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SINOPSIS
Cuenta la historia del criptoanalista Alan Turing y el brillante grupo de descifradores de códigos al servicio del Gobierno de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial...
INTÉRPRETES
BENEDICT CUMBERBATCH, KEIRA KNIGHTLEY, CHARLES DANCE, MATTHEW GOODE, MARK STRONG, ALLEN LEECH, TUPPENCE MIDDLETON, RORY KINNEAR, HAYLEY JOAN BACON, STEVEN WADDINGTON, MATTHEW BEARD
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INFORMACIÓN EXCLUSIVA
La increíble pero verdadera historia, en gran medida desconocida, del criptógrafo Alan Turing se extendió vertiginosamente en la comunidad de Hollywood en diciembre de 2011. Fue entonces cuando el emergente guión de Graham Moore iluminó la vida de Turing. ‘The imitation game’, se situó en primer lugar en la legendaria lista negra – la lista de los ejecutivos de Hollywood donde aparecen los guiones favoritos aún no producidos. Teddy Schwarzman quedó prendado con su primera lectura. “No podía dejar de leerlo, era tan denso, tan rico, con significado histórico, con un protagonista inquietante e incomprendido. Era un guión donde podías ver una película claramente y estaba escrito de una manera muy inteligente, con un diálogo muy estilizado, pero sin anteponer nada a los personajes.” El origen de la historia del guión es mucho más interesante de lo que pudieran saber muchos. A finales de 2009, los productores de Bristol Automotive, Nora Grossman e Ido Ostrowsky, vieron un reportaje en las noticias con el discurso del primer ministro Gordon Brown, disculpándose en nombre del gobierno británico por el tratamiento que recibió Alan Turing después de la Segunda Guerra Mundial. No conocían la historia de Turing, investigaron y descubrieron una vida extraordinaria, desconocida para la mayoría de las personas, sobre todo en Estados Unidos. Inmediatamente se hicieron con los derechos de la biografía de Turing y se pusieron a hablar de ello en una fiesta donde uno de los invitados era Graham Moore. El joven novelista confesó su amor por Turing y el trío planeó el guión. El título de un texto de posguerra de Turing sirvió como inspiración para Moore. Detallaba el método que inventó Turing para determinar si algo parte de una máquina o de una persona real. Una especie de prueba, pero que para Turing era un juego: el juego de la imitación (en inglés, “The Imitation Game”). En otoño de 2012 Grossman y Ostrowsky se encontraron buscando un nuevo hogar para el proyecto pensando en una posible colaboración de estudios. Entre otros, el equipo se reunió con Schwarzman y rápidamente nació una alianza. Schwarzman, Grossman, Ostrowsky y Moore se dieron cuenta de que querían contar la historia de la misma manera, rindiendo homenaje a una vida extraordinaria con la esperanza de honrar los elementos más problemáticos y únicos del relato.
Con su visión clara, los productores se propusieron formar un equipo artístico tan apasionado e impresionante como el material. “Sabíamos que teníamos un guión que era especial, que mezclaba un biopic convencional, un personaje profundo y un thriller, así que sabíamos que queríamos un director que no fuera a hacer el típico biopic que ya hemos visto antes,” comenta Ostrowsky. La búsqueda para las personas adecuadas era crucial. El equipo sabía que tendría que ser una persona muy especial la que pudiera sintetizar todos los elementos narrativos en toda su envergadura y los detalles necesarios para hacer justicia a la historia de Turing. “Había una serie de directores realmente talentosos interesados en hacer la película, y nos sentimos honrados por su interés,” recuerda Schwarzman. “La película tenía un escritor y productores americanos, así que enseguida supimos que la película tenía que rodarse en el Reino Unido para anclar sus raíces históricas”. Siendo relativamente desconocido en Estados Unidos, el noruego Tyldum había dirigido ‘Headhunters’. “Simplemente me encantó esa película. Si coges cada uno de los elementos de esa película, todos te llevan a los aspectos individuales que necesitábamos en la nuestra.” Moore se reunió con Tyldum y se dio cuenta de que era la persona ideal para el trabajo: “Nunca soñé que acabaríamos con un director del nivel de habilidad y destreza que aporta Morten. Desde la primera vez que me senté con él – dejé la reunión y llamé a los demás y dije ‘tiene que ser este hombre. Éste es el director de la película. Lo pilló enseguida y de manera instintiva’.”
