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SINOPSIS
Perseguidos por la mafia húngara y por Scotland Yard cuatro atracadores liderados por un hombre de 76 años deciden taladrar un depósito de seguridad, de acero y hormigón, en el barrio de las joyerías, en pleno Londres...
INTÉRPRETES
MATTHEW GOODE, JOELY RICHARDSON, STEPHEN MOYER, CLIVE RUSSELL, PHIL DANIELS, DAVID CALDER, LARRY LAMB, JACK DOOLAN, DANIEL EGHAN, PENNY JUDD, MARK HARRIS, CRAIG RUSSELL, DUNCAN CASEY
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PLANIFICAR EL GOLPE...
Durante la Semana Santa de abril de 2015 se llevó a cabo un robo sin precedentes en el distrito londinense de Hatton Garden. Los ladrones atracaron las instalaciones subterráneas de alta seguridad de The Hatton Garden Safe Deposit Company llevándose alrededor de 200 millones de libras. Los medios no tardaron en hacerse eco de la noticia del mayor atraco de la historia de Inglaterra, más si cabe al saberse que los atracadores tenía entre sesenta y setenta años.
“Creo que es la primera vez que se da algo así: un atraco de abueletes”, comenta el productor Ben Jacques. “Fue un evento muy mediático. Si hubiera sido una panda de delincuentes de nuestra edad, la gente hubiera pensado ‘Vale, otro robo’, pero al ser casi pensionistas, la historia daba mucho juego. A nosotros también nos llamó mucho la atención”.
En un primer momento, el actor-guionista-director Mark Harris (Abducted) se puso en contacto con Jacques para hablar de llevar el robo de Hatton Garden al cine. Tras plantearse financiar el filme a través de inversores privados, decidieron tomar otro camino. “Le dije, ‘Veo posibilidades para hacerlo a través de otros medios’”, recuerda Jacques. “’Podemos distanciarnos de los de siempre.
¡Podemos contar con alguien de primera!’”.
Jacques propuso al director Ronnie Thompson, con quien trabajó en 'Green Street 3: Never Back Down' (2013), una producción sobre los actos violentos de los hooligans del East End londinense con guion de Thompson. Al guionista-director le encantó la idea. “Una historia sobre un grupo de jubilados que llevan a cabo un robo sin herir a nadie en una época en la que no se suelen dar este tipo de cosas”, comenta Thompson. “Me pareció muy interesante”.
Hoy en día, en los tiempos de la alta seguridad y la tecnología informática, atracar un banco parece algo del pasado. “Se ha reforzado la seguridad”, comenta Thompson. “Por eso la mayoría de los delitos son cibernéticos. Ahí está la clave de la película… En esta historia los abueletes son fundamentales porque las nuevas generaciones no saben llevar a cabo este tipo de golpes,
básicamente porque ya no se hacen”.
En cuanto Thompson se unió al proyecto, Jacques habló de la financiación con Signature Entertainment. “Signature fue mi primera opción”, recuerda. “Me dijeron que les encantaba el proyecto y querían hacerlo. Me dijeron que trabajáramos juntos para que todo fuera rodado. Ha sido un placer trabajar con ellos. En serio. He trabajado con diferentes productoras en el pasado, pero ellos nos han mimado mucho. Han sido muy atentos”.
Después de conseguir la financiación, Thompson se reunió con los guionistas Dean Lines y Ray Bogdanovich (Now I’ll Sleep) para escribir The Hatton Garden Job. A Harris le encantó su elección: “Es como cuando cocinas una tarta. ¡No se puede hacer una tarta sin tener los ingredientes!”, comenta. “Si quieres un plato combinado, vas a una cafetería. Si quieres comer como un rey, vas a un restaurante con estrella Michelín. ¡Así que fuimos a por guionistas con estrella!”.
