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SINOPSIS
En en lugar más peligroso de los EE.UU. cinco chicos exponen su frustración y enojo en las letras de su música...
INTÉRPRETES
O'SHEA JACKSON JR., LEX MONTGOMERY, COREY HAWKINS, JASON MITCHELL, NEIL BROWN JR., ALDIS HODGE, MARLON YATES JR., R. MARCOS TAYLOR, CARRA PATTERSON, ELENA GOODE
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La película que cuenta la historia de N.W.A. es realmente multifacética; habla de las historias personales de sus miembros y retrata el tejido social del que emergió la revolucionaria música del grupo durante sus diez años de vida.
Narrar el ascenso de N.W.A. era una idea que siempre había perseguido a O'Shea Jackson, conocido sobre todo por su nombre artístico, Ice Cube, durante su larga y exitosa carrera como músico, actor, guionista, productor y director.
Pero hasta el año 2009 no tuvo entre sus manos un guión lo suficientemente bueno. Por primera vez pensó seriamente en la posibilidad de hacer una película basada en las experiencias que vivió el grupo hacía casi tres décadas.
Nunca dudó que la versión filmada de la historia de N.W.A. debía estar dedicada a Eric "Eazy-E" Wright, el fundador del grupo, fallecido en 1995. Ice Cube dice: "Demos las gracias a Eazy, que tuvo una visión de futuro y comprendió que este tipo de música era lo que el mundo iba a querer escuchar. Ante todo, quería que Compton se tuviera en cuenta. Siempre decía: 'Venga, todos vivís en Brooklyn, siempre estáis con Queens, el Bronx, el centro. Y no hay ni Dios en Compton'. Estaba decidido a poner a Compton en el mapa y lo consiguió".
Con la participación de personas clave, como Dr. Dre, otro miembro de N.W.A., y la viuda de Eazy-E, Tomica Woods-Wright, que se unieron al equipo como productores, además de otros dos miembros del grupo, MC Ren y DC Yella en calidad de consultores, Ice Cube estaba seguro de que todo iría bien y que sería un digno homenaje.
El guión se basa en entrevistas realizadas durante años y en material recopilado por el documentalista musical S. Leigh Savidge ("Welcome to Death Row") y el guionista Alan Wenkus. El primer borrador sirvió para desarrollar la versión final, escrita por Jonathan Herman y Andrea Berloff .
El trabajo de los guionistas se centró en incorporar una enorme cantidad de información procedente de personas muy diferentes para plasmar los tiempos en que nació y vivió el grupo N.W.A. Todos, guionistas, director y productores, estaban de acuerdo en que contar la historia del grupo serviría para honrar la memoria del visionario Eazy-E. Él fue el corazón del grupo, y su historia debía tratarse con respeto.
Desde el principio, el objetivo de Eazy-E fue retratar la vida en el barrio mediante letras sinceras escritas por Ice Cube, apoyadas por el contagioso ritmo de Dr. Dre, para crear un movimiento que expresara la vida en Compton con una honradez inexistente hasta entonces. Sabía que tenían algo especial, y junto a DJ Yella y MC Ren crearon una música icónica que superó rápidamente las fronteras de las zonas marginales de Estados Unidos y que les dio a conocer en todo el mundo.
Tomica Woods-Wright ayudó enormemente a la película por haber conocido y vivido con Eazy-E. La productora espera que esta película ayude a los seguidores de N.W.A. y a aquellos que aún no conocen su música a saber algo más de Eazy-E: "Eric era muy realista y perseverante. Su legado demuestra que el proverbio no se equivoca: 'No juzgues un libro por la portada'. Si leen todas las páginas, aprenderán cosas que les marcarán para siempre".
Andre Young, más conocido como Dr. Dre, fue el que más dudó cuando se le propuso llevar la historia del grupo a la gran pantalla. Para el músico y productor, cuyos discos "The Chronic" y "2001" siguen siendo una fuerte influencia en el rap y el hip-hop de la Costa Oeste, esos primeros años representan algo totalmente personal e incluyen momentos clave de su vida. No creía posible que dichos momentos pudieran captarse correctamente con la integridad suficiente.
Después de leer el guión y hablar en varias ocasiones con Ice Cube en primer lugar y, posteriormente, con su familia, Dr. Dre aceptó producir la película de la montaña rusa que fue N.W.A.