Por parte de Tyldum, mantenerse fiel a las raíces iconoclastas de Alan era esencial para llevar ‘The imitation game’ a la gran pantalla. “Es una historia muy importante que rinde tributo al hecho de ser diferente y a lo fundamental que es tener a gente que piensan diferente, sin seguir la norma, en la sociedad,” dice Tyldum. “Turing se enfrentó a una gran injusticia, pero nunca comprometió sus ideales. Y el mundo es mejor por su valentía.” Tyldum se vio reflejado un poco en ese carácter extraño y quiso usar su patrimonio no-británico para enriquecer la película. “Creo que es bueno tener un punto de vista externo, ya que naturalmente te lleva a enfatizar los elementos universales de la historia.” Con Tyldum abordo, centraron su atención en el casting del papel sobre el que descansa toda la película. La película necesitaba un actor que pudiera sintetizar el genio de Turing, su humanidad y sus muchas complejidades. “Incluso antes de tener esta película y antes de que estuviera establecido en Estados Unidos, dije que Benedict Cumberbatch tenía que hacer de Turing,” recuerda el director. El siguiente reto fue encontrar a la actriz para el papel de Joan Clarke, la compañera de Alan tanto en el trabajo como en su vida, y una brillante matemática por derecho propio. Una mujer adelantada a su tiempo. Joan es un personaje polifacético que necesitaba a una actriz veterana y habilidosa. Y llegó la nominada al Premio de la Academia Keira Knightley. “Estaba emocionado de que Keira quisiera interpretar a Joan,” dice Tyldum.
La diseñadora de producción Maria Djurkovic contaba con la admiración de Tyldum desde el principio. “Me dio tanto, recreando ese mundo y también Sammy Sheldon Differ, la diseñadora de vestuario, que hizo que no fuera glamuroso, pero intrigante y estiloso. Tuve a unos jefes de departamento maravillosos para todo el rodaje.”
“El equipo en el Reino Unido fue muy profesional y su trabajo fue excelente. Fue una producción realmente multicultural e internacional – teníamos a un director noruego, productores americanos, un equipo de cámara español y un equipo británico, y todo funcionó muy bien.”
El diseño de producción de Maria Djurkovic no quedó limitado por las exigencias del ambiente de guerra: “mi trabajo es responder al guión – para mí la cosa más importante es encontrar la estética general para la película – y no se trata sólo de que sea una película de época, que se desarrolla entre tal y tal año, la investigación histórica es parte de nuestro ADN, se da por hecho.”
“La paleta de color de los años 40 era bastante apagada pero, de hecho, si miras entre el material de investigación, lo que resulta central en la película en cuanto al diseño es la creación de la máquina descodificadora de Turing, así que ese es nuestro punto de partida. Ir a Bletchley y ver cómo funcionaba fue maravilloso, esta cosa pesada extraordinaria, con un millón de cables rojos saliendo de ella.”
La diseñadora de vestuario Sammy Sheldon Differ también se vio ante el reto de presentar la versión más dinámica posible de la época. “Morten no quería que tuviera ese aspecto apagado de los 40, quería que tuviera algo más de vida, así que hablamos del uso del color – algunas de las fotos que he investigado estaban en color – y había más de lo que imaginas en esa época. Me interesaron estos azules, rojos y verdes que no se suelen apreciar en las películas y televisión de la época. Observamos a los personajes reales que hay en el guión y quería transmitir tanto como fuera posible quienes eran realmente, y tan fielmente como fuera posible, pero también usando el color como una manera de contar la historia.
“Intentamos usar ropa que fuera de la época tanto como fuera posible – buscamos ropa que siguiera las normas de austeridad de la época, con la etiqueta CC41, que se daba de manera racionada. Benedict había investigado mucho y, cuando se ponía algo de esto, sabía si era adecuado