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ACERCA DE "THE CRUCIFIXION"...
   “Me ha encantado dirigir THE CRUCIFIXION. El proyecto me llamó la atención porque el guion de los hermanos Hayes es estupendo, como es habitual. Es muy realista y tiene muy en cuenta todos los detalles que ocurrieron realmente en Rumanía”, comenta Gens.
  “Al ir descubriendo la historia a través de los ojos de Nicole, la protagonista, THE CRUCIFIXION le da una vuelta de tuerca a la historia, alejándose de los típicos filmes sobre exorcismos. Quería combinar las características de esas películas de género con la investigación del cine negro”, apunta Gens.
  Los hermanos Chad y Carey Hayes trabajan como guionistas desde los veinte años. Desde que saltaran a la fama con 'Expediente Warren', no han parado de encadenar proyectos.
  “Empezamos a trabajar esta historia durante el rodaje de Expediente Warren. Teníamos muy buen rollo con Peter y cuando le comentamos que andábamos trasteando con esta idea se mostró superinteresado. Como hemos trabajado con él en todas nuestras películas, parecía totalmente lógico que Peter le diera vida a este proyecto”, comenta Hayes.

LA PRODUCCIÓN...
  THE CRUCIFIXION se basa en hechos reales que ocurrieron en Rumanía en enero de 2005. El exorcismo de Tanacu se refiere al caso de Irina Cornici, una monja con problemas mentales que vivía en el monasterio ortodoxo de Tanacu en Vaslui Count (Rumanía) y fue asesinada durante un rito de exorcismo practicado por el sacerdote Daniel Petre Corogeanu asistido por otras cuatro monjas. El caso fue muy mediático en Rumanía y, tras un proceso judicial tremendamente largo, los cinco imputados fueron acusados de asesinar a una mujer esquizofrénica. Al leer la noticia, los hermanos Hayes empezaron a investigar y decidieron llevar al cine esta historia que enfrenta ciencia y religión.
“Nos encanta trabajar con casos reales. La idea de oponer la realidad y las creencias nos parece muy interesante. Por otra parte, esta historia fue muy polémica. Nos fuimos interesando más por el caso al ir informándonos mejor sobre las teorías de cada una de las partes: los médicos sostenían que la monja sufría esquizofrenia, mientras que los sacerdotes estaban convencidos de que estaba poseída”, comentan los hermanos Hayes.
  “La historia me pareció alucinante”, explica Gens. “Tras leer el guion, investigué un poco y me gustó muchísimo el enfoque de esa investigación sobre los mitos y las culturas del Este de Europa. Me pareció tan fascinante que quise llevarla al cine y contar la historia desde el punto de vista de la protagonista, Nicole (Sophie Cookson). Quería enfrentar su juventud e inocencia al horror de lo que le ocurrió a la hermana Marinescu en la película. Nos hemos pegado a los hechos reales y al entorno todo lo que hemos podido. La historia real es horrible y da muchísimo miedo. Hemos colaborado con actores locales para darle un toque de realismo y presentar los hechos tal y como ocurrieron. También hemos querido rendir homenaje a aquellas personas y añadir un poco de melancolía a la historia”, añade Gens.
  “Rashomon de Akira Kurosawa se construye a partir de flashbacks y distorsiona la veracidad de hechos reales. Quería combinar algunos de esos elementos en este filme. Tenemos, por un lado, la interpretación pragmática, científica y psicológica de los hechos y, por otra, la religiosa y teológica. Por eso quise que el personaje hablara directamente a la cámara. Todo el mundo cree estar diciendo la verdad, pero solo Nicole y el público se muestran escépticos. Ellos deben decidir si lo que están viendo es real. Aunque todo eso cambia cuando Nicole empieza a tener visiones… De cierto modo, podría decirse que los flashbacks sobre la historia de la hermana Marinescu cuentan la posesión en tercera persona mientras que Nicole, que acaba poseída por un demonio al final de la película, nos la cuenta en primera persona”.

