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NOTAS DE LA DIRECTORA...
¡SALTA! es una buddy movie protagonizada por dos hermanos muy diferentes entre sí, por no decir opuestos, en una historia que “salta” de los años 80 a la actualidad. Pretende ser un filme emotivo y con buenas vibraciones, de esos que te emocionan, pero de los que sales con una sonrisa y la idea de que la vida, después de todo, no es tan mala. El tipo de película que yo disfrutaría como espectadora pero que además puedo compartir con mis hijos, y que por añadidura me permite al salir del cine establecer un diálogo con ellos sobre un montón de temas que a mi me parecen importantes, en particular la relación entre ellos dos.
La cinta incluye muchas referencias de mi propia infancia y se nutre de las grandes películas familiares de los 80 – el Spielberg de ET, sobre todo-, al mismo tiempo que bebe de la estética y del tono de películas como The Florida Project, Little Miss Sunshine o Sing Street.
El mayor, Óscar (13 años), es serio, responsable y juicioso y tiende a echarse la carga del mundo sobre sus espaldas. Frente a él, Teo (10 años), es el típico hermano pequeño, un poco inconsciente, juguetón y divertido y que más o menos siempre consigue que las cosas le salgan bien.
Óscar está obsesionado con que su madre desaparecida está perdida en el espacio tiempo porque se ha metido en un agujero de gusano, pero será Teo el que lo encuentre.
Así que, sin pensarlo demasiado, se mete en el agujero de gusano y aterriza en 2022, tal cual es, con sus diez años, para encontrarse con su hermano que ahora es un cuarentón al que la vida no ha tratado nada bien: ha perdido a su madre, a su hermano, e incluso a su tortuga. Y un poco a su abuela también, dado que padece demencia senil. Al pobre parece que todo el mundo lo abandona. La llegada de Teo, por supuesto, va a poner su mundo patas arriba y le va a remover un montón de cosas que tenía enterradas.
Esta historia surge de un cortometraje que rodé en 2016, Einstein-Rosen, con mis hijos Óscar y Teo, que se llaman, no por casualidad, como los protagonistas de la película. Y es que el tema esencial tanto de la película como del corto es la relación entre hermanos, los roles familiares y también acerca de lo difícil que puede llegar a ser entendernos y comunicarnos con las personas que más queremos. El ingrediente de los viajes en el tiempo nos permite incorporar los ‘y si’ y también hacer un ejercicio de nostalgia.
En el fondo mi pretensión era que mis hijos se dieran cuenta de que tenían que aprender a tratarse mejor, a quererse bien, a mirarse y comprender lo importante que son el uno en la vida del otro. Un mensaje que me parecía que podía ser extensible para muchísimos hermanos con relaciones similares. Ojalá sirva para dar un pasito en esa dirección, para que los chavales que vean la peli piensen por un momento lo mucho peor que sería su vida si su hermano no estuviera. Si eso ocurre, todo el esfuerzo de haber sacado adelante este proyecto habrá valido la pena.
¡Salta! es una apuesta por valores sólidos y humanos, que habla sobre el amor, la amistad, la familia... sobre las cosas que de verdad son importantes en la vida. Nos estamos volviendo un poco cínicos como sociedad, a mi juicio, por lo que empieza a volverse urgente centrarse en lo importante. Soy de la generación de “tú solo no puedes, con amigos sí” y creo que es un mensaje que nos llegó, frente al individualismo actual, la atomización social, el narcisismo, que le viene muy bien al capitalismo y al consumismo pero que a las personas nos va fatal. Así que hay que contraatacar desde todos los frentes: necesitamos películas que nos reconcilien con la vida y con la humanidad, sobre todo en momentos como estos tan duros social y económicamente hablando.
Esta película para mi es muy importante. Es una especie de carta a mis hijos y he involucrado muchos elementos personales, entre ellos también la vejez de mi madre que, por desgracia, falleció durante la postproducción. Y es también mi primera película, con todo lo especial que eso la hace, y no es fácil tener esta oportunidad que me ha dado Vaca Films: ha sido alucinante, rodarla con este equipo, con estos medios, con esta proyección… Me llevo amigos para toda la vida, no me lo pude pasar mejor en el rodaje, disfruté cada segundo. Ha sido una experiencia tan maravillosa, tan buena, tan enriquecedora y divertida que lo único a lo que aspiro ahora es que los espectadores compartan algo de todo lo bueno que he sentido haciéndola.