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SINOPSIS
Ted se ha casado y ahora pretende tener un bebé. Pero la cosa no va ser tan fácil,puesto que para que ello pueda ocurrir, Ted deberá acreditar ante la justicia de un tribunal, que el es una persona. Así Ted recurrirá a su entrañable amigo, y en compañía de una joven abogada, se pondrán manos a la obra...
INTÉRPRETES
MARK WAHLBERG, LIAM NEESON, AMANDA SEYFRIED, MORGAN FREEMAN, PATRICK WALBURTON, DENNIS HAYSBERT, SAM J. JONES, JESSICA BARTH, MICHAEL DORN, MARTIN KLEBBA
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PREMIERE
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
En el verano de 2012, el mundo se enamoró perdidamente del irresistible Ted. Los espectadores se precipitaron a los cines para morirse de risa con las ideas y diálogos del impresentable osito y de su mejor amigo John, hasta alcanzar una taquilla de 550 millones de dólares en todo el mundo. Scott Stuber, el productor de Bluegrass Films, que produjo la comedia con Seth MacFarlane, explica el porqué de semejante atractivo: "Lo mejor de Ted es que puede decir todo lo que una persona normal no dice... porque se ganaría un puñetazo en toda la cara. Pero es un osito de peluche, nadie se mete con él".
Después del increíble éxito de Ted en cines y en vídeo, era normal que los cineastas, Universal y MRC, se plantearan una secuela. Sin embargo, Seth MacFarlane dice que no lo tenía tan claro: "Nunca pensé en escribir y producir un 'Ted 2', pero siempre que una película va bien, surge la posibilidad. No tiene ningún sentido hacerlo si se trata de repetir la misma película. No satisface a nadie, menos aún al público, y para nosotros es realmente aburrido".
Sin embargo, reconoce que sentía un gran afecto por los personajes y que el género no tiene límites: "Siempre es un poco más fácil con una comedia porque se basa más en los personajes y no tanto en unas premisas; además, puede tratarse como una serie. Los personajes encajan en cualquier situación y nos pareció factible sumergirlos en una historia totalmente diferente. Lo pasé bien intentando ver qué podíamos hacer con ellos para que no tuviera nada que ver con la primera película".
Cuando se planteó la posibilidad de rodar 'Ted 2', todos eran conscientes de que debía regresar el equipo creativo básico de la anterior. Seth MacFarlane volvería a trabajar con los guionistas de Ted, Alec Sulkin y Wellesley Wild, para la siguiente entrega. "Las secuelas siempre son un reto porque hay que inventarse algo original", dice el productor Scott Stuber. "Seth, Alec y Wellesley decidieron que querían mejorar la primera película, por lo que se esforzaron mucho en mezclar la comedia con la pregunta existencialista de quiénes somos como personas. Reconozco que escribieron un guión que trata de algo, además de ser una comedia. No solo sigue lo que tanto gustó al público, la relación entre Ted y John, también contiene un sinfín de sorpresas. Nos enorgullece haber creado algo original que, sin embargo, no ha dejado de lado los elementos más queridos de la primera entrega".
Alec Sulkin dice, riendo, que su sugerencia para el título de la secuela se rechazó de pleno: "Se me ocurrió proponer 'Ted 2': Más de lo mismo, pero no les gustó nada. No quedó más remedio que pensar en algo diferente". El guionista y productor ejecutivo está de acuerdo en que la fuerte relación entre Ted y John enganchó al público, y estaba convencido de que la nueva película debía basarse en esa relación: "Son los momentos preferidos de los espectadores, todo el mundo disfruta viéndolos juntos. Necesitábamos una historia interesante en torno a su relación".
La inspiración llegó inesperadamente a partir de un caso jurídico del siglo XIX. "Seth estaba leyendo un libro sobre el caso Dred Scott y se le ocurrió la idea", recuerda Wellesley Wild. "Ya que Ted es un peluche con vida, ¿qué pasaría si descubriera que no es un ciudadano? ¿Y si no se le considerase persona, sino propiedad? Decidió explorar por ese camino para ver si había algo interesante o si acabaría siendo otra aburrida película de juicios salpicada con algunos chistes. Pero acabamos convencidos y basamos el guión en aquel famoso caso".
