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NOTAS DEL DIRECTOR...
Soy español, actualmente residiendo en Buenos Aires. Soy hijo de argentinos, quienes durante mucho tiempo vivieron en Madrid. A su vez, mis abuelos son de Galicia y también tuvieron que irse exiliados por razones políticas durante la Guerra Civil, comenzando esta relación tan especial que mi familia tiene con ambos países.
Este proyecto surge desde esa sensación tan particular de ser extranjero en tu propia tierra, de tener el corazón partido entre dos nacionalidades, de esa necesidad de investigar en un árbol genealógico para entender la propia identidad.
El siglo XX estuvo plagado de genocidios, de dictaduras militares y gobiernos de facto. España y Argentina las sufrieron en carne propia y afortunadamente con el tiempo la sociedad fue transformándose, fue madurando en muchos aspectos.
Si bien el sistema está colapsando y está en nosotros construir el cambio hacia una sociedad más justa, podemos estar orgullosos de que desde hace ya varias décadas ambos países están en democracia.
Todos sabemos que para construir el futuro hay que hacer memoria, repasar nuestra historia para no repetir los errores y poder de ese modo, seguir creciendo.
Esta película busca esa reflexión, busca profundizar en el análisis del vínculo tan entrañable y solidario que tienen estos dos países de habla hispana.
Hay muchas películas y libros que se han abocado a la memoria de los caídos, de las víctimas, de los desaparecidos ¿Cuál es la diferencia de esta película con aquellas? Que en este caso, por primera vez, nos metemos de lleno con los sobrevivientes. Aquellos que fueron perseguidos, que pudieron haber sido desaparecidos, torturados o asesinados, pero que lograron salvar sus vidas encontrando asilo político en el país hermano.
Siento que esta historia es necesaria, que tenía que contarla. Mi vida estuvo atravesada por miles de anécdotas que fueron ayudando a la construcción de este film, generando secuencias y personajes únicos, quienes tuvieron que sufrir muchas atrocidades y a la vez, encontraron su lugar en el mundo en un país extranjero, pero que ya es tan propio como la nacionalidad que figura en el pasaporte.