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SINOPSIS
Martha vive en una residencia de ancianos y, animada por su compañera Sheryl, decide montar un equipo de animadoras con sus compañeras. Pero lo que comienza siendo un hobbie se acaba convirtiendo en algo más serio cuando deciden presentarse a una competición. Para ello, contratan a una joven cheerleader que se encargará de entrenarlas...
INTÉRPRETES
JACKI WEAVER, DIANE KEATON, CHARLIE TAHAN, PAM GRIER, RHEA PERLMAN, BRUCE McGILL, ALISHA BOE, CELIA WESTON, PHYLLIS SOMERVILLE, VICTORIA BLADE, DOROTHY STEEL, SHARON BLACKWOOD, CAROL SUTTON, DAVID MALDONADO
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LA DIRECTORA CUENTA...
Siempre me ha fascinado la idea de las animadoras. Cuando era niña y vivía en Inglaterra sentía una gran pasión por el baile, y el tema de las animadoras era algo exótico, algo muy estadounidense: el espectáculo, el atletismo, la importancia social.
Debido a mi experiencia en el género documental, me siento atraída por las historias que hablan de temas más importantes sobre el mundo en el que vivimos. Cuando me topé con algunas fotos de mujeres de 70 años que habían formado equipos de animadoras, me atrapó por completo y pensé que tenía que hacer una película sobre esta historia. Estas mujeres lo estaban pasando genial y no necesitaban el permiso de nadie. Cuando me puse a investigar, me dijeron que se estaban animando a sí mismas. Pensé que este era un gran lema, el cual incorporé a mi propia vida (incluso lo incluí en el guion). Quería ver a mujeres así en la pantalla, ponerlas en primer plano y crear una historia en la que sus esfuerzos y relaciones fueran la atracción principal. ¡Y verlas bailar!
Mejor que nunca es realmente una historia sobre el poder redentor de la amistad a cualquier edad. Martha es nuestra “heroína”, rodeada por un conjunto de personajes memorables que cambian su vida, particularmente Sheryl, la mejor amiga que nunca se ha permitido tener. Su amistad es la historia de amor de esta película. Para mí, la dinámica entre ellas dos es el corazón de la película.
El viaje de Martha consiste en abrirse a otras personas y exponerse frente a los demás. A medida que se desarrolla la historia, llegamos a comprender su compleja mezcla de vulnerabilidad y determinación: la razón por la que necesita hacer esto, a nivel emocional. Tampoco se podría decir que actuar como animadora es su “deseo antes de morir”, pero la oportunidad perdida de convertirse en animadora en la escuela secundaria representa mucho más para ella. Cargarse de valentía para formar un equipo en el contexto de su enfermedad avanzada es la definición de empoderamiento: elige vivir mientras todavía tiene la oportunidad de “bailar a lo loco”.
Quería hacer una película SINCERA. Buscaba que nos riésemos CON y no DE nuestras mujeres, una distinción sutil que marca la diferencia. Quería que los bailes fuesen realistas; no hay dobles para los movimientos de baile, por ejemplo. En colaboración con nuestra brillante coreógrafa Marguerite Derricks, trabajamos con el elenco para “llevarlo” de una manera que se sintiera auténtica a quiénes eran. Para mí, eso era vital. Organizamos un campamento de entrenamiento para todo nuestro elenco en el que tuvimos la oportunidad de ensayar y experimentar con los movimientos de baile, pero lo más importante fue que empezamos a formar un equipo antes de llegar al set, lo que le aportó un gran valor agregado en términos de camaradería y espíritu de equipo.
En el set, quería intentar crear un espacio mágico. Siempre que pudimos, dentro de nuestras limitaciones, adoptamos un enfoque más flexible, que permitió la experimentación, especialmente en las escenas de ensayo de baile. Como resultado, muchos de mis momentos favoritos en la película son, de hecho, improvisados. ¡Pero eso no quiere decir que no hayan sido planeados! Este enfoque no hubiera sido posible sin los increíbles colaboradores que formaron parte de este viaje y estuvieron dispuestos a hacerlo, especialmente el elenco de artistas excepcionalmente dotados (y legendarios) con los que fuimos bendecidos. Verlos tomar este material y darle vida fue sin duda el mayor placer y privilegio de todo el proceso.