Scott Bernstein, exvicepresidente ejecutivo de producción de Universal Pictures, defendió el guión desde el principio y ha sido fundamental en el desarrollo del estudio antes de dejarlo y fundar su propia empresa para producir 'Straight Outta Compton'. Explica qué le atrajo del proyecto: "La historia de N.W.A. no solo trata de temas universales, como la amistad, la hermandad y el éxito, también muestra elementos más oscuros, como la traición y la tragedia. Me fascinó la idea de que estos chicos, al mismo tiempo que vivían el sueño americano, estuvieran sumidos en una tragedia griega. A este respecto, Eazy es el personaje más trágico de la historia. Todo empieza gracias a su astucia y energía, pero se deja traicionar por su ego cuando Jerry Heller le convence de que Ruthless Records y Eazy-E son más importantes que el grupo. Al darse cuenta de su error, intenta retroceder, pero ya es demasiado tarde. Cube y Dre quisieron hacer esta película para honrar la memoria y la capacidad de lucha de un hermano desaparecido".
El socio productor de Ice Cube, Matt Alvarez, que está en la empresa desde Next Friday, está totalmente de acuerdo: "Ice Cube y yo llevamos mucho tiempo trabajando juntos, pero nunca habíamos participado en un proyecto que fuera tan importante y tan personal. Es emocionante ver cómo se ha cerrado el círculo, no solo para él, sino también para los otros miembros de N.W.A. Me enorgullezco de haber servido para contar su historia".
El hombre que encabeza el equipo para hacer posible que esta complicada historia llegue a las salas de cine es F. Gary Gray, que ha dirigido títulos de géneros tan diversos como la película de acción The Italian Job, el thriller dramático Negociador o la comedia Be Cool. Involucrado de lleno en el proyecto desde 2011, considera este film como la obra más importante de su carrera y la culminación de su experiencia y de su obra.
La relación del director con el material también es muy personal porque se asemeja a la suya propia. Creció en una zona muy similar a la de los cinco jóvenes de la historia; en los años ochenta vio cómo entraba en su barrio cada vez más crack y armas automáticas, con la consiguiente destrucción de las familias. Vivió las mismas experiencias que ellos; también memorizaba los detalles, marcas y modelos de los coches de los agentes de paisano que entraban en Compton, fue testigo de cómo la policía se abría paso, derribando puertas y todo lo que se interponía, y acabó por descubrir que el cine, como la música o cualquier arte, puede ser el medio ideal para expresar la frustración y la ira.
F. Gary Gray, que también es uno de los productores, debutó en la industria cinematográfica a los 23 años con un corto titulado "Legacy" donde exploraba las nefastas consecuencias sociales de la violencia.
Hace años que conoce a Ice Cube y a Dr. Dre, y los tres sienten un profundo respeto mutuo. Al empezar como director, F. Gary Gray dirigió numerosos clips para artistas de hip-hop y R&B, entre los que estaban Ice Cube y Dr. Dre, una experiencia que le resultó de gran utilidad poco después cuando empezó a dirigir cine. Se ocupó de los exitosos vídeos musicales "It Was a Good Day", de Ice Cube, y "Natural Born Killaz", una colaboración entre Ice Cube y Dr. Dre. De hecho, su primer largometraje como director fue la comedia 'Friday' (1995), escrita y protagonizada por Ice Cube.
Teniendo en cuenta la larga relación que le une con los dos músicos, su objetivo principal siempre fue crear una película muy auténtica en la que se viera la profunda amistad que unía a los miembros de N.W.A. y que contara cómo el dinero, la fama, el ego y la tragedia no solo pondrían a prueba a los miembros del revolucionario grupo, sino que acabaría con su compañerismo. También estaba empeñado en demostrar el impacto de N.W.A. en la cultura pop actual, además de utilizar su propia experiencia y la de sus amigos artistas que salieron de barrios marginales.
"Cuando leí el guión por primera vez, me pareció una historia sorprendente, no me lo esperaba para nada", explica el director. "Como si cinco hermanos fueran el principio de todo. Despertó una profunda emoción en mí y quise ir más lejos. La música de N.W.A. es fantástica, pero quería tocar la parte humana. ¿Quién no conoce a Dr. Dre, Ice Cube y Eazy-E? Son auténticos iconos, pero también son personas. En una de las primeras conversaciones que tuve con Ice Cube, fui muy directo y le dije: 'Si me dais acceso a O'Shea Jackson, Andre Young y Eric Wright, me interesa contar la historia".