Seth MacFarlane añade que por muy asombroso que sea ver a un osito de peluche cobrar vida, llegaría un punto en que la gente lo tomaría como algo normal: "Los seres humanos somos muy adaptables. Estoy seguro de que nadie se asombraría al cabo de poco tiempo, pero sí podría surgir un problema con su posición legal en la sociedad".
El director sigue diciendo: "También es verdad que los humanos tendemos a ser tribales. En perjuicio nuestro necesitamos encajar a las personas en grupos. Me parece que habría cierta resistencia a la hora de permitir que un peluche malhablado entrase en el club, de la misma forma que muchos se resisten a permitir que entren los gay y, no hace tanto tiempo, los negros. En un momento dado, el personaje de Amanda dice que en cualquier conflicto de derechos civiles, no somos capaces de darnos cuenta de que tenían razón hasta años después. Siempre se cree que esta vez es diferente".
El productor John Jacobs estaba totalmente de acuerdo con los guionistas: "Ted y John son comparables a [Bob] Hope y [Bing] Crosby, tienen una química especial, mágica. Era el tema más natural para la secuela de una película que exploró hasta dónde puede llegar una historia de amor entre un hombre y su osito de peluche. 'Ted 2' nos lleva al siguiente nivel y plantea si Ted debe considerarse un objeto inanimado o un ciudadano en toda regla".
Con un hilo conductor tan serio como esta idea, Alec Sulkin no duda en reconocer que gran parte del diálogo está directamente inspirado en su gran amor por una serie de televisión: "Sigo 'Ley y orden' desde que empezó a emitirse. Me conozco de memoria todas las frases legales y todo el vocabulario que repiten siempre en los tribunales, pero es francamente más divertido cuando se ponen en boca de un malhablado osito metido en un drama legal de lo más serio. Mientras escribíamos el guión, me esforcé mucho en que estos momentos fueran auténticos".
Hace años que los tres guionistas colaboran en películas y proyectos televisivos, y han perfeccionado un método muy sencillo para escribir. "Tenemos un sistema que funciona. Los tres nos reunimos para escribir un resumen amplio antes de que Wellesley y yo nos dediquemos a dividir las escenas cada uno por su lado", explica Alec Sulkin. "Es muy sencillo, uno hace las pares y otro, las impares. Cada uno escribe su mitad y la intercambiamos para asegurarnos de que no haya repeticiones, la pulimos un poco y volvemos a reunirnos con Seth".
Una de las grandes ventajas de esta película, según los guionistas, es que uno de los coprotagonistas es un personaje animado, lo que les da mayor libertad con los diálogos y para emplear expresiones muy actuales. "Ted es un personaje animado y eso nos permite que sus diálogos sean estrambóticos", explica Wellesley Wild. "Solo mueve los labios. Por lo tanto, podemos hacerle decir cualquier cosa durante el doblaje si viene a cuento. Seth siempre quiere que seamos contemporáneos, y seguimos inventando chistes hasta el último momento para que los grabe".
Han pasado varios años desde que vimos a Ted y a John la última vez. John acaba de divorciarse y lo está pasando fatal. Por su parte, Ted acaba de descubrir que la vida de casado no es ninguna luna de miel. Con la esperanza de salvar su matrimonio, Ted y Tami-Lynn hacen lo que muchas parejas cuando la relación va mal: tener un bebé.
"Reencontramos a John sumido en la soledad después de separarse y a Ted que se casa con Tami-Lynn", explica el productor Jason Clark. "La película empieza con una secuencia de la boda y entendemos que Ted quiere ser una persona al cien por cien. Vive con Tami-Lynn y desea tener un hijo, pero al carecer de apéndice masculino, necesita encontrar un donante y, posteriormente, adoptar al niño. Ted se embarca en una aventura que le lleva a descubrirse como persona. Posee toda la humanidad de un ser humano, pero no tiene la etiqueta de humano, sigue siendo un osito de peluche".