Desde el día en que me reuní con Diane Keaton, ha sido una colaboradora creativa invaluable y formidable en todos los aspectos de la realización de la película, desde el desarrollo del guion hasta la postproducción. Tanto ella como Jacki Weaver estuvieron unidas al proyecto mucho tiempo antes de que comenzáramos con la producción, y sus ideas y compromiso hicieron posible el proyecto. Es imposible imaginar una versión de Mejor que nunca sin ellas como Martha y Sheryl. Les estoy sumamente agradecida, de muchas maneras.
Mi esperanza es que las personas que decidan invertir noventa minutos de sus vidas en esta historia se sientan enriquecidas, alegres e inspiradas. ¡Nunca es demasiado tarde para probar algo nuevo!
ENTREVISTA A LA DIRECTORA...
¿Cómo es que una cineasta de documentales británica termina haciendo una comedia sobre animadoras?...
Siempre me han interesado las historias jamás contadas sobre personas “invisibles” que hacen algo a diario que requiere mucha valentía. Ellos son los verdaderos héroes.
Después de hacer el documental La batalla de los sexos, sobre la histórica victoria de Billie Jean King contra Bobby Riggs en los años 70, y contar una historia sobre el tenis y el feminismo, quería hacer otra película deportiva. Tenía muchas ganas de hacer un documental sobre la gran historia de las animadoras y lo anacrónico que resulta que existan hoy en día (son mujeres que existen para adornar y apoyar el evento “principal” masculino). Pero mientras estaba investigando, encontré fotos de algunas mujeres reales que habían formado equipos de animadoras siendo mucho mayores, y pensé que eran increíbles.
Posteriormente, descubrí que hay varios de estos equipos, tanto en los Estados Unidos como en todo el mundo, incluyendo un equipo japonés de animadoras. Estas mujeres parecían tan poderosas, y podías ver que estaban disfrutando el hecho de estar haciendo esto, independientemente de su edad. Decidí que ese era un mensaje que quería transmitir al mundo. Me di cuenta de que nunca había visto una película con mujeres mayores bailando y siendo libres con sus cuerpos. En cierto modo se sentía rebelde, casi revolucionario, pensar en convertir eso en una historia.
Curiosamente, estos equipos de animadoras adultas generalmente no estaban formados por mujeres que habían sido animadoras en la escuela. Algunas lo habían intentado y habían fracasado, otras odiaban la idea de hacerlo cuando estaban en la secundaria, pero siempre escondieron secretamente el deseo de intentarlo. Y algunas nunca habían considerado serlo hasta más tarde en la vida, y querían intentarlo.
Algo que aprendí en el proceso fue que casi todas las mujeres estadounidenses de cualquier edad tienen una historia sobre animadoras en la escuela secundaria. O bien han sido animadoras y estaban muy orgullosas de ello, o pensaban que era la cosa más sexista de la historia. Es un arquetipo femenino por excelencia contra el que todos se comparan. Fuera de los EE. UU., todos tienen esta imagen icónica de las animadoras de las películas estadounidenses y el tema tiene reacciones muy fuertes de las mujeres.
En términos de cómo una realizadora de documentales británica termina haciendo una comedia estadounidense... eso es difícil de responder, ¡ha sido un gran viaje! Siento que este proyecto tuvo su propio impulso desde el primer día y sentí que era necesario contarlo. En cierto modo, quería que existiera, pero la gente parecía responder con muchísimo entusiasmo al concepto. Siendo inglesa, tenía una perspectiva externa sobre las animadoras, que era bastante exótica para mí. Al crecer en Inglaterra, había hecho baile cuando era más joven, y me interesaba mucho el concepto de las animadoras como una forma de danza expresiva y enérgica.
Cuando pensé en hacer esta película, me inspiré en algunas de las exitosas películas británicas como Full Monty o Las chicas del calendario, en las que encuentras esa combinación especial de patetismo y comedia y un reparto muy fuerte. Los personajes no son caricaturas, uno puede sentirse identificado fácilmente. El humor yace en los personajes y en el realismo. Nos divierten las situaciones, por supuesto, pero hay un fundamento básico, que quería incorporar a esta historia.
