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NOTAS DEL DIRECTOR...
En Salem, renunciar a la creencia en el mundo invisible es la única enfermedad que se permite que padezca la estimulación de la imaginación. Los conflictos congregacionalistas del pueblo de Salem hacen de este indicio espectral su propia “violenta tempestad como compensación con respecto al invierno de ‘los señores’” – aunque hay que tener presente que estos elementos no bastan por sí mismos para explicar el fenómeno conocido precisamente como los juicios. Es porque buscamos independencia, que no debemos mostrarnos ingratos con tales violentas inversiones de las perspectivas y valoraciones usuales que se produjeron con el descubrimiento y testimonio por el que fue juzgada por brujería. Debería ayudar a confirmar las sospechas de que practicaba realmente la brujería – con lo que el espíritu ha visto las travesuras y la futilidad de la cabra y habrá desfogado su furor contra sí mismo.
Prosperar de esta manera no exige precisamente poca disciplina y fascinación por su futuro perdido – “Los vecinos de Salem eran, al fin y al cabo, puritanos, lo que significa que veían su comunidad no solamente como un grupo de individuos, sino como una sola entidad unida bajo el puño de Dios” (lo que es un disparate, puesto que se creía que una bruja podía hacer daño a alguien simplemente clavando agujas y otros objetos en un muñeco que representaba a la víctima – un absurdo total por lo que respecta a Margaret Morgan y al aquelarre de las seis brujas), así como la capacidad de controlar lo que uno sabe – fueron aquellos que empezaron a señalar a los demás para que aceptaran las conjeturas y se deshicieran de ellos, de modo que únicamente alguien envuelto en el sudario sabe cómo emplear interpretaciones diversas al servicio de algo más grande (no meramente por la apariencia de los sentidos, sino por un tipo de adoración mucho más elevado, cuando las acusaciones de brujería se hicieron tan comunes como la leña). Esta situación generó una enorme tensión y crueldad sin razón -- un voluptuoso placer listo para alcanzar su clímax cuando la primaria sociedad de la razón declaró que “un recitado perfecto no hacía nada por impedir los juicios de las brujas”, pero “hay un toque de verdad en estar atrapado en una vida de borrego – aunque la razón queda excluida del rebaño”.
La cabra es la única que sabe lo que es el libre albedrío, por lo que siempre será castigada y apartada. La bestia no deja de lamentar que deba separarse de su cría al nacer – la bestia que había yacido primero bajo su sangre, ya no descansaba en su seno.
Y juntos durante ese breve tiempo, la idea de cualquier imagen o sonido expuestos en película – trampas de conceptos tan contradictorios como “la pura razón ante los ojos de Dios y más allá de la absoluta espiritualidad”. En adelante, mantengámonos en guardia ante la antigua y peligrosa ficción conceptual, tan cercana a la gran pantalla (suponiendo que fuéramos capaces de ello) y disfrutemos de las palomitas calientes cubiertas de mantequilla.
Aunque por sí mismo pueda resultar insuficiente; este mundo siempre ha exigido que el “ojo de lo absurdo” proclame que “nadie ha vuelto a morir condenada por brujería en América tras el juicio a las brujas de Salem” – aunque a ello deba añadir -- hurra por Hollywood.