Dado que el estado de Massachusetts no considera humano a Ted, no tiene derechos y no puede adoptar. Así empieza la cruzada de Ted para demostrar que es una persona. Después de perder el primer juicio, Ted, John y Samantha, la joven letrada que lleva el caso, van por carretera a Nueva York para convencer a un legendario defensor de los derechos civiles que se haga cargo del caso. Durante el viaje, Seth MacFarlane y sus coguionistas rinden homenaje a una de sus comedias favoritas en lo que llaman la escena "hacer el tonto".
Gran parte del humor de 'Ted 2' se basa en la comedia física, y los tres guionistas estaban empeñados en homenajear a algunos de los más legendarios actores del género. Alec Sulkin dice: "Queríamos que Ted protagonizara una secuencia donde 'hiciera el tonto', casi calcada de la película Mejor solo que mal acompañado, imitando al gran John Candy. Nos pareció perfecto porque Candy era el oso de peluche de esa película. Es adorable, terriblemente caótico y divertido. Ted también es así, intenta hacer lo que debe, pero no es serio. Se mete en la música y todo acaba mal, el coche sale disparado de la carretera y atraviesa el tejado de un pajar".
La secuencia acabó siendo la preferida de Scott Stuber. "El primer error que cometen es dejar que Ted conduzca", explica el productor. "Ted se deja llevar por la música, los otros dos se quedan dormidos, sale de la carretera y se mete en un pajar. Están en medio de la nada en un pajar que sirve de escondite a unos camellos. Detrás hay un enorme campo de maría al estilo Parque Jurásico que les deja absolutamente patidifusos y, claro, se meten en un lío. Cuando por fin vuelven a la carretera, hay otros momentos realmente cómicos antes de que lleguen a Nueva York y al Comic-Con".
El mundo en el que se mueve un osito de peluche que habla quedó claro en la primera comedia, y los cineastas no tenían la menor intención de cambiar los decorados para 'Ted 2'. "En Ted, Boston es un personaje más. John y Ted son bostonianos", explica Jason Clark. "Es un pequeño ecosistema con una personalidad muy marcada. Basta con colocar a Mark en una ciudad como esa en la que Ted es lo único que no tiene nada de real para que lo parezca. Verles en decorados clásicos de Boston nos permite arraigar la comedia en una cierta realidad y hacer que sea aún más graciosa".
Wellesley Wild añade que si Ted no hablase con un perfecto acento bostoniano, tampoco funcionaría: "La voz de Ted con acento bostoniano me mata. A la gente de Boston no suele gustarle que alguien imite su acento, y en los últimos años hemos oídos a actores hacer pésimas versiones del acento. Pero con Ted, los bostonianos están satisfechos, es auténtico".
Los productores aprovecharon varios decorados naturales, famosos entre los bostonianos y los turistas, como el Boston Common y sus barcas-cisne, el paseo Seaport y el muelle de Boston. También se rodó en la Aduana Marriott de la plaza McKinley, que hace las veces de tribunal, un edificio construido en 1834 y reconvertido en hotel.
Justo más allá del puente Tobin que cruza el río Mystic se encuentra la antigua zona industrial de Chelsea. Era un barrio de trabajadores, pero se ha ido aburguesando en los últimos años y se ha convertido en una curiosa mezcla de almacenes y residencias. ¿Qué mejor lugar para el primer piso de Tami-Lynn y Ted?
La iglesia Union United Methodist, una de las congregaciones afroamericanas más antiguas del país, sirve de decorado para la boda de Tami-Lynn y Ted. The Eagle Bar, donde Ted y John van regularmente a tomarse una copa, tampoco está lejos. El convite de la boda se rodó en el Club Milton-Hoosic, de Milton, Massachusetts, donde Ted y John aprovecharon para cantar su famoso tema "Thunder Buddies" (Amigos del alma).
También se filmó en la biblioteca pública Woburn. El edificio Converse Memorial, donde está la biblioteca pública Malden, abrió sus puertas en 1885. Diseñado por Henry H. Richardson, la construcción fue costeada por Converse (el mismo que da su nombre a las zapatillas) y su esposa en memoria de su hijo mayor, Frank, cajero en el banco Malden, que falleció trágicamente durante el primer atraco a un banco en Estados Unidos en 1863.
