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ACERCA DE LA PELÍCULA...
‘Si de verdad quieres...’ es la historia de un matrimonio que ha perdido esa chispa especial. “Kay quiere volver a conectar con su marido, Arnold”, explica Meryl Streep. “Quiere sentir una conexión, sentir esa íntima relación con él, sentir que él está interesado íntimamente en ella. Pero creo que Arnold, si se le pregunta, diría que no ve el más mínimo problema. Si le preguntaras a él en qué punto se encuentran de su matrimonio, respondería: ‘No sé... hacia la mitad’”.
“Es un tipo que se siente bastante satisfecho”, observa Jones sobre su personaje.
Streep sostiene que esa situación de falta de entendimiento y distanciamiento es algo por lo que pasan muchas parejas y tiene mucho que ver con nuestra cultura actual, con tal abundancia de distracciones.
Vanessa Taylor, autora del guión, que fue incluido en la “Black List (lista negra)” de los mejores guiones sin producir, elaborada por miembros de la industria, recuerda que sacó su inspiración de todas esas grandes preguntas. “Había estado pensando en el matrimonio y cómo la gente mantiene viva la pasión y la sexualidad en un matrimonio de larga duración”, aduce.
Cuando el productor ejecutivo Nathan Kahane leyó por primera vez el guión de Vanessa Taylor, se sintió muy identificado con los personajes de Kay y Arnold. “Siempre hay obstáculos que superar en un matrimonio”, asegura.
Fue el productor Guymon Casady quien dio los primeros pasos para conseguir que ‘Si de verdad quieres...’ llegara a ver la luz del día.
Esta película supone para David Frankel, director también de “El Diablo viste de Prada”, la ocasión de volver a colaborar con Meryl Streep. “David comprendió que se trataba de una historia íntima y al mismo tiempo universal”, comenta Black.
Frankel afirma que contar con Meryl Streep, Tommy Lee Jones y Steve Carell para dar vida a los personajes resultó clave para contar la historia. “Se trata de actores extraordinarios, que hablan el mismo idioma, por decirlo así”, explica.
Para las secuencias de terapia, Frankel consideró que la mejor forma de conseguir escenas espontáneas, animadas, divertidas y graciosas era evitar un exceso de ensayos – o, en ciertos casos, cualquier tipo de ensayo. Para Carell, era algo que podía resultar intimidante, por motivos evidentes. “Imagina: te sientas frente a Meryl Streep y Tommy Lee Jones para una escena de nueve páginas, gritan: ‘¡Acción!’, y te pones en marcha. Hay cierto componente de miedo, desde luego, creo que David quería ver si podía captar la mirada de pánico propia de un ciervo petrificado ante los faros de un coche, sobre todo de mí, pero también es divertido. Comprendo por qué David no quería ensayar en exceso; quería que pareciera algo más espontáneo y natural, no preparado de antemano. A veces, cuando ensayas demasiado, las ideas están ahí mismo, en lugar de tener SI DE VERDAD QUIERES...que descubrirlas, que resulta más puro”.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN...
‘Si de verdad quieres...’ está ambientada fundamentalmente en Maine, con unas cuantas escenas en Omaha, pero se rodó enteramente en el estado de Connecticut. Las primeras tres semanas de rodaje se llevaron a cabo a las afueras de South Norwalk, dentro de una antigua fábrica transformada temporalmente en un plató cerrado. Allí, Stuart Wurtzel, diseñador de producción de la película, diseñó un espacioso y luminoso set de rodaje para el despacho del Dr. Feld y otros decorados interiores.
Tras el rodaje de las escenas de terapia, Meryl Streep y Tommy Lee Jones se pusieron a filmar las escenas que mostraban a los Soames en su hogar de Omaha, en el motel de Maine y en su habitación de un romántico hostal de pueblo. Varias de estas escenas recogían los torpes y embarazosos intentos de la pareja de conseguir algo de intimidad.
Para el hogar de los Soames, Wurtzel y sus localizadores de exteriores encontraron la casa perfecta en la manzana perfecta, ligeramente apartada, en Darien, Connecticut. Tenía una gran cocina abierta con mucho espacio y la vista adecuada del barrio por las ventanas.
Stonington, Connecticut, hace las veces del pueblo ficticio de Great Hope Springs, donde el Dr. Feld organiza sus retiros.
Wurtzel y su equipo realizaron varios cambios temporales a Stonington para convertirlo en Great Hope Springs. Stonington no tiene ninguna sala de cine así que, para la escena clave en la que Kay y Arnold van a ver una película, diseñó y añadió una marquesina a uno de los edificios de Water Street. Un par de escaparates vacíos se convirtieron en una chocolatería y una ferretería, y el restaurante Noah’s —elegido en 2011 mejor restaurante de barrio de Connecticut por la revista Connecticut— se convirtió en la cafetería Nor’easter, decorada en el exterior con un mural propio de los años 50 y en su interior de manera exuberante y ‘kitsch’ con motivos de mariscos.
El viejo hostal al que van Kay y Arnold a cenar y pasar la noche fue en realidad una mezcla de tres lugares distintos. El exterior era un hostal real en Water Street, en Stonington, el comedor se encontraba en una mansión a menos de un kilómetro de distancia, en el otro extremo del pueblo, y la habitación de invitados de arriba se rodó en un plató cerrado.
Durante el rodaje en Stonington, los habitantes del lugar acudían no solamente para observar, sino que también tuvieron ocasión de participar como extras.