Los ladrones –Brian Reader y el resto de su equipo, John ‘Kenny’ Collins, Daniel Jones y Terry Perkins– eran delincuentes profesionales con una larga lista de antecedentes, pero The Hatton Garden Job se centra solamente en los datos que se hicieron de dominio público. “No profundizamos mucho en su pasado porque no queríamos alejarnos demasiado de la historia que estábamos contando”, comenta Jacques. “El que quiera información sobre eso que haga un documental sobre su historia. Nosotros queríamos plantear el atraco a lo Ocean’s 11 (Hagan juego)”.
Al ponerse con el guion, Thompson, Lines y Bogdanovich se dieron cuenta de que, por motivos legales y cinematográficos, lo mejor sería mezclar la realidad con la ficción. “Hay muchas teorías”, explica Thompson. “Tenemos los datos que salieron en la prensa, los informes de los juicios y también hay algunos elementos que surgen de teorías que hemos leído por ahí. Hemos creado una historia hilando hechos reales. Esto es una película, no es un documental”.
En parte esto se debe a la eficiencia con la que se llevó a cabo el robo, comenta Jacques. “La verdad es que cuando investigamos el caso, vimos que estos tipos entraron, robaron los depósitos y se marcharon. No había ni un elemento dramático más allá de la escena del taladro. Hicieron tan bien su trabajo que contarlo tal y como sucedió hubiera sido un rollo. Por eso añadimos esos toques de intriga y suspense al llevar el atraco a la pantalla”.
También había otros motivos para crear una historia ficticia basada en los hechos reales. Uno de los personajes, apodado ‘Basil’ por Scotland Yard y la prensa, escapó sin ser detenido. “Nadie sabe qué edad tiene”, dice Thompson. “Hay muchas teorías, pero nadie sabe quién es. Solo se sabe que estuvo allí. Creemos que fue él quien lo organizó todo, así que he montado teorías sobre sus contactos”.
Thompson y los guionistas decidieron llamar a este misterioso personaje ‘XXX’ y crearon un pasado que explicara de dónde había salido la idea del robo, con personajes interesados en que Reader y sus secuaces llevaran a cabo este atraco tan audaz. La historia de The Hutton Garden Job fue cogiendo forma, con personajes sacados de la mafia húngara, un expolicía corrupto y hasta una figura destacada del mundo criminal londinense.
A pesar de los elementos de ficción, Thompson se ciñó a los hechos reales para el resto de la historia y, de hecho, al finalizar la película Reader, Jones, Collins y Perkins acaban en la cárcel. “Muestro que al final los pillaron, pero paso muy por encima de las detenciones. Para mí la historia acaba cuando están celebrando haberse salido con la suya. Las detenciones se muestran de forma graciosa, porque los pillaron de forma bastante graciosa. Esas escenas están basadas en la historia real. Fue como un castillo de naipes, ¿sabes?”.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad que muestran a Collins volviendo a la escena del crimen en su propio Mercedes en vez de en la furgoneta robada resumen bastante bien el lado cómico de The Hatton Garden Job. “Quiero que el público disfrute con esta película”, comenta Thompson. “No es una historia dramática. Es puro entretenimiento. La historia me pareció muy entretenida cuando la leí y siempre le ha resultado divertida a la gente cuando hemos hablado de ella. Cuando le contaba a la gente que estaba rodando una película sobre esta historia, solían reírse bastante”.
COMETER UN ROBO A PLENA LUZ DEL DÍA...
Al igual que los ladrones de Hatton Garden, la producción también iba apurada de tiempo, con poco margen de maniobra. Rodaron durante 25 días entre junio y julio 2016 en localizaciones de Londres y en un plató en Stratford, donde el equipo del director de producción Jeff Schell construyó una réplica del depósito de seguridad de Hatton Garden. Entre otras cosas prepararon dos bloques de hormigón, de una tonelada cada uno, como el principal obstáculo para acceder al depósito.