SOPHIE COOKSON...
  Aunque Xavier Gens es conocido por su capacidad para sacar interpretaciones desgarradoras y profundas de actores en papeles realistas con mucha carga sobrenatural, al director le costó dar con una actriz que pudiera meterse en la piel de Nicole. Nada más conocer a Sophie Cookson todo el equipo de casting se quedó impresionado con ella.
  “Trabajar con Sophie Cookson ha sido fantástico. Es muy profesional y se metió de lleno en el personaje. Como director ha sido un placer trabajar con ella. Siempre ha intentado entender al personaje y hacer suyas las emociones. Es muy precisa y se toma muy en serio el lado más técnico de su oficio”, comenta Gens.
  Para Sophie Cookson ha sido un cambio de registro muy importante, puesto que nunca había interpretado un papel como este. Se sintió atraída por la complejidad y la naturaleza curiosa de su personaje: “Nicole es una reportera joven y apasionada, que busca respuestas sin importarle las consecuencias. Quería entender sus motivaciones y su determinación para no detenerse hasta encontrar una respuesta. La verdad es que es toda una inspiración”, comenta Cookson.
  Para acompañar a la protagonista, el director de casting director, Des Hamilton, encontró grandes talentos en Rumanía.
“Trabajar con el resto del reparto ha sido una experiencia genial. En Rumanía hay actores buenísimos que se han dejado la piel en la película. Uno de los mayores retos fue encontrar el equilibrio perfecto entre la locura de la hermana Marinescu y la emoción del resto de los personajes. Fue una suerte enorme dar con Ada Lupu en Rumanía, que ha sabido encarnar tanto a la hermana Marinescu como al demonio. Cuando llegaba al plató todos nos moríamos de miedo. Ha hecho un trabajo impresionante”, comenta Gens.
  Xavier Gens creó un ambiente laboral en el que tanto Sophie como el resto de intérpretes han podido entender el contexto de sus personajes. “Trabajar con Xavier Gens es un sueño para cualquier actor”, comenta Sophie Cookson. “Es muy abierto, siempre es un gran apoyo y te obliga a buscar en el interior de tu ser y a profundizar en tu personaje. Es un artista. Ha sido muy fácil hablar con él sobre cómo entendía la película. Su proceso de trabajo para dar vida al personaje y contar la historia ha sido muy natural”.
  “Comentamos mucho la historia de Nicole, concretamos sus gustos y sus pasiones. Creamos un tablón con ideas sobre cómo sería la decoración de su casa. Definimos detalles como el cuadro de Frida Khalo y la bisutería de los indios americanos que podría haberse comprado durante un viaje de trabajo. También hablamos de su infancia y sobre cómo eran sus padres y a qué se dedicaban. Incluso montamos fotos de su infancia para ayudar a hacer el personaje más real. Fue un proceso increíble y Sophie se lanzó de lleno para darle un montón de detalle al personaje. Incluso encontramos ese bolso que lleva en la película, que es una especie de mochila que usan en China. Montamos toda una historia alrededor de ese bolso.
  Todos y cada uno de los elementos que aparecen en la película están muy bien pensados; todos están ahí por algo”, apunta Gens.

LA LOCALIZACIÓN Y EL DISEÑO...
   “Rodar en Rumanía ha sido una experiencia alucinante. Todo el equipo técnico es rumano, los productores son estadounidenses, la actriz es inglesa, el director de fotografía y el operador de la Steadicam son españoles, el equipo de drones es turco y el director es francés. ¡Eso era como la torre de Babel! Se hablaban un montón de idiomas en el rodaje”, comenta Gens.
  “¡Menuda experiencia tan internacional! Ha sido un placer trabajar así. Rumanía se ha convertido en la localización perfecta para rodar. Además, se han asociado con la productora de Castel, que cuenta con un equipo impresionante. Por otra parte, el hecho de que la historia transcurra en el país nos ha abierto las puertas más todavía.
  “La noticia causó tanto revuelo en Rumanía que algunos de los miembros del equipo técnico la conocían de sobra. De hecho, a algunos les daba miedo. En ocasiones fue complicado rodar las escenas del exorcismo porque a los locales les parecía demasiado realista y no se sentían cómodos”, apunta Gens.
  “Trabajamos con un sacerdote que nos asesoró a la hora de utilizar determinadas oraciones en el exorcismo. Nos dio un libro con las oraciones ortodoxas que se utilizaron durante el exorcismo de la hermana Marinescu”, añade Gens. “Una de ellas no la usamos porque nos dijo que era la maldición del demonio. Se supone que es tan fuerte que puede traerte problemas incluso sin que creas en una religión específica”.
  La preproducción se llevó a cabo en tan solo 6 semanas, por lo que Xavier Gens tuvo que darse prisa a la hora de encontrar las localizaciones. Contrató a miembros del equipo técnico que vivían en la zona para asegurarse de que cumplían con el calendario que se habían marcado.
  “Una vez que empezamos a rodar todo fue sobre ruedas hasta que llegamos a Transilvania. Montamos la base en Sighisoara, una de las ciudades más bonitas del país, y nos trasladamos a Biertan para rodar las escenas que transcurrían en Tanacu. Nos llovió muchísimo”, recuerda Gens.
  Ciertamente parecía que alguien no quería que la película se rodase allí. Con todo el barrio, la lluvia y los retrasos, fue todo un milagro que Xavier Gens y el equipo lograran completar la película en el plazo previsto.
  “Habíamos hecho mucho trabajo de preparación. Hablé bastante con Mounia Meddour para determinar la estética de la película, así que eso ya lo teníamos ganado. Biertan ha sido la localización perfecta para recrear Tanacu. En un principio nos habíamos planteado rodar en Tanacu, pero nos aconsejaron que no lo hiciéramos dado que los hechos todavía están muy recientes y la gente no lo tiene superado”, dice Gens.
  “La mayor complicación fue rodar dentro de la iglesia y la catedral, así que diseñamos un plató basado en una iglesia ortodoxa”.
“También diseñamos la habitación de Nicole en el Hotel Bella, para poder utilizar todos los efectos especiales que requería el guion. Ahí entró en juego Tony Noble, el diseñador de arte, con quien ya había trabajado en Aislados (The Divide). Compartimos un montón de ideas sobre cómo contar nuestra historia de la mejor manera posible”.

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