Aquí es donde Samantha, John y Ted se documentan para defender el caso, se fuman unos cuantos porros y rinden un pequeño homenaje a El club de los cinco en una secuencia cantada y bailada. Una de las paradas en el viaje de Boston a Nueva York es en el restaurante Mill Pond, de Wareham, ambientado en los años cincuenta del siglo pasado.
Uno de los decorados preferidos de los actores y el equipo fue la "mansión Tom Brady", que se rodó en una residencia privada de Norfolk. "Tom Brady es un icono", dice Scott Stuber. "Mark y él están entre los hijos favoritos de Boston. Cuando rodamos, los vecinos no podían creérselo, era como un sueño hecho realidad: Tom y Mark juntos en el césped delante de la casa". Pero dispusieron de muy poco tiempo, sigue explicando el productor: "Solo teníamos tres horas para rodar la escena. Estaba en pleno entrenamiento y tuvo la gentileza de hacernos el favor. Por suerte, todo resultó genial a la primera y Tom volvió al entrenamiento en Foxborough".
Alguno de los mayores decorados y secuencias más complicadas se rodaron en las granjas Appleton, de Hamilton e Ipswich. Fundadas en 1638 mediante una concesión a Samuel Appleton, las dos granjas ocupan aproximadamente cuatrocientas hectáreas y están entre las más antiguas que siguen funcionando en el país. Actualmente pertenecen a la novena generación de la familia Appleton.
El diseñador de producción Stephen Lineweaver necesitaba la localización perfecta para que el coche, conducido por Ted, se saliera de la carretera y acabará en un pajar. Cuando salen del pajar, Ted, Samantha y John descubren que están rodeados por hectáreas de maravillosas plantas de marihuana. Desgraciadamente, los camellos los ven y les persiguen en coche por los campos.
El equipo visitó unos 300 pajares antes de decidir que sería más fácil levantarlo desde cero. "Al principio pensamos usar un pajar auténtico", recuerda el diseñador de producción. "Pero nos dimos cuenta de que no era factible. El coche debe elevarse y recorrer unos 30 metros en el aire hasta chocar contra el pajar. Necesitábamos un risco o algo parecido desde el que saliera el coche. Lo difícil fue encontrarlo en el este de Massachusetts porque no hay muchas granjas con colinas y precipicios. Por fin hallamos el sitio perfecto, con la colina y los árboles exactamente donde debían estar, y lo bastante alejado de todo como para cultivar maría. Solo quedaba construir el pajar y compramos uno prefabricado, era lo más sencillo".
A continuación, el departamento artístico envejeció el edificio de madera quitándole la pintura, sacando algunos tablones e incluso usando un hacha en algunos puntos, hasta que el pajar parecía haber sido construido hacía cien años. Pero crear los campos de maría fue más complicado. "¿Cómo se conduce en un campo de maría sin plantas?", pregunta Stephen Lineweaver.
Se usó una combinación de miles de plantas de bambú mezcladas con plantas de maría falsas con hojas y capullos hechos de seda y musgo. "Las plantas falsas eran asombrosas; tenían capullos enormes, las hojas parecían totalmente naturales", dice Mark Wahlberg. ¿Y qué se hace con maría falsa? Engañar a un amigo, claro. "Eran muy realistas, así que cogí unas cuantas, las metí en una bolsa de plástico y se las llevé a un amigo", dice el actor, riendo. "Le llamé diciéndole que le traía maría. Estaba como loco cuando vio las plantas. Las miró, las tocó e incluso las olió. No se dio cuenta hasta que llegó a su casa y se las enseñó a su novia".