El realizador añade que esta película es mucho más que eso para él: "Straight Outta Compton' es la historia que llevo dentro desde que soy niño, nací para hacer esta película. Me basta con observar las caras de los actores para ver a los chicos en las calles del barrio hace 30 años. Es nuestra historia; se nota la pasión de todos los que han participado, lo mucho que se han entregado al proyecto. Siempre supimos que debía ser perfecta para que el público que no fuera de la zona descubriera por lo que pasamos y para que los del barrio vieran que hemos hecho justicia a su historia. Empecé dirigiendo un corto y ahora siento que he cerrado el círculo; es un honor haber contado la verdad".
Las duras letras de N.W.A. reflejaban la vida en los barrios negros situados al sur de Los Ángeles y fueron la tierra donde germinó una nueva generación de artistas callejeros que lanzaron mensajes con una conciencia social cuyo significado y fuerza siguen vigentes décadas después.
'Straight Outta Compton' recorre más de diez años de la vida del rapero adolescente que se convirtió en la voz de los marginados, del DJ que tuvo la inteligencia y la energía para convertirse en un superproductor musical, del camello y timador que los unió, sin olvidar a los otros dos talentos que formaban el grupo. Juntos crearon un género musical que conquistó al mundo y que sigue vivo.
"Queríamos que todos se fijaran en nosotros. Describo a nuestro género como 'shock-hop'", explica Dr. Dre. De ahí el nombre, N.W.A. (Niggas Wiz Attitudes/Negros con actitud), que encajaba con el mensaje de sus letras. "Queríamos dejar las cosas muy claras con el nombre del grupo y la música", sigue diciendo, "para que todo el mundo nos viera y escuchara lo que decíamos".
Los miembros de N.W.A. supieron desde el primer momento que había química entre ellos; no les costó encontrar su papel, creando una sinergia entre todos. Ice Cube y MC Ren eran las voces; Dr. Dre y DJ Yella, que habían empezado juntos como DJ en el grupo World Class Wreckin' Cru, se ocupaban del sonido y de la producción, y Eazy-E era el líder que comercializaba la música y la imagen del grupo, no solo en el barrio, sino en todo el planeta.
Lorenzo Patterson, el alter ego de MC Ren, era otro rapero adolescente del barrio cuando conoció a Eazy-E, que ya era famoso en la zona. Hablando de esta primera etapa, cuando tocaban en pequeños locales de la zona, dice: "Quería tocar, quería ser rapero. E me proporcionó la plataforma para hacerlo de otro modo".
Antoine "DJ Yella" Carraby llevaba un par de años pinchando discos con Dr. Dre, y ambos tenían ganas de cambiar de horizontes. Las chicas bonitas y las fiestas no compensaban la falta de dinero y el deseo de mejorar musicalmente. "En los ochenta solo existía el rap de la Costa Este, no había nada en la Costa Oeste", recuerda DJ Yella. "Dre y yo habíamos visto a Run-DMC un par de veces y empezamos a pensar que nos gustaría hacer algo fuera del Wreckin' Cru. Podíamos quedarnos donde estábamos y no salir del hoyo, o podíamos hacer algo diferente. Y en ese momento apareció Eazy".
N.W.A. nació con sumo optimismo, pero su tumultuosa desintegración, marcada por la desconfianza, pudo con su profunda amistad. La complicada relación entre Eazy E y Jerry Heller, el representante del grupo, fue el motivo de la ruptura.
Todo empezó cuando Ice Cube quiso saber más acerca del contrato de Jerry Heller con Ruthless Records, la discográfica que Heller fundó con Eazy E para comercializar la música de N.W.A. No tardó en dejar el grupo, concretamente en 1989, seguido al poco tiempo por Dr. Dre, que empezó su brillante carrera en solitario con Death Row Records antes de fundar su propia discográfica, Aftermath Records.
Debieron pasar varios años de grabaciones en solitario y distanciamiento antes de que Ice Cube, Dr. Dre y Eazy-E enterraran el hacha de guerra. La reconciliación tuvo lugar poco tiempo antes de que Eazy-E cayera enfermo, probando que el afecto que unía a los miembros fundadores era más poderoso que la rivalidad que los separó.
"Creo que puede resumirse sencillamente diciendo que maduramos", dice Dr. Dre, hablando de la reconciliación. "De acuerdo, me fui a hacer lo mío, tuve éxito, pero lo pasado, pasado está. Ascendimos juntos, empezamos juntos, se acabaron los rencores, vamos a hacer lo que nos gusta y a pasarlo bien haciéndolo".
Aunque el grupo no pudo volver a tocar antes de que falleciera Eazy-E, la música siguió viviendo e inspirando a nuevas generaciones de jóvenes marginados, canalizando sus frustraciones y su ira hacia la autoridad, y también sus ganas de vivir.
