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SINOPSIS
Mirada en profundidad a la música y vida de la banda de rock Oasis...
INTÉRPRETES
NOEL GALLAGHER, LIAM GALLAGHER, OASIS, PAUL ARTHURS, PAUL McGUIGAN, PEGGY GALLAGHER, ALAN McGEE, TONY McCARROLL, MARCUS RUSSELL
INFORMACIÓN DE INTERÉS
CRITICA
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
LA PRODUCCIÓN...
En Agosto de 1996 una banda indie de Manchester consiguió lo que nadie había hecho antes: tocar frente a más de 250.000 personas, con más de 2 millones intentando comprar entradas – los dos conciertos de Oasis en Knebworth fueron los más grandes que habían ocurrido hasta la fecha. Si creciste en los noventa, solo había una banda que importase. Había otras bandas, pero (ámalos u ódialos) en la cumbre de su fama, Oasis dominaba el mundo.
Solo tres años antes, la banda era desconocida, no tenían ningún contrato y ensayaban en un sótano de Manchester. Para un observador ajeno a todo, nada indicaba su meteórica llegada a la fama, pese a que las canciones que ensayaban en su sótano eran las mismas que tocaron en el escenario en Knebworth.
Podría no haber pasado. Todo se debió a una casualidad, un viaje para tocar en Glasgow que puso la maquinaria en marcha para lo que acabó siendo una de las mayores sagas del rock de todos los tiempos. Compartiendo cartel con los locales Sister Lovers, Oasis tocó para un casi vacío King Tut Wah Wah. Uno de los pocos espectadores de esa noche fue Alan McGee, jefe de Creation Records, que firmó con ellos en ese mismo instante.
Rápidamente se ganaron el título de los chicos malos del rock and roll, a coste de la relación entre Noel y Liam. Mientras que Liam abrazaba el caos y la publicidad que venía con él, Noel temía que la atención se estuviese desviando de la música. En palabras de Paolo Hewitt “La democracia no funcionaba en la banda, se vio miles de veces. Había dos personas luchando por el puesto de Primer Ministro. Esa tensión, ese antagonismo, dirigió y mató a la banda.”
Definitely Maybe triunfó en las listas y se convirtió en el álbum que más rápido se vendió de la historia. Con el caos siguiéndoles donde fueran, la banda se embarcó en su primera gira mundial, y tras arrasar en Japón, llegaron a Estados Unidos donde eran prácticamente
desconocidos.
Accidentalmente puestos de metanfetaminas, la banda subió al escenario para su actuación más importante hasta la fecha. Inevitablemente, el bolo en el Whisky fue un desastre y, con la impresión de que todo había acabado para ellos, Noel cogió las ganancias del concierto y huyó.
Como explica Mark Coyle “Intentar arrasar en América muchas veces acaba con las bandas”.
Noel confiesa que “me dejé un poco de mí mismo en ese escenario”. Cuando volvió a la banda, las cosas habían cambiado.
Tony McCarrol fue la primera víctima de esta nueva era. Cansados de su manera de tocar y su falta de ritmo, la banda se puso en su contra y lo sustituyó por Alan White. En este momento, Oasis avanzaba tan rápido que los miembros de la banda no daban abasto: los conciertos los dejaban agotados, pero la maquinaria seguía su ritmo “Estáis metidos en un negocio, y la gente que lleva los hilos está empeñada en convertiros en una marca” explica Paul Gallagher.
El éxito sin precedentes de Wonderwall lanzó a la banda fuera de los límites imaginados y las ambiciones de Noel exacerbaron las desavenencias entre los hermanos. Oasis empezaba a mostrar signos de estar fuera de control. Cabía la posibilidad de que los hermanos colapsasen en el escenario. Sus altibajos y los ingredientes de su éxito fueron los catalizadores del fin de la banda.
Siendo sus problemas tan públicos, los tabloides se aprovecharon de toda la familia. Su padre, que había abandonado a la familia, aireó en los medios sus reclamos económicos, incluso tendiéndole una trampa a Liam con una filtración telefónica a los medios.
Cuando les propusieron el concierto de Knebworth, se dieron cuenta de que todo había crecido mucho. Mirando al pasado, la banda cree que Knebworth fue el principio de su final, en vez de su inicio. No podían crecer más ni llegar más alto, pero eran adictos y querían más y
más, como sus fans más leales.
Oasis ya no existe y los hermanos siguen separados, pero Knebworth aún se puede ver como - en palabras de Noel - “la mayor concentración de gente antes del nacimiento de internet”.
La era de los súper grupos ha terminado. Vivimos en una era digital de acceso inmediato, de conciertos grabados en miles de teléfonos, subidos en segundos a audiencias mundiales.
Antes, si querías oír a Oasis tenías que escuchar un disco o ir a un concierto. Tenías que gastar dinero, y millones de personas lo hicieron.
Esta película son Liam y Noel como realmente son: rebeldes, espontáneos y apasionados, grabados en su acceso a la cima, antes que nadie imaginase el impacto que acabarían teniendo en el mundo.
GALERÍA DE FOTOS
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