Thompson insistió en que los actores taladraran el hormigón de verdad. “En vez de montarlo en la posproducción de sonido para que diera el pego, me pareció que sería mucho mejor que los actores utilizaran un martillo hidráulico de verdad, taladraran el hormigón y accedieran al depósito a través del agujero”, dice. “Pensé que añadiría realismo al filme y sacaría mejores interpretaciones de los actores. Me alegra haberlo hecho así, en vez de hacer primeros planos cerrados de los actores y después mostrar el agujero”.
Lamb comparte la opinión del director y comenta que hubiera sido muy difícil interpretar una escena así. “He taladrado un montón de hormigón y no sé cómo sería actuar en una escena así sin hacerlo de verdad”, se ríe. “La cuestión es que ellos lo hicieron. Consiguieron atravesar medio metro de hormigón para acceder al depósito. Como decía, he manejado un taladro durante muchas horas y no es uno de mis pasatiempos preferidos, la verdad”.
Daniels recuerda cómo fue el día. “Había un montón de polvo. Fue muy divertido. Pero eso me gusta, me gusta ensuciarme mientras hago mi trabajo”, cuenta. “Me sentí bien porque fue muy real.
Solo fueron un par de paneles, pero nos lo pasamos en grande”. Según Calder, hacerlo así aportó realismo a la escena: “A veces no necesitas actuar porque simplemente tienes que reaccionar a la situación, y en esta ocasión maniobrar un taladro para atravesar un bloque de hormigón era interpretar el papel”.
El rodaje se desplazó a varias localizaciones en Londres y alrededores como Wanstead, Ilford, Walthamstow, Bethnal Green y, por supuesto, Hatton Garden. A pesar de las inclemencias del verano inglés –Jacques cuenta que sufrieron todo tipo de calamidades meteorológicas durante el rodaje– los escenarios le dan a The Hatton Garden Job una estética impresionante, creando una postal contemporánea de la capital británica.
Incluso rodaron una escena en Boleyn Ground, el campo donde jugaba el West Ham United antes de trasladarse al London Stadium. El antiguo estadio estaba a punto de ser demolido pero queda fenomenal en la película. “Me gusta el West Ham”, comenta Thompson, “y rodamos escenas geniales en el estadio. Es un sitio genial. Se habían llevado algunos de los asientos, pero se percibía como algo histórico igualmente”.
En la escena aparecen Harris, Richardson y Moyer, gran seguidor del West Ham. “Para mí fue la guinda del pastel”, se ríe. “Cuando llegué, el equipo estaba todavía de camino desde otra localización. Salí al campo y era la única persona en todo el estadio. Ronnie estaba cogiendo el equipo y yo estaba ahí solo, en medio del césped. Fue impresionante. Mi padre me llevó por primera vez a ese estadio cuando tenía seis años”.
Todo el reparto se quedó impresionado por la forma de gestionar el rodaje de Thompson, ayudado por el director de fotografía Arthur Mulhern. “Tenía las cosas muy claras”, explica Richardson.
“Cuando ruedas una película independiente tienes mucha presión en cuanto al dinero y a los plazos.
Confiaba en los actores y dejó que el resto hiciera su trabajo sin meterse demasiado. Tenía en la cabeza cómo quería que fuera la película”. Jacques también habla maravillas de la eficiencia del director a la hora de filmar las escenas y organizar el rodaje.
“No se anda con tonterías. Una de las cosas que más me gustan de Ron es que cuando consigue lo que quiere, pasa a la siguiente escena. No se puede hacer el bobo cuando se rueda a este nivel y con estos tiempos. Hay que darlo todo en todo momento y en cuanto se clava una escena, se pasa a la siguiente. No se puede andar haciendo 19 tomas. Los directores que quieren que repitas algo una y otra vez no sirven para este tipo de proyectos. Él funciona muy bien de esta forma. También dirige muy bien al reparto. Llega y le da la mano a todo el mundo al terminar cada día”.
LA HUIDA...