La industria musical es capaz de tragarse vivo al mejor talento si no tiene experiencia, y los miembros de N.W.A. no tenían mucha. Cuando reflexionan acerca de ese periodo, llegan a la conclusión de que solo se preocuparon de disfrutar tocando delante del público y del dinero que ganaban, pero se olvidaron del negocio en sí.
Para Dr. Dre, todo se resumía en ser creativo. Hasta entonces nunca había pisado un estudio de grabación de última generación y descubrió posibilidades infinitas. Él mismo recuerda que "estaba muy metido en la música. No me preocupaba el negocio. Solo quería estar en el estudio y que nunca se acabara mi energía creativa. Ahora sé que debía haberme ocupado del negocio, pero éramos jóvenes, no sabíamos. Solo me interesaba grabar, pasarlo bien con el hip-hop que tanto nos gusta. Para mí no existía otra cosa".
DJ Yella recuerda lo mismo que Dr. Dre: "Éramos jóvenes y tontos, se aprovecharon de nosotros. Unos se dieron cuenta antes y el grupo acabó por separarse. Es una pena, pero creo que, desde el principio, N.W.A. se formó para romperse. Si no, ninguno estaríamos donde estamos ahora".
Documentarse y conversar con los miembros de N.W.A. no solo fue una parte esencial del trabajo de preparación de los actores, sino también de la visión de F. Gary Gray, el director. Pero tampoco habría sido posible contar la historia correctamente sin conocer el telón de fondo ante el que transcurrió su turbulenta historia.
La municipalidad de Compton, plagada por la violencia y poblada por orgullosos vecinos, fue parte íntegra del ascenso de N.W.A. a mediados de los ochenta. El desafiante significado de las siglas N.W.A. y las duras letras del grupo reflejaban sin tapujos lo que significaba vivir en un enorme barrio predominantemente negro y de clase trabajadora, invadido por las bandas, la droga y las armas. Cuando N.W.A. dio voz a la compleja historia de Compton, millones de personas se identificaron con ella.
Los temas del grupo se convirtieron en himnos para los jóvenes negros de la época, permitiéndoles a ellos, sus amigos y sus familias canalizar la rabia producida por la brutalidad e injusticia de las fuerzas del orden. Fue el nacimiento del rap realismo.
F. Gary Gray también es un producto de la época y habla de lo que vivió: "Crecí en South Central Los Ángeles, un barrio duro en los ochenta. Era la época Reagan, la economía iba fatal y se produjo un enorme cambio en la cultura de la calle. N.W.A. lo plasmó sin censura ni filtros. La vida tenía buenos momentos, pero también momentos peligrosos, y captaron en sus canciones lo que pasaba. N.W.A. y Compton son una auténtica referencia histórica".
Antes de empezar el rodaje, Jason Mitchell visitó Compton para entender su relevancia. "Al llegar a California, cuando me dieron el papel, decidí documentarme al máximo", explica el actor. "Me pareció importante ver con mis propios ojos dónde había crecido Eazy. Si sabía más acerca de Compton, probablemente supiera más acerca de él".
Compton forma parte de N.W.A., como indica la conocida frase "Compton es el sexto miembro de N.W.A.", a menudo en boca de los que crecieron en el barrio. Gracias a N.W.A., raperos de la Costa Oeste como Snoop Dogg y Tupac Shakur, o exitosos raperos de Compton como The Game y Kendrick Lamar, premiado por los Grammy, ambos lanzados por Dr. Dre, el barrio es famoso en todo el mundo.
En los ochenta, los raperos de la Costa Este hablaban de sus comunidades, Compton no existía, y Eazy-E se empeñó en cambiarlo. Ice Cube habla de la importancia que tuvo Compton para todos ellos: "Era uno de los principales objetivos de Eazy. Quería hacer buenos discos, ganar mucho dinero y que Compton existiera. Siempre tenía presente a Compton, era parte de su vida; para él era muy importante".
Cuando en el barrio se enteraron de que iban a rodar en el sur de Los Ángeles, muchos vecinos se presentaron con la esperanza de ver a Ice Cube, Dr. Dre, DJ Yella y Mc Ren. Los "Reyes de Compton" habían vuelto para contar su historia y se les recibió con los brazos abiertos. Neil Brown Jr, hablando del rodaje en el barrio, dice: "Pasa lo mismo con la música de N.W.A., si Compton es feliz, el resto del mundo también".
Siempre que se iba a rodar en una zona, la noticia corría como la pólvora. Llegaban muchas personas para saludar y hablar con Ice Cube y Dr. Dre, que escuchaban atónitos cuando les recordaban lo bien que se lo habían pasado juntos en una fiesta.