La razón de que Diane sea tan perfecta como Martha es que no sigue estrictamente el ritmo, hace lo suyo y tiene una rebeldía que se ajusta a la esencia de su personaje. El equilibrio de fuerza y vulnerabilidad que transmite es único. Diane realmente entendió el corazón de la película tan pronto como la leyó y fue una gran fuerza creativa detrás de la misma desde el primer día. Al igual que Jacki, que también estuvo unida mucho tiempo antes. Una vez que conté con ellas dos en los papeles principales, podría comunicar mejor el espíritu de la película, ya que conforman el centro a partir del cual todo se desarrolla.
La película incluye un maravilloso elenco de actores de primer nivel. ¿Puede contarnos un poco sobre el proceso de casting y cómo fue trabajar con este equipo de ensueño que incluye a Rhea Perlman, Pam Grier y, por supuesto, a Jacki Weaver, que es más familiar para el público por sus papeles dramáticos?...
Tenía muchas ganas de seleccionar, en principio, a los mejores actores, y encontrar un grupo que se divirtiera. No abordé esta historia como una “comedia”. Mi mirada era desde la perspectiva de lo que les resultaría emocionante de ver en el cine a las mujeres. Jacki siempre fue mi elección número uno para Sheryl. Es una actriz brillante y versátil y tiene un brillo pícaro y travieso en sus ojos que puedes ver tanto en sus personajes más oscuros como en Animal Kingdom como en Sheryl. Aunque es más conocida en los Estados Unidos por sus papeles dramáticos, su carrera ha sido épica y de gran alcance, y es una artista virtuosa. Pensé que podría aportar una versión del personaje más interesante.
También es una bola de energía, y pensé que físicamente esto sería interesante frente al personaje de Diane, quien desde el principio estaba sumamente emocionada por trabajar con Jacki. Martha (Diane) y Sheryl (Jacki) son como el yin y el yang. Diane, que obviamente es una actriz cómica increíble, se lleva gran parte del centro de esta película, y Jacki es la que entrega muchas de las “bromas”, pero la dinámica entre ambas es el corazón palpitante de la película. Cuando Martha le dice a Sheryl “gracias por ser mi amiga” en el hospital, llegamos a una resolución emocional que permite que la competición de baile sea una celebración. Al final, la película trata sobre la amistad. No hay una historia de amor convencional aquí. Lo que cambia la vida de Martha es Sheryl, y Sheryl es la manera en la que Martha se conecta con las otras mujeres.
No sólo quería elegir a grandes actores, sino también a personas con quien el público pudiera sentirse identificado. Tuvimos mucha suerte de conseguir a Rhea Perlman como Alice, quien es muy conocida y querida. Lo mismo con Pam Grier. Pam es un ícono del cine, pero
también es una mujer fascinante que ha forjado su propio camino en la vida. Sería tentador elegir el papel de Helen como la “abuela” más estereotípicamente vulnerable de la pandilla, pero al elegir a la maravillosa e irrefrenable Phyllis Somerville, quise ir en contra de eso.
También trabajamos con algunas mujeres locales en el Sur que aportaron diferentes experiencias. Carol Sutton, que es una actriz extremadamente exitosa de Nueva Orleans, es maravillosa y verdaderamente memorable como Ruby Jenkins. Cuando vi la grabación de Patti French supe que era nuestra Phyllis, y sentí que la conocía de antes. Ginny, que interpreta el papel de Evelyn (que hace los splits) nunca había estado en una película, pero había hecho pesas a los sesenta años, lo que parecía la preparación perfecta para Mejor que nunca, y su lema es “La fuerza no tiene edad”.
Lo que más me gustó es que este es un grupo extraño de mujeres que se unen y, si no fuera por este equipo de animadoras, tal vez sus caminos nunca se hubieran cruzado.
Desde el momento en que contacté a Celia Weston, pensé que su versión de Vicki sería fascinante y muy graciosa: al ser del sur, ella sentía que conocía a esa mujer que había sido animadora en la escuela secundaria y que ahora estaba en la posición de mayor autoridad posible dentro de una comunidad como Sun Springs, que está llena de reglas y regulaciones. Elegir a Bruce McGill como Carl fue una elección fácil en ese momento. Quería asegurarme de que había una posibilidad de simpatizar por Carl y celebrar su victoria de separarse de Vicki al final. Bruce es un actor consumado que está acostumbrado a interpretar a policías y abogados, y creo que la idea de divertirse con este papel le atrajo.
