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NOTAS DEL DIRECTOR...
   La película Tres Pisos está basada en la novela de Eshkol Nevo ‘Tres pisos arriba’. Tanto la película como la novela cuentan las historias de tres familias que viven en el mismo edificio, donde se abordan temas universales como la culpa, las consecuencias de nuestras elecciones, la justicia y la responsabilidad de ser padre.
  Los personajes son frágiles y están asustados, impulsados por miedos y obsesiones, y a menudo acaban realizando acciones extremas. Sin embargo, sus motivaciones emocionales y sentimentales son siempre claras para nosotros. Mientras que en la novela terminan en el punto álgido de sus respectivas crisis, en la película consideramos importante llevar las narraciones hasta sus conclusiones, para explorar las repercusiones que las acciones de los personajes tienen en sus propias vidas y en las de sus seres queridos.
  Cada historia se desarrolla como una película en sí misma, antes de entrelazarse entre sí. En el continuo cambio de un personaje a otro, suspender la narración o añadir transiciones de escenas nunca fue una opción: cada escena es fundamental. La profundidad de los temas tratados en la novela me llevó a pensar que la película debía reducirse a lo esencial y tener un tono seco, sin permitir distracciones ni digresiones.
  En una época en la que se debate tanto sobre el legado medioambiental que dejaremos a nuestros hijos, se habla poco de lo que les dejaremos en términos de herencia ética y moral. Cada gesto que hacemos, incluso en la intimidad de nuestro hogar, tiene consecuencias que afectarán a las generaciones futuras. Cada uno de nosotros debe ser consciente de este hecho y asumir su responsabilidad: Son nuestras acciones las que legamos a nuestros hijos. Esta historia describe cómo tendemos a llevar una vida aislada, alejándonos de una comunidad de la que ya no somos conscientes o que consideramos desechable. Sin embargo, las historias muestran hasta qué punto estamos implicados en un esfuerzo colectivo por sentirnos parte de una comunidad. La película es una invitación a abrirse al mundo exterior que llena las calles más allá de nuestros muros domésticos. Ahora depende de nosotros no encerrarnos en uno de estos tres pisos”.

DESENTRAÑANDO LA HISTORIA DE LA PELÍCULA...
  Tres Pisos es la historia de tres familias que viven en el mismo edificio. En el primer piso, la familia de Lucio y Sara se ve sacudida por las dudas de Lucio sobre lo que realmente le ocurrió a su hija Francesca, de siete años, la noche en que se perdió con el vecino mayor que la cuidaba. Con el tiempo, sus dudas se convierten en miedo y acaban convirtiéndose en una obsesión desesperada que destruirá la vida de Lucio y su familia.
  En el segundo piso, Mónica, Giorgio y su hija Beatrice caminan por una fina línea, que separa la racionalidad de la imaginación, cuando Mónica se ve turbada por la llegada de Roberto, su cuñado. Mientras Giorgio está fuera, Mónica descubre que Roberto es el tipo tranquilo y atento con el que siempre había querido casarse.
  Cuando Giorgio regresa, encuentra a Mónica confundida e incapaz de explicar lo que realmente sucedió con su hermano. Giorgio se da cuenta de que, a partir de ahora, ya no podrá dejarla sola. Pero tal vez sea demasiado tarde de todos modos.
  Dora es juez, como su marido Vittorio. Viven en el último piso del edificio con su hijo de veinte años, Andrea.
Una noche, Andrea, borracho, conduce su coche, atropella a una mujer y la mata. La tensión entre padre e hijo estalla y se convierte en una ruptura. Andrea acaba en la cárcel y Vittorio obliga a Dora a tomar una dolorosa decisión: o él o su hijo. Dora se queda con Vittorio hasta que éste muere y sólo entonces reconoce que ha llegado el momento de seguir su propio camino.

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