Era absolutamente necesario captar el sabor de barrios como South Central y municipalidades como Compton a finales de los ochenta y a principios de los noventa para visualizar la película. F. Gary Gray, el diseñador de producción Shane Valentino y la diseñadora de vestuario Kelli Jones usaron todo el material que encontraron. Ice Cube, Dr. Dre, Tomica Woods-Wright y sus familias pusieron a su disposición fotos, vídeos y recuerdos de un barrio sumido en la guerra que libró la policía del condado de Los Ángeles contra las drogas y en la que todo hombre negro era sospechoso. Las auténticas víctimas de la brutal campaña que montó el entonces jefe del departamento de policía Daryl Gates contra las drogas y los pandilleros fueron las familias honradas de clase trabajadora que vivían en la zona y que quedaron atrapadas en el fuego cruzado.
Aparte del esfuerzo que hicieron los actores para ser fieles a sus personajes, contaron con la ayuda del departamento de peluquería, maquillaje y vestuario. Los decorados, que incluyen desde las duras calles de Compton hasta las elegantes casas de los barrios más ricos de Los Ángeles, también les permitieron fundirse en sus papeles.
Andrea Jackson encabezó el departamento de peluquería. Supervisó personalmente las pelucas de O'Shea Jackson Jr, Jason Mitchell y Paul Giamatti. Los dos primeros lucían un rizado "Jheri", tan de moda en los ochenta entre los afroamericanos, y Paul Giamatti llevaba una peluca estilo pompadour de color grisáceo.
La diseñadora de vestuario Kelli Jones, que se ocupó de la famosa serie "Hijos de la Anarquía", tiende a favorecer un estilo basado en la cultura urbana que acunó a N.W.A. Aun así, se documentó profusamente estudiando un sinfín de fotos y de vídeos, hablando con amigos y metiéndose en blogs de admiradores de N.W.A. Era consciente de que sigue habiendo muchos fans del grupo y quiso asegurarse de que sus diseños serían absolutamente realistas mientras acompañasen al grupo más peligroso del mundo en su recorrido de pobres a millonarios.
Su enfoque fue ser fiel a los diseños de la época, a los que añadió un toque moderno. Por suerte, le bastaba con observar a Ice Cube y a Dr. Dre, cuyo estilo sigue reflejando su conexión con las calles, para saber si había acertado. "Las letras directas de N.W.A. demostraban que eran tipos duros, como lo hacía su ropa", dice la diseñadora. "La sencillez lo era todo para ellos. No necesitaban llamar la atención. El estilo de los raperos de la Costa Este se basaba más en las marcas y tendía a ser ostentoso. Quise dejar clara la diferencia".
Pero los miembros de N.W.A. no eran inmunes a la fama y no tardaron en llevar cadenas y pulseras de oro. Obviamente, la diseñadora incluyó este tipo de complementos al vestuario de los actores.
Aparte de eso, no cambiaron de ropa ni de calzado, que puede resumirse en zapatillas Air Force One y Corteze de Nike, las Chuck Taylor All Stars de Converse, así como pantalones y camisas de Dickie. La diseñadora añadió algún que otro vaquero Levi's, camisetas ProClub, bermudas Pendleton y chaquetas de chándal, así como bastantes camisetas y gorras de Los Angeles Raiders. También se encargó de vestir a los actores de reparto y a los actores con pequeños papeles sin caer en la cursilería típica de los ochenta.
Un camión de vestuario llegó con ropa para los cientos de actores que se ven en segundo plano. "Es una suerte que los ochenta y los noventa vuelven a estar de moda", dice Kelli Jones. "Entré en una tienda y me encontré con toda una pared de vaqueros prelavados de cintura alta, y lo único que había en el mostrador de bisutería era aretes de bambú. Estaba asombrada. Pero fue una gran ayuda para vestir a las chicas que aparecen en segundo plano. Algunas llegaron por la mañana y parecían sacadas de un videoclip de los ochenta, me bastó con hacer ligeros cambios. Y para el resto disponíamos de un camión lleno de maravillas de aquella época".
El diseñador de producción Shane Valentino se encargó de buscar los decorados idóneos para contar el fulgurante ascenso de los cinco músicos. No fue tarea fácil recrear la municipalidad de Compton en los años ochenta, desde las modestas casas unifamiliares, pasando por los fumaderos de crack, hasta la discoteca Doo To y la pista de patinaje Skateland, así como las excesivas mansiones de famosos en los barrios más lujosos de Los Ángeles.
