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Al igual que en sus películas anteriores, ‘Los ángeles de Charlie’, ‘Los ángeles de Charlie: Al límite’ y ‘Esto es la guerra’, McG explora el lado personal del espionaje internacional, aunque en esta ocasión es a través de la mirada de un agente secreto veterano que regresa a su vida familiar en París. “Me intriga lo que ocurre cuando James Bond llega a casa. Nunca le ves fuera del trabajo” dice McG. La película descubre algunas verdades universales sobre la familia y el trabajo, que lleva esta historia más allá de la premisa del héroe espía.
‘3 días para matar’ representa un cambio para el director americano, ya que la producción se rodó en París, Francia. McG dice “Para mí fue genial rodar en París, porque soy muy específicamente americano. Si ves mis primeros trabajos son películas muy americanas y mi estilo es muy americano.” Además de contar con un equipo francés en el set, el guión lo co-escribió el director francés Luc Besson, y ésta fue una de las razones por las que se sumó al proyecto McG. “Siempre he sido un fan de Luc desde los días de ‘El profesional (Léon)’.”
Ese cambio cultural fue una experiencia positiva para el director. “La aproximación al rodaje, la cámara, el equipo, cada una de las cosas que componen la experiencia táctil del cine es muy, muy diferente en Francia. Me metí de lleno en eso.” París es prácticamente otro personaje en la película.”
En una película con varias dinámicas de relación en juego, a veces de manera simultánea, era importante encontrar la combinación correcta de talento para dar vida a estos personajes. McG y Costner llegaron al proyecto aproximadamente al mismo tiempo, lo que llevó a un montón de conversaciones acerca de la película y el personaje. McG aprovechó la oportunidad de trabajar con Costner, sintió que era un honor tremendo trabajar con este director galardonado con Premio de la Academia y una ocasión única para mejorar su propio trabajo.
Una fuga intrépida saliendo del pasillo de un hotel, una pelea en el metro de París, y una persecución climática en baile del instituto le dan la oportunidad a McG de realizar secuencias de acción trepidantes. En vez de recurrir a secuencias generadas por ordenador, McG ancla la escenas en una realidad que el público puede entender. “Creo que la gente está entumecida con los efectos creados por ordenador. Realmente me gustan escenas de acción físicamente correctas rodadas con cámara. Creo que tienen una crudeza y una energía que los ordenadores no pueden replicar,” dice McG.
La aproximación activa de McG comienza mucho antes de que se rueden las escenas de acción. Para preparar la persecución en coche, McG usó Hot Wheels®, mucha maqueta, modelos y al ilustrador de storyboards Adolfo Martínez Pérez. “Adolfo Martínez, con quien he trabajado desde mi primera película, me ha ayudado a diseñar las secuencias toma por toma.”
La escena más compleja de la película es una persecución de coches inspirada en la película de Claude Lelouch de 1976 ‘Rendezvous’ y ‘Ronin’ de John Frankheimer. Rodada en las calles de París vistas en la película, el resultado es una persecución emocionante a toda velocidad, que el público siente que ve de primera mano. Esta experiencia fue algo por lo que Costner sentía gran ilusión cuando, al principio, insistía en estar al volante del coche que iba a acabar en el Sena. McG acabó convenciendo a Costner, dado el peligro que corría, de que era mejor si no lo hacía.
La dedicación de Costner con la escena está a la altura del compromiso que Ethan tiene con su trabajo y su intento de ser un buen padre. El baile, en particular, sirvió de telón de fondo para las dos misiones de Ethan: apoyar a su hija en la noche más emocionante de su vida, mientras completa su última misión de la agencia, que tendrá consecuencias explosivas.