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GÉNESIS...
Todos los guiones de las películas que habíamos rodado anteriormente se basaban en historias originales, por eso, pensamos que esta vez sería divertido basarnos en un famoso relato para nuestro nuevo proyecto. Nuestra búsqueda nos llevó a un guion escrito por un guionista norteamericano, Chris Hubbell, que se inspiró a su vez en el primer best seller de la historia de la literatura occidental: 'Robinson Crusoe', de Daniel Defoe. Lo más curioso es que este conocido relato sobre el náufrago más famoso del mundo nunca se había llevado a la pantalla como una película de animación y este enfoque de la historia fue lo que más nos atrajo. La historia se cuenta no desde el punto de vista de Robinson, sino a través de los ojos de los animales que viven en la isla donde naufraga. El personaje principal es Mak, a quien Robinson llama Tuesday, un joven loro que está convencido de que el mundo es mucho más que esa diminuta isla. La llegada de Robinson le demuestra que está en lo cierto y hará todo lo posible por hacerse amigo de esta extraña criatura con la esperanza de dejar algún día la isla con él.
NOTAS DEL DIRECTOR...
La novedad de esta nueva versión de Robinson Crusoe es contar la historia desde el punto de vista de los animales y mostrar hasta qué punto contribuyeron a que Crusoe sobreviviera.
En términos de puesta en escena, era importante establecer una cierta complicidad con el público, que conoce perfectamente algunas partes de la historia. Por ejemplo, diseñamos todo lo relacionado con el previsible descubrimiento del naufragio pensando en que el público pudiera disfrutar, por anticipado, de los malentendidos y reacciones extrañas de los animales ante la llegada de este "monstruo marino". En muchas películas, los animales tienen muchos rasgos humanos, pero en esta película era muy importante mantener la diferencia entre animales y humanos. Si Robinson Crusoe naufragara en una isla en la que los animales caminaran sobre dos patas, llevaran traje y le invitaran a cenar, perderíamos uno de los temas fundamentales de la historia: el aislamiento de un ser humano separado de sus congéneres.
Por supuesto, la idea no era hacer un documental ni tampoco limitar la libertad de las películas de animación. Todos los animales hablan el mismo idioma, por ejemplo, un factor que influyó mucho a la hora de diseñar los personajes y que, en última instancia, ofreció muchas más posibilidades al bestiario. Además, el equipo de animación consiguió un equilibrio perfecto entre los movimientos realistas de cada especie y la libertad para añadir emoción o humor.
Todos los departamentos aceptaron el reto y resolvieron perfectamente las dificultades técnicas, lo que les permitió crear un reino creíble con mucho estilo y un entorno memorable y único.