Solo se filmaron unas cuantas escenas en platós cerrados ya que el director y los productores querían aprovechar la posibilidad de rodar en el centro de Los Ángeles, el valle de San Fernando y otras áreas. Tal vez lo más complicado para Shane Valentino fue el diseño de los decorados donde transcurren los disturbios de 1992. El rodaje de las escenas se realizó en un día, pero los decorados se prepararon durante dos semanas.
El diseñador explica lo que significó recrear la ciudad de Los Ángeles de hace treinta años: "La mayor dificultad fue crear una ambientación que funcionara para la historia sin dejar de ser fiel a los documentos históricos de la época. Los Ángeles y algunas de las municipalidades colindantes son auténticos personajes dentro de la película. Por eso, algunos decorados debían trasladar el sentimiento de rabia e impotencia de la comunidad. Debíamos centrarnos en el material, no podíamos permitirnos el más mínimo error".
Las escenas de los disturbios se rodaron en cuatro manzanas del Laurel Canyon Boulevard, en la parte norte del valle de San Fernando, donde los edificios seguían teniendo el aspecto de la época. Los miembros del departamento de decoración levantaron fachadas quemadas de tiendas con lunas rotas y colocaron numerosos vehículos quemados y volcados. Cientos de figurantes tomaron la calle gritando: "¡Sin justicia no hay paz!", mientras otros se dedicaban a saquear tiendas, y algunos dueños de tiendas armados con fusiles les apuntaban desde los tejados. Coches de bomberos, conducidos por auténticos bomberos del departamento de Los Ángeles, cruzaron la escena a toda velocidad hacia un incendio controlado por el departamento de efectos especiales. Los transeúntes que pasaban por allí se detenían y miraban la escena, incrédulos.
Tanto el equipo como el reparto no podían dejar de pensar en el dramático paralelismo entre los violentos enfrentamientos, las detenciones aleatorias y el hostigamiento racial de mediados de los ochenta con las recientes muertes de jóvenes afroamericanos a manos de policías en Estados Unidos.
En cuanto empezó el rodaje en South Central y Compton, concretamente en el parque Leimert y en Crenshaw Boulevard, rostros del pasado acudieron para ver como resurgía su juventud. Una de las grandes dificultades a las que se enfrentaron el director y los productores era contar una historia basada en la vida de personajes reales que probablemente recuerdan el pasado de otro modo.
Pero no tenían motivo para preocuparse. Un gran número de viejos amigos, entre los que estaban Jimmy Iovine, Lonzo Williams, The D.O.C., L.A. Law y DJ Speed, y que aparecen brevemente en la película, pasaron por el rodaje y se quedaron atónitos al encontrarse con sus dobles. Muchos reconocieron que fue como volver atrás en el tiempo, no solo gracias a los decorados, sino al sentir la energía de los actores.
Hace ya unos cuantos años que Compton espera renacer bajo un nuevo liderazgo, tanto política como socialmente. Por muy difícil que sea borrar el estigma de violencia y drogas que planea sobre la ciudad, también está el poderoso legado que dejaron grupos como N.W.A.
A finales de los ochenta solo existía el rap de la Costa Este con artistas como Run-DMC, LL Cool J, Boogie Down Productions, Eric B. & Rakin y Beastie Boys recorriendo el país y promocionados por todas las emisoras de radio.
El entonces desconocido estilo realista del rap gangsta era típico de la Costa Oeste y había nacido en los barrios marginales del sur de Los Ángeles. Las letras de N.W.A., apoyadas por ritmos estilizados, fueron rechazadas por unos y aceptadas con entusiasmo por otros. N.W.A. se diferenciaba de los raperos de la Costa Este por sus comentarios sociales directos y sinceros en los que se mezclaban el candor más absoluto y el humor más crudo para describir la vida urbana en los barrios negros.
Ice Cube reconoce que era una mezcla explosiva: "En aquella época, y para mí, la música que hacíamos era nuestra arma y la única manera de que se fijaran en el barrio. Aparte de algunas noticias de segundos, a nadie parecía importarle lo que nos pasaba con la policía de Los Ángeles ni el problema del crack. La vertiente política de los discos me gustaba tanto como el aspecto 'gangsta', el ritmo y las rimas. Pero siempre nos preocupamos por añadir una dosis cómica a los temas porque éramos capaces de reírnos de cosas que harían llorar a la mayoría. Todo lo que hacíamos me entusiasmaba".