También hay una historia intergeneracional en la película con el personaje de Alisha Boe, Chloe, que resuena con las damas de MEJOR QUE NUNCA más que con su propio grupo de pares. ¿Por qué ese era un mensaje importante para transmitir?...
No creo que tengamos suficiente interacción entre las generaciones en la vida moderna y siento que es una pérdida para todos. Es enriquecedor y reconfortante poder aprender de otras mujeres. Respecto a Chloe, cuando estás en esta etapa más joven de la vida, puedes obtener mucho de hablar con mujeres que han pasado por un cambio social importante y otras etapas de la vida antes que tú. Era algo importante para incluir. Chloe les brinda algo a las mujeres, y ellas le dan algo a cambio: se ayudan mutuamente. Alisha aporta mucho al papel de Chloe: no es poca cosa la de interpretar a la estudiante de secundaria que pasa de reírse de estas mujeres a ser la encargada de entrenarlas, pero tiene un espíritu atemporal que brilla, y casi olvidas la cuestión de la vejez versus la juventud. ¡Estoy segura de que a Alisha Boe le esperan grandes cosas!
Nuestro otro personaje adolescente es, por supuesto, Ben, el nieto de Sheryl. Una vez más, es un papel desafiante para un actor joven; tiene escenas completas en las que está solo con Martha, y en muchos aspectos es él quien la suaviza. Pero Charlie Tahan se sostiene con aplomo.
¿Cuál fue el descubrimiento más inesperado sobre cómo dirigir su primera película?...
Se parece más a mi trabajo anterior de lo que pensaba. En el mundo documental, debes estar atento, responder de manera rápida y estar constantemente observando y adaptándote. Le aporté la sensibilidad de la realización de documentales tanto como pude en términos de autenticidad, y eso me permitió darles cierta libertad a los actores en algunas escenas. Por ejemplo, en la escena del espejo, que es una de mis escenas favoritas de la película, cada una de las componentes del equipo tiene que pensar espontáneamente lo que le gusta de sí misma y gritarlo en el mismo momento y luego explicarlo. Dejé que los actores decidieran qué iban a gritar. Quería agregar esa calidad orgánica y real a la película y adoptamos este enfoque siempre que pudimos.
¿Cuánto ensayaron para las rutinas de baile?...
Diane y Jacki trabajaron con nuestra coreógrafa Marguerite Derricks antes del rodaje y luego todas las mujeres asistieron a los entrenamientos en Los Ángeles para aprender las rutinas antes de comenzar a grabar. Diane estuvo tan increíble en las escenas de baile, especialmente cuando está enseñando y demostrando los movimientos a las otras mujeres. La razón por la que ensayamos antes de grabar era que la coreógrafa se sintiera cómoda con quiénes eran los personajes y lo que eran capaces de hacer, para que resultara auténtico. ¡No hay ningún doble en esta película! Esa era una regla. Ninguna de las mujeres es bailarina, así que lo que estás viendo es un fiel reflejo de lo que pueden hacer, ¡lo cual creo que es increíble!
¿Cuál cree que es el mensaje general de la película?...
Queríamos mirar y pasar tiempo con mujeres mayores y explorar sus amistades, lo que en realidad es inusual en la pantalla. Creo que la amistad es lo que te sostiene en la vida, especialmente en los últimos años, y te mantiene en movimiento, con ganas de aprender y hacer cosas nuevas.
Por lo general, las mujeres de esta edad se reflejan en términos de historias de amor o relaciones madre/hijo. Mejor que nunca es diferente en ese sentido. No es un retrato aspiracional o glamuroso de mujeres mayores. Incluso el solo hecho de mostrar los cuerpos de las mujeres bailando a esa edad es revolucionario de alguna manera. Muchas películas hacen que las mujeres mayores sean invisibles o las convierten en el personaje de “Madre” o “Abuela”, no en alguien por derecho propio. Eso era importante para mí y de lo que estoy realmente orgullosa con esta película. Se trata de ser la mejor versión de ti mismo, sin importar la edad, y de tomar riesgos, ya sea recoger un pompón o abrirte a una nueva amistad.
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