Para rodar la persecución a través de los campos de maría, se crearon dos gigantescas plataformas giratorias (a las que se bautizó "tiovivos de maría") cubiertas de plantas que giraban continuamente y colocadas a cada lado del coche de los protagonistas. El vehículo no se mueve, pero las plataformas dan la impresión de que avanza entre la maría. El director de fotografía Michael Barrett colocó cámaras en los laterales y por encima del coche. "Posteriormente, el departamento de efectos visuales [encabezado por el supervisor Blair Clark] se encargó de añadir muchas más plantas", dice el diseñador de producción. "La cantidad de gente que trabajó en esta escena y lo mucho que nos costó es algo asombroso".
En un plató de Woburn se rodaron los interiores del despacho de Samantha y los pisos de John, y de Tami-Lynn y Ted.
A continuación, los actores y el equipo se trasladaron a Nueva York para rodar exteriores en la Biblioteca Pública de la ciudad, el parque Bryant, Midtown West y el Comic-Con de Nueva York en el Centro Javits. Los interiores del Comic-Con se rodaron posteriormente en los estudios FOX de Los Ángeles, en un enorme plató de 2.500 metros cuadrados.
"El Comic-Con fue una oportunidad para hacer cosas geniales", dice Stephen Lineweaver. "Como lo importante era el tamaño, alquilamos el mayor plató que encontramos. Luego quedaba lo más complicado, encontrar a los vendedores, a todas las marcas y a las empresas que compiten entre sí para rellenar el decorado y hacer creer que era de verdad".
Gracias a la coordinación de los miembros del departamento de diseño, se consiguió atraer a vendedores auténticos con sus carísimas casetas y pantallas de vídeo, e instalarlo todo en tres días; sin duda, una auténtica hazaña. Curiosamente, el diseño no se ajustó al guión, sino que el rodaje se ajustó al diseño, tal como explica el productor Jason Clark: "Hasta que no instalaron todas las casetas, no pudimos decidir dónde rodaríamos y cuáles eran las mejores tomas. Había cosas como un 'Bumblebee' de seis metros de Transformers, una caseta de dos plantas de Black Sails y otra asombrosa caseta de Godzilla".
Posiblemente, la joya de la corona del Comic-Con de 'Ted 2' era una réplica de la nave Enterprise, de Star Trek. En una escena clave, uno de los personajes sufre un grave percance con la nave. "Fabricar el Enterprise no fue fácil", reconoce el diseñador de producción. "Seth trajo un pequeño modelo exacto de la nave que no llegaba a los 30 centímetros, pero el modelo que se ve en el Comic-Con mide seis metros de largo".
El director artístico Bryan Felty llevó el modelo de Seth MacFarlane a un diseñador que se ocupó de reproducirlo digitalmente para que un experto en modelismo gigante lo construyera. Jason Clark dice, riendo: "En la película, todos estamos locos por estas cosas; nos lo pasamos muy bien con el Enterprise".
Seth MacFarlane se quedó asombrado al ver la nave. "Creo que más o menos es del mismo tamaño que la nave usada en la serie. Era un modelo de buen tamaño alrededor del que movían la cámara, y este era igual de grande", dice el guionista y director. "Encima, lo construyeron en poquísimo tiempo. Tengo un pequeño modelo del Enterprise que le di al diseñador de producción, lo escanearon y sacaron uno cien veces mayor. Era genial".
Scott Stuber dice que recrear un evento tan conocido como el Comic-Con, lleno de personajes y marcas famosas, siempre es complicado: "Estábamos rodeados de excelentes colaboradores que nos ayudaron a crear algo real y mágico a la vez. Las personas que hayan visitado la feria no podrán decir lo contrario, sea el Comic-Con de San Diego o el de Nueva York".
Con la experiencia de 'Ted', los productores volvieron a contratar a todos los miembros disponibles del mismo equipo de efectos especiales con el supervisor Blair Clark a la cabeza, que empezó como modelista de ILM en Indiana Jones y la última cruzada, para seguir como supervisor de animación en Armageddon y como supervisor de efectos visuales de Tippett Studio en Hellboy.
"Al crear un personaje digitalmente, las primeras tomas son las más difíciles porque se está descubriendo al personaje y la interpretación a medida que se crea en el ordenador", explica el productor Jason Clark. "El equipo de efectos visuales había trabajado en la primera entrega y entendía a Ted. Ya no era la primera toma digital de Ted, sino más bien la 601".
