precisos y los amplios y eso es muy difícil. Michel quería poder comenzar con toma amplia de Jean y después estrechar lo hermoso, la clase, sin perder nada de su soberbia. Eso no siempre es simple. Pero estábamos prevenidos desde el principio. La película se hizo completamente con zoom, pero no era yo, sino Michel el que lo hizo ! No sé lo que hizo porque él mismo se adapta. Al rodar en exteriores, con verdaderas zonas de sombra, los comediantes no siempre muy iluminados, podían encontrarse de repente sobreexpuestos cuando pasaban cerca de las ventanas.
JEAN DUJARDIN, principal protagonista nos cuenta "Tanto por el fondo como por la forma, la primera parte marcó para mí un encuentro con un personaje. Ningún personaje me había hecho el efecto de OSS ; está presente, impregna mis palabras, mis gestos. Entre las dos películas, ha continuado viviendo en mí y resurge regularmente. Igual que los personajes como Brice. Brice existe en la acción, en el movimiento, mientras que OSS existe igual en los silencios, igual cuando está inmóvil".
"La primera película era atípica y no sabíamos siempre donde íbamos, pero nos sentíamos bien y eso nos conducía hacia el público. Esta segunda parte nace de las ganas de reencontrarnos con el personaje y de continuar con un equipo. No es una cuestión de hacer una secuela o de aprovechar el éxito de la primera. Todos teníamos la visión de la película: una creación un poco a la antigua, « a la manera de», con una idea de productores, autores, un realizador y un papel bien conseguido".
"Queríamos explorar esta vez un poco más, dar un giro al personaje, revelar sus conflictos interiores. Las cosas son mucho más burlescas y el propósito también, políticamente incorrecto. Por mi parte, faltaba olvidar al Sean Connery de los años 50 e ir más hacia el Paul Newman de los años 60".