Thompson tiene muy claro lo que quiere conseguir con The Hatton Garden Job. “Quiero que sea una película comercial que vean muchos espectadores, no solo en el Reino Unido, sino en todo el mundo. De ahí el reparto de grandes estrellas. La cuestión es que es una historia muy interesante.
Seas quien seas, vivas donde vivas, la historia te va a resultar curiosa. Es diferente y es divertida”.
A Thompson le encanta el cine de Martin Scorsese y quería emular a su ídolo haciendo buen uso del lenguaje cinematográfico. “No estamos mostrando la realidad, sino una interpretación cinematográfica de la realidad”, explica. “Es un filme muy enérgico. Hay una voz en off y algunos temazos musicales. Parece que los protagonistas incluso rejuvenecen según avanza la película, en su forma de andar y de vestir. Es como si volvieran a nacer. Esa es la historia que quería contar”.
No obstante, Thompson aclara que The Hatton Garden Job no es una película de gánsteres. “He intentado alejarme de las películas británicas sobre gánsteres. No es eso para nada. ¡No estoy intentando que sea Imserso’s 11! No quiero retratar a estos hombres como villanos. Quiero contar una historia divertida y emocionante porque hoy en día hay gente pasándolo mal que necesita distraerse… Estoy bastante orgulloso de que no se parezca a las típicas películas violentas de bajo presupuesto sobre la mafia”.
Harris comparte la opinión del director. “No lo veo como un film de gánsteres. Es un poco como 'Un trabajo en Italia”, comenta. “A todo el mundo le va a encantar. Es para todos los públicos, incluso para los jóvenes”. “No hay lenguaje soez, lo cual también es diferente”, añade Russell. “Creo que el público se va a llevar una sorpresa agradable. Por estética, podría pensarse que es como 'Lock & Stock', pero luego es totalmente diferente”.
“El cóctel de comedia y drama convierte el filme en un buenísimo ejemplo de narrativa”, comenta Calder. “¿Cómo se reúne el grupo? ¿Cómo montaron el atraco? ¿Cómo lo ensayaron? ¿Cómo consiguieron la información? ¿Cómo lo llevaron a cabo? ¿Cómo los pillaron? Por ahí, es bastante sencilla y simple. Es la historia de un grupo de hombres. Unos señores que cometieron este [robo] y lo dieron todo para que saliera bien. Es una historia muy diferente y audaz”.
REUNIR A LA PANDILLA...
A la hora de elegir a los actores, Thompson empezó por Brian Reader. “No tenía especial interés por que se parecieran a la persona a la que estaban interpretando”, comenta “Dicho lo cual, siempre me pareció que Brian Reader tenía un aire a Larry Lamb. Quizá Larry es algo más guapo, pero me recordaba a él. Siempre me ha encantado ese actor. Es un intérprete de primera y ha interpretado un montón de delincuentes. Me pareció que encajaba muy bien como Brian”.
Lamb, conocido por Eastenders y Gavin & Stacey, había encarnado anteriormente a un delincuente cuando interpretó el papel de Bruce, el jefe de la pandilla de ladrones de la película Buster, sobre el atraco al tren postal de Glasgow a Londres. Después de ese papel secundario, en 'The Hatton Garden Job' toma las riendas con un protagonista. “Creo que es un tipo muy pero que muy listo”, comenta Lamb sobre Reader. “Alguien que está ya de vuelta de todo y se las sabe todas”.
Después de contratar a Lamb, buscaron al resto del reparto. “No cerramos ninguna puerta”, comenta Jacques. “Hablamos con actores importantes y muchos de ellos mostraron interés por el proyecto”. El actor británico Matthew Goode, conocido por proyectos tan importantes como 'The Imitation Game' (Descifrando Enigma) y Aliados, da vida al misterioso ‘XXX’. “Contar con Matthew ha sido increíble”, admite Jacques. “Es genial ver a un intérprete tan bueno como Matthew compartiendo cartel con estos veteranos”, añade Thompson.