Era música para los habitantes de la zona, de los barrios marginales del sur de Los Ángeles, y ellos fueron los primeros en sorprenderse cuando las emisoras de radio empezaron a pinchar temas suyos. "Boyz-N-the-Hood" y la canción principal de su primer álbum, lanzado en 1988, "Straight Outta Compton", fueron los dos temas que dieron a conocer a N.W.A. a nivel nacional, produciendo reacciones muy diversas, desde la identificación más total, pasando por la curiosidad, hasta la indignación y el miedo.
Grabaron este primer álbum en poco más de un mes en Torrance, otra ciudad perteneciente al condado de Los Ángeles. Han transcurrido casi tres décadas desde la grabación, pero el disco no ha perdido su relevancia musical - sigue encabezando las listas del Mejor Álbum de Rap - ni social, especialmente ahora que un creciente número de afroamericanos muere a manos de agentes de policía estadounidenses.
El álbum fue un auténtico trampolín para N.W.A.; sin embargo, uno de los temas, "F*ck tha Police", levantó ampollas y el FBI tachó las letras de "incendiarias". La canción es una protesta contra la brutalidad policial que los miembros del grupo veían en su comunidad. Otro tema, "Gangsta Gangsta", describe la perspectiva de los jóvenes que están en el punto de mira de los pandilleros.
"No pensé que 'F*ck tha Police' tuviera un impacto mundial", explica Ice Cube. "Sabía que todos los que vivían en un barrio marginal, en un gueto, en una zona empobrecida sentían esa misma frustración y entenderían la canción. Pero ¿en todo el mundo? Creía que se limitaría a Estados Unidos".
Las represalias empezaron a llover. Fueron atacados por numerosos líderes religiosos, la policía y el PMRC (Parents Music Resource Center/Centro parental de recursos musicales). Los discos del grupo llevaban la etiqueta "Parental Advisory" (Advertencia parental), conocida como la etiqueta "Tipper", en referencia a Tipper Gore, cofundadora del PMRC y esposa del entonces senador Al Gore, que presionó para que se retiraran ciertas canciones. Condenados por el FBI, N.W.A. no tuvo más remedio que defender su derecho a la libertad de expresión y creatividad.
Hablando de aquella época, MC Ren dice: "'F*ck tha Police' era como cualquier otro tema del álbum, pero al despertar una controversia de semejante calibre, nos elevó a otro nivel. Todo el mundo estaba furioso, el FBI, los predicadores, los políticos, todos. A nosotros nos daba igual, solo queríamos hacer música. No me di cuenta del impacto que tuvo esa canción hasta bastante después".
Al igual que en otras películas enraizadas en la música, el director y los productores debieron enfrentarse a un dilema a la hora de seleccionar los temas que se incluirían en la banda sonora. Incluso es posible que en este caso, tratándose del repertorio de N.W.A., la elección fuera aún más complicada.
Todos deseaban homenajear la música radical de N.W.A., por lo que los temas originales debían reproducirse con la mayor exactitud posible. Pero ¿podrían los actores que encajaban a la perfección en los papeles imitar el sonido del grupo? En caso contrario, el supervisor musical Jojo Villanueva y el productor musical Harvey Mason Jr. deberían mejorar digitalmente las voces del reparto. En caso afirmativo, se grabarían las voces de los actores y se incorporarían a las pistas originales.
Las voces de N.W.A. son únicas y nadie estaba dispuesto a disminuir su esencia. Jojo Villanueva y Harvey Mason se aseguraron con mucho tiempo de antelación de que la mayoría del reparto, después de unas cuantas clases, sería capaz de recrear la mayoría de los temas del álbum "Straight Outta Compton", así como grabaciones en solitario de Eazy-E, Ice Cube y Dr. Dre. En algunos casos se fundiría la voz del actor con la del cantante para crear una hibridación equilibrada.
El reparto era muy consciente del impacto musical y social que el grupo había tenido e incluso sigue teniendo, y gracias a las conversaciones con los personajes reales consiguieron una mayor fidelidad en sus interpretaciones. "La música de N.W.A. es la voz del pueblo", dice O'Shea Jackson Jr. "Hablan de realidades de las que nadie se enteraría a través de los medios. Revelan el problema y quitan la venda de los ojos de la gente".
Los actores se tomaron muy en serio su trabajo en el estudio de grabación. Corey Hawkins y Neil Brown Jr. aprendieron a manejar las mesas de mezclas y los platos con ROBERT "DJ ROBSHOT" JOHNSON, que se unió al equipo como asesor.
"Corey y yo debimos aprender a actuar como auténticos DJ", dice Neil Brown. "Quería saber cómo hacer scratch, mover discos, mezclar. Le pedí a Robshot que me lo enseñara todo y lo hizo. Desde instalar el equipo hasta desmontarlo y todo lo que ocurre entremedias. Practiqué hasta que se convirtió en algo mío, natural, hasta que me convertí en un DJ".
