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NOTAS DEL DIRECTOR...
Una película es un como un animal. Los animales andan solos, se mueven por instinto. Como si de un caballo se tratase, el cineasta podrá montarse encima e intentar dirigirlo hacia donde él desee, pero una película sólo será una buena película si toma decisiones por sí misma. El trabajo del cineasta consiste en la creación de las circunstancias para la aparición de un organismo vivo y autónomo. Hay miles de excepciones a esta regla, pero ¿qué sería una regla sin excepciones?
En 'The Juan Bushwick Diaries', he intentado desmontar el género diarístico y construir con sus piezas una historia ficcionalizada; realidad y ficción se entrecruzan hasta formar un nudo imposible de deshacer.
La mezcla resultante es un collage de reflexiones y sensaciones sobre el triángulo que forman cine, realidad y cineasta. El cineasta es un personaje de ficción llamado Juan Bushwick, un neoyorquino en crisis, un tipo que se aburre, un rubio cansado de Barcelona.
El actor que interpreta a Juan Bushwick es Barry Paulson (músico, escultor, diseñador, amante de los perros y muchas otras cosas), quien se prestó incondicionalmente a participar en este proyecto loco, en el que sabíamos donde empezaríamos, pero no teníamos ni idea de dónde acabaríamos. Primero, había un guión o, mejor dicho, unas notas pasadas a documento de Word que daban pistas sobre por dónde discurriría la vida del personaje. Empezamos a rodar siguiendo esta guía que se iba transformando a medida que pasaban los días de rodaje y premontaje. Barry, que pone muchísimo de sí mismo en el personaje, también se rodaba a sí mismo en situaciones privadas, adaptando los parámetros del personaje a su vida real. Todo este material iba cayendo en un timeline que, a su vez, iba transformando el guión.
Se trataba de construir un juego de verdades y mentiras, de cámaras pequeñas y angustia creativa, todo ello sazonado con colores saturados y un poquito de humor. En el fondo, se trataba de diseccionar un organismo vivo sin cortarle la respiración.
El presupuesto del film, cuando ha tenido que ser escrito y presentado en algún lugar, oscila entre 50.000 € y 600.000 €. Pero el dinero gastado a lo largo de la producción no sobrepasa los 500 €.
El músico catalán Guillamino lanzó un EP llamado “Juan Bushwick” el 12 de febrero de 2012, como homenaje al proceso creativo de su amigo de ficción Juan Bushwick.
Se produjeron cuatro vídeos musicales hechos con descartes de la película, que se puede encontrar en la web del film o en guillamino.cat.
El productor de este proyecto, John Bartleby, no existe realmente. Es un pseudónimo que el director David Gutiérrez Camps usa cuando se ve obligado a hacer producción porque “él preferiría no hacerlo”.