Para los “veteranos”, Thompson y Jacques buscaron a reconocidos actores de personajes. ‘Danny Jones’, el más joven del grupo, cobra vida gracias a Phil Daniels, cuyo currículum incluye Quadrophenia, Scum y Meantime de Mike Leigh. “Recuerdo haber leído la noticia”, comenta Daniels.
“Y luego pensé, ‘Estaría bien que me ofrecieran un papel en una película sobre esto. Me pegaría bastante’. ¡Y tenía razón!”.
Teniendo en cuenta que los delincuentes están cumpliendo condena, no fue fácil documentarse sobre el papel. Aun así, Daniels consiguió dar con algunos datos interesantes.
“Descubrí que mi personaje era un poco excéntrico”, comenta. “Le gustaba llevar un sombrero fez.
No lo llevo en la película, pero a él le gustaba ponerse uno de vez en cuando. También le gustaba el rollo militar y dormía en un saco en el suelo de su casa”.
A Jacques le impresionó el trabajo de Daniels antes de empezar a rodar. “Phil se documentó sobre su personaje. No lo habíamos metido en el guion, pero se enteró de que tenía un perro, así que improvisó lo de ‘Venga, Rocket, vámonos’. El perro de ‘Danny Jones’ se llamaba ‘Rocket’. No estaba en el guión, pero Daniels lo sabía”. Jones también salía a correr y a Daniels le parecía que era importante clavar todos los detalles. “Quería ceñirme a la realidad cuando pudiera”.
David Calder fue elegido para el papel del “músculo” de la pandilla, Terry Perkins. Calder lleva casi cincuenta años en el mundo del espectáculo y ha trabajado en infinidad de registros, desde “Hamlet” hasta la película de James Bond 'El mundo nunca es suficiente'. Enseguida le interesó la historia de estos hombres. “No creo que llegaran a ser quienes eran en el mundo criminal por ser simpáticos… Eran tipos de esos con los que no quieres cruzarte en un callejón oscuro. Pero la sensación de compromiso, la coordinación y las agallas de esta pandilla para llevar a cabo el plan me impresionaron”.
A Calder también le gustó el lado más afable de Perkins. “Le encanta contar historietas y eso me pareció muy divertido. Cuenta algunos chistes buenísimos o otros nefastos. Hay que ser un tipo bastante raro para fugarse de la cárcel y esconderte en casa de tu madre. ¡Eso hizo él! Según dicen se cansó de que ella le diera la chapa y volvió a entregarse. Es un tío que está en contacto con el lado absurdo de la vida”.
Clive Russell, el conductor/vigilante ‘Kenny Collins’, es otro actor de renombre, conocido por 'Juego de Tronos' y las películas de Sherlock Holmes de Guy Ritchie. “Me pareció divertido”, comenta Russell sobre el guion. “He de decir que cada vez que cogía un taxi en Londres o le comentaba al alguien en lo que estaba trabajando, en cuanto pronunciaba las palabras ‘Hatton Garden’ mi interlocutor siempre sonreía. La gente se quedó con esa historia. La idea de unos abueletes que intentan dar un golpe y la arman parda le resulta divertida a la gente”.
Según Russell, ‘Kenny’ es un tipo muy suyo. “Se ríe mucho, tose mucho, no es muy avispado y es muy buen conductor. Hay una secuencia genial en la que conduce a toda velocidad por un espacio muy reducido en un parking. Por supuesto, ahí no iba conduciendo yo. Eso fue cosa de un especialista fantástico. Ese tipo de trompos se suelen hacer con el freno de mano, pero los Mercedes modernos no tienen, así que lo que hizo fue bastante impresionante”.