Ice Cube sugirió que la producción recurriera a otro rapero, William "WC" Calhoun, de Westside Connection, otra colaboración musical de Ice Cube, para enseñar al reparto a rapear y a comportarse en un escenario. WC trabajó con todos los actores individualmente, enseñándoles un método para captar el ritmo correcto en cada tema, además de proporcionar un estilo diferente a cada uno.
Las clases de rap surtieron efecto. "Soy actor, no soy rapero, pero puedo fingir que sé rapear", explica Corey Hawkins. "Dub ha sido una genial ayuda para todos nosotros. Fuimos al estudio y escuchamos lo que cada uno había grabado. Luego vinieron Cube y Dre y nos dijeron que lo habíamos hecho bien, que Eazy estaría orgulloso de nosotros. Fue una sensación muy fuerte".
La preparación previa ayudó a los actores a sentir que iban mejorando y que formaban parte de un grupo. En la primera escena de la película, Ice Cube sube al escenario con Dr. Dre y DJ Yella, que están tocando con World Class Wreckin' Cru en la discoteca Doo To, en Compton. Allí canta una versión sin pulir de "Gangsta Gangsta" que llama la atención de Eazy-E. Era la primera vez que O'Shea Jackson Jr, Corey Hawkins y Neil Brown Jr, que empezaban a sentirse cómodos con los platos, subían juntos a un escenario. Y para hacerlo un poco más difícil, el auténtico Dr. Dre decidió pasarse por el rodaje aquel día.
Uno de los momentos más memorables fue el rodaje del primer espectáculo oficial de N.W.A. en el famoso recinto Skateland USA, en Compton, una pista de patinaje sobre ruedas donde actuaban cantantes de hip-hop de fama local y nacional. "Para Compton, Skateland es como el Apollo para Harlem", explica MC Ren.
Aquel día aparecieron Dr. Dre, DJ Yella, MC Ren y The D.O.C., que escribió y salió de gira en varias ocasiones con el grupo. Los nativos de Compton se quedaron atónitos al descubrir el absoluto parecido del decorado con el verdadero Skateland (se rodó en una pista de Glendale) y por el comportamiento de los actores.
"El día que debíamos rodar la escena del espectáculo en Skateland, nos dimos cuenta de que había muchos espectadores y que todos bailaban escuchando 'Dopeman'", recuerda Corey Hawkins. "Ahí estaba, sampleando, y empezamos a sentir que éramos N.W.A., éramos un grupo, había feeling. Nuestros personajes se jugaban mucho, pero también nosotros, debíamos demostrar de lo que éramos capaces".
Cuando llegó el momento de rodar las escenas de la gira, los cinco intérpretes estaban perfectamente sincronizados. Las escenas son un montaje de varias de las 40 ciudades incluidas en la gira de 1988 de N.W.A., entre las que están Houston, Texas; Louisville, Kentucky, y sobre todo Detroit, Michigan, donde hubo un desagradable incidente cuando la policía tomó el escenario después del tema "F*ck tha Police".
Estas escenas quizá fueron los momentos de mayor nostalgia para Ice Cube y Dr. Dre, que no dudó en felicitar a O'Shea Jackson Jr y en decirle que su forma de moverse, sus gestos y sus inflexiones le recordaban a su padre. "Si Dre tiene un flashback viéndome en un escenario, debe ser porque lo hago bien", dice el joven actor.
El rodaje de estas secuencias se desarrolló durante dos días en el Los Angeles Sports Arena y un día en el Santa Monica Civic Auditorium. En ambos casos, miles de seguidores de N.W.A. y figurantes cantaron, gritaron y aplaudieron mientras los cinco actores tocaban "F*ck tha Police", "Straight Outta Compton" y "Compton's N the House". Se oía a los fans dirigiéndose a Jason Mitchell con gritos de "Te queremos, Eazy", mientras los técnicos preparaban la siguiente toma.
Ice Cube, Dr. Dre, Dj Yella y MC Ren no quisieron perderse esta parte del rodaje y su presencia dio aún más energía al reparto y a los figurantes. Fueron días muy largos, incluso para los extras más experimentados, pero cada noche, al acabar el rodaje, Ice Cube y WC saltaban al escenario para cantar un par de temas. Ice Cube incluso invitó a su hijo a unirse a él, lo que desató un auténtico delirio entre el público.
A pesar del cansancio, para todos había sido genial.
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