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   Cuando el director Rich Moore se incorporó a Walt Disney Animation Studios y empezó a trabajar en "¡Rompe Ralph!", se dio cuenta que tenía un gran problema. “Los personajes de los juegos de arcade no tienen libre albedrío", afirma el director. "Están programados para hacer lo mismo todos los días. No pueden escoger. Así que me dije: '¡Qué aburrido!'". Así que había que hacer algo.
  “Me di cuenta que existía un gran conflicto", dice el director. "Dentro de ese mundo hay reglas muy estrictas y sólo puedes hacer un tipo de trabajo. Pero, ¿qué pasaría si hubiera un personaje al que no le gustara su trabajo?”
  “Ralph es el villano de un juego de arcade de los años 80. Después de 30 años interpretando el papel que le han asignado, se pregunta: '¿Esto es todo?'", dice Moore. “Así que, como nos pasa a muchos, intenta resolver un problema interno con una solución externa. Y la suya es ganar una medalla. Cree que si gana una, sólo una, logrará el cariño y el respeto que sienten por Felix".
  "Ralph se embarca en un viaje por la sala de juegos para ganar esa medalla", afirma el productor Clark Spencer. "Pero el verdadero viaje, tanto para él como para todo el mundo, es comprender que aunque está programado para hacer una cosa, eso no significa que en su interior sólo es eso".
  "Si una película es buena, el público siente que ha hecho un viaje con los personajes", dice Moore. “Creo que el público espera ver comedia y acción. Esperan animación de última generación y un gran espectáculo. Pero les sorprenderá la carga emocional de la película y estoy seguro de que se enamorarán de los personajes".
  “¡Rompe Ralph!” contiene más de 180 personajes únicos. Es decir, tres veces más que la media de las películas animadas. Cada personaje debía tener una personalidad única y en muchos casos, había que darles una voz. Los realizadores recurrieron a estrellas de la televisión, el cine y el teatro para dar vida a los personajes, con nombres como el de John C. Reilly que presta su voz a Ralph. "Cuando decidimos que el protagonista fuera un 'villano'", dice Moore, “comprendimos que necesitábamos alguien que se llevara al público de calle, al que apoyarán y con el que se encariñaran, a pesar de que fuera un poco 'bruto'. John se mete en la piel de los personajes que interpreta y conecta con su humanidad. Es asombroso, porque hay mucho de él mismo en Ralph".
  ¿Crear cuatro mundos diferentes?. Sin problema. ¿Desarrollar el triple de personajes que en una película normal del estudio?. Hecho. ¿Grabar las voces de los actores conjuntamente?. ¡Claro!. ¿Coger un plantel de prestigio mundial y con enormes conocimientos de la animación de hace 30 años y conseguir un mundo de juegos de arcade de 8 bits que fuera creíble?. Eso ya era más complicado.
  "Trabajamos en un estudio famoso en el mundo entero por su innovación y su excelencia artística, sobre todo ahora", dice Spencer. "No es fácil decir a unos animadores que llevan años dedicados a crear la animación más sofisticada del mundo que el universo de Fix-It Felix Jr. -el juego de arcade de Ralph de los 80- tiene que ser extremadamente sencillo".
  Spencer dice que aunque Fix-It Felix está generado por ordenador con personajes completamente esculpidos, el diseño general se creó para que pareciera un mundo de 8 bits. Es decir con personajes simplificados que se mueven en una cuadrícula arriba y abajo sin movimientos diagonales.
  Moore afirma: "Todo es muy sencillo, desde la dirección artística, la animación y los movimientos de cámara hasta la música y los movimientos de la cámara, y eso representa un contraste enorme con el resto de los mundos".
  "A nuestros animadores les han enseñado a hacer la mejor animación del mundo así que tuvieron que aprender a pensar de forma diferente", dice Spencer. "Nos costó mucho trabajo simplificar y conseguir pareciera auténtico. Pero cuando vimos las dos primeras escenas, eran fantásticas y enriquecían muchísimo la película, así que todo el mundo estaba entusiasmado.
  “Lo gracioso es que esta vez la innovación consistía en simplificar las cosas, llevar el espíritu pionero de Walt Disney Animation Studios a un nuevo nivel totalmente distinto", concluye Spencer. "Al final todos tuvimos que hacer un pequeño viaje para encontrar el camino de vuelta a casa, lo mismo que le ocurre a Ralph en la película".

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