En cuanto cerraron los papeles protagonistas, la producción se centró en buscar a los actores de reparto. Harris fue elegido para dar vida a ‘Frank Baskin’, un inspector de policía corrupto que detiene a ‘XXX’ por robar una casa londinense. Volvemos a verle cuando ‘XXX’ ha cumplido su pena de tres años de cárcel y está planeando el golpe de Hatton Garden con Reader. Entonces Baskin, ya jubilado, trabaja para una de las principales familias ‘criminales’ de Londres.
A Harris le había interesado la historia desde antes de estar metido en la película e incluso había visitado la escena del crimen en 2015. “Fui al lugar donde ocurrieron los hechos de Hatton Garden y me dejaron entrar. La zona de los depósitos es muy pequeña. Entré y vi que estaba todo patas arriba. La habían montado buena. Presencié de primera mano lo que se coció ahí dentro. Fue bastante emocionante estar ahí. Cuando se pusieron en contacto conmigo para el papel me vino fenomenal haber estado allí y saber lo que había ocurrido”, dice con una sonrisa. “Incluso tenía fotos”.
En la historia de Thompson, Baskin trabaja para Marcus Ford, un gánster con muchos contactos que tiene un interés especial por el robo de Hatton Garden porque necesita recuperar la caja 175.
“Nunca hablamos de lo que contiene”, comenta Jacques. “Es como el maletín de Pulp Fiction”. Ford, interpretado por el londinense Stephen Moyer (True Blood), le pide a Baskin que chantajee a ‘XXX’ y compañía para que obtengan la caja o vayan a parar al trullo.
“Mi personaje representa a un tipo del East End que tiene mucho poder”, explica Moyer. “Sabe que hay algo en el depósito y como se entera de que va a pasar algo por allí, quiere estar metido en el pastel. Forma parte de la organización que corta el bacalao en el submundo del crimen organizado londinense”.
Moyer consiguió el papel gracias a su amigo Larry Lamb. “Cuando leí el guion sabía que estarían buscando a actores para los diferentes papeles”, comenta Lamb. “Le dije a Ronnie, ‘Soy muy amigo de Stephen Moyer. No sé si estará disponible, pero creo que aquí hay un papel para él’. Me puse en contacto con él y resulta que estaba ocupado, pero pudo escaparse un fin de semana para este cameo. Ha sido genial poder contar con él”.
El triángulo se completa con la mafia húngara, controlada por la glamurosa Erzebet Zslondos, interpretada por Joely Richardson. Erzebet es quien contrata a ‘XXX’, le entrega los planos y los códigos de las alarmas del depósito y le pide 14 millones de libras por los esfuerzos. La reconocida actriz, que ha trabajado con David Fincher en Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres y con Oliver Stone en Snowden, conoció la historia por un artículo de Vanity Fair.
“Ocurrió hace poco y recuerdo que pensé: ‘Cuando llevas tanto tiempo por aquí ya nada te sorprende’”, se ríe. “Es peligroso utilizar la palabra ‘cómico’ cuando se trata de un delito, pero hay algo tan audaz [en este tema]: las imágenes de la cámara de seguridad de estos hombres que pensaban que podían dar el golpe del siglo. ¡Y casi lo logran!”.
Según Richardson, Erzebet se mete en este lío por dinero. “Ella lo ve como un negocio muy jugoso”, comenta sobre su papel, una mujer que, a pesar de moverse en un mundo dominado por hombres, es uno de los personajes más peligrosos del filme. “No querrías estar a malas con ella. Es absolutamente letal… No tiene corazón, es fría como una piedra, se las sabe todas y a la vez también es muy sexual”.
Para preparar el personaje, que comparte nombre con la madre de Ronnie Thompson, quien también es húngara, Richardson tuvo que aprender a hablar con acento. “Ronnie quería que fuera muy sutil. Le pidió a su madre y a algunas otras mujeres húngaras que me dejaran mensajes en el contestador, aunque su madre habla inglés mejor que la Reina de Inglaterra. Pensé que quedaría mejor si exageraba un poco más el acento, puesto que ayudaría a los espectadores a situar al personaje”.
GALERÍA DE FOTOS
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