La interpretación de un oso de peluche tampoco es muy complicada, pero el equipo debe asegurarse de que Ted reacciona adecuadamente en cada momento, y eso incluye, entre otras cosas, la forma en que mira hacia atrás o si vuelve los ojos dos veces hacia el mismo lugar. Además, su interpretación tiene un ritmo propio. "Lo complicado al rodar una comedia es que no se puede ralentizar el proceso con tecnología", sigue diciendo el productor. "¿Cómo crear un sistema sencillo para que los actores sepan hacia dónde va Ted? Mide 75 centímetros, y lo importante es que nadie le pase por encima accidentalmente en el proceso de animación. Por eso inventamos el 'pase peluche'. El peluche es más o menos un Ted de juguete como los que se encuentran en las tiendas. El supervisor de efectos visuales imita los movimientos de Ted con el muñeco mientras Seth habla desde detrás de la cámara".
De hecho, se obtiene mucha información técnica gracias al "pase peluche". Permite a los actores saber exactamente dónde mira Ted, qué mira, hacia dónde va, a qué velocidad y cómo. El peluche también sirve de referencia para el equipo de animación, que sabe a qué velocidad debe moverse Ted y cómo rebota la luz en su pelo, entre otras cosas.
Una vez realizado el "pase peluche", se rueda la toma sin muñeco. Todos recuerdan sus marcas y las referencias de altura y lumínicas. Los cámaras saben a qué velocidad deben hacer un barrido y a qué altura, y los actores se sienten más cómodos sabiendo exactamente dónde mirar. Posteriormente, el animador usa el "pase peluche" como referencia para incluir a Ted en la toma.
Seth MacFarlane se sirvió de dos técnicas diferentes. La primera es un diálogo directo en el plató con los actores que permite, por ejemplo, grabar los diálogos que se pisan, aportando mayor naturalidad a la comedia. Aparte de eso, realizó varias sesiones con un Moven, el traje de captura de movimientos con el que grabó sus movimientos mientras hacía de Ted. De esta forma, si los animadores necesitaban que Ted se encogiera de hombros o hiciera cualquier otro gesto, el actor y director lo encajaba con el diálogo. Asimismo, conseguía una amplia gama de movimientos físicos reales que los animadores usaban para animar a Ted.
Además del "pase peluche", también se usó la herramienta de línea de visión; básicamente dos ojos falsos montados en un palo en tomas sin movimiento, como puede ser alrededor de una mesa, en un sofá o en un banco. Con el "pase peluche", los actores saben exactamente dónde y a qué altura mirar en una escena con Ted. "Hay una escena en nuestro piso en la que Ted y yo tenemos una terrible discusión", explica la actriz Jessica Barth. "Sinceramente, era un reto trabajar sola, sin nadie delante y solo con la voz de Seth detrás de la cámara. Pero también fue un genial ejercicio de interpretación. Tiro la tostadora, un par de sartenes, todo lo que pillo a alguien inexistente".
Amanda Seyfried está totalmente de acuerdo: "Al principio me costó acostumbrarme, pero una vez que se entiende, funciona muy bien. Es como un amigo imaginario".
Seth MacFarlane dice que no tener a Ted en el plató representa un reto creativo: "Es difícil para un actor trabajar con un personaje que no está, ya que gran parte de la interpretación depende de las reacciones del otro. En este caso fue un poco más fácil porque yo siempre daba la réplica. Al menos oían la voz real del personaje, no solo a alguien leyendo los diálogos. Todos se acostumbraron muy deprisa".
Mark Wahlberg, que pasa la mayoría del tiempo hablando con Ted, dejó admirados al director y a los productores por la facilidad con que trabajaba solo con una voz. "Ya lo vi en Ted, y ahora ha seguido sorprendiéndome la sutileza de su interpretación ante un espacio vacío", dice Jason Clark. "Mantiene la mirada en la línea de visión exacta donde estará Ted. Basta con ver trabajar a Mark para creer en John y en Ted".
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