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LA PRODUCCIÓN...
   URCHIN es para el guionista y director Harris Dickinson una historia muy personal. Está influenciada por sus experiencias al crecer rodeado de gente que luchaba contra la adicción y contra situaciones de las que no podían escapar. A través de su trabajo con diferentes organizaciones benéficas, Harris conoció de cerca la realidad de las personas sin hogar y los desafíos a los que se enfrentan.
  Como él mismo explica: “Estar rodeado de estas personas me hizo darme cuenta de que, por muy avanzados que seamos como seres humanos, aún tenemos defectos y ciclos que nos arrastran a los mismos patrones de comportamiento. En mi comunidad local en Walthamstow, había una organización llamada Proyecto Parker que trabajaba con personas sin hogar. Crearon una comunidad que les proporcionaba un espacio seguro, alimentos y cheques de asistencia social. En mi caso, llegó un momento alrededor del 2019/2020, en que me estaba desilusionando de la política en general y quería actuar a nivel más local, así que comencé a colaborar con ellos y con otras organizaciones benéficas dirigidas por voluntarios como Under One Sky. Allí fue donde realmente empecé a saber sobre el número tan elevado de personas vulnerables, necesitadas de apoyo y defraudadas por la sociedad y el sistema que existe.”
  Decidido a contar estas historias y destacar el trabajo de estas organizaciones, Harris sabía que quería situar URCHIN en su propia comunidad: “Empecé a esculpir y adaptar mi historia en torno a lo que sucedía a mi alrededor, intentando comprender el problema. Quería hablar de un joven de mi zona, pero las historias sobre adicción, indigencia y trauma a menudo pueden resultar pesadas, así que quise incorporar también la comedia, porque las grandes tragedias suelen ir acompañadas de humor y frivolidad. Trabajé en ella durante mucho tiempo, analizándola con asesores de servicios de libertad condicional, apoyo a la salud mental y reforma penitenciaria, ya que quería comprender plenamente este mundo para encontrar la historia que lo rodea”.
  En 2013, cuando Harris Dickinson hizo su primer cortometraje, conoció a Archie Pearch. En ese momento ambos fueron conscientes de que habían encontrado algo único: “Conectamos de inmediato, dándonos cuenta de que compartíamos sensibilidades muy similares”, cuenta Archie. En 2024 fundaron juntos Devisio, productora de URCHIN: “Esta película marca un debut emocionante para nosotros y un paso audaz para Harris como guionista y director. Como cineasta, asume el riesgo aportando emoción y una visión diferente. Si bien ha habido películas de realismo social sobre las personas sin hogar, el enfoque único de la película despliega tanto realismo como poética, una especie de realismo mágico. URCHIN es una película que solo podía nacer a través de una conexión personal con estos temas y un trabajo continuo dentro de esta comunidad.”.
  BBC Film, que también produjo el corto de Harris, estaba deseando apoyar su ópera prima.
Para Scott O´Donnell, también productor, su participación fue fundamental para que la película viera la luz: “El guion se desarrolló con el apoyo de BBC Film y después se unieron al proyecto BFI y Tricky Knot. El apoyo de todos ha sido excepcional, no solo económico sino también critico, aportando un gran entusiasmo y compromiso en el proyecto. Teníamos claro que iba a ser complicado sacar adelante esta película así que contar con colaboradores que compartían nuestra misma pasión por ella ha sido increíble”.
  Al leer el guion de Harris por primera vez, Scott quedó impresionado por el equilibrio entre humor y crudeza: “Una de las cosas que me encantó del guion desde el principio fue su uso del humor y la ligereza frente a un tema tan complejo. La ligereza te atrapa y te conecta con el material; casi te toma por sorpresa, sumergiéndote en una película sobre temas serios, pero aun así convirtiéndola en una experiencia agradable. El guion era increíblemente sólido, lleno de matices, lleno de vida, humanidad y humor, lo que lo hacía sumamente cautivador. Te transportaba a un verdadero viaje”.
  Harris se inspiró en una amplia gama de influencias durante el desarrollo del guion y el rodaje. Como él mismo reflexiona: “He crecido con figuras como Mike Leigh, Ken Loach y Shane Meadows. Han sido mi sustento. Son cineastas con una gran influencia política y una enorme importancia en el cine. No quería hacer algo que socavara los problemas de la película o que los mostrara simplemente desde un punto de vista básico y arquetípico. El cine de la clase trabajadora tiende a ser sombrío a veces, pero también muestra historias que necesitan ser contadas. Mi objetivo, sin embargo, era buscar un punto intermedio, combinando elementos del cine de alto nivel con un enfoque más profundo e investigado. De esta manera, creo que la gente puede adentrarse en estos temas y, al mismo tiempo, emprender un viaje con un personaje, permitiéndoles reír e incluso enamorarse.
  Durante el casting, Harris y el equipo creativo supieron de inmediato que Frank Dillane aportaba algo singularmente atractivo al papel. Como reflexiona Harris: “Frank tiene mucho encanto, pero también aportaba comedia y ligereza, cualidades absolutamente esenciales. Sin eso, el personaje podría haberse convertido fácilmente en un estereotipo cascarrabias y rebelde”.
  Al desarrollar el personaje de Mike, Harris se inspiró en diversas personas que conoció mientras trabajaba con las diferentes organizaciones benéficas.
  “Mike era una amalgama de varias personas: algunas con las que había sido cercano y otras con las que había trabajado”, explica. “Pero creo que realmente se convirtió en él mismo cuando Frank se incorporó al proyecto y le dio vida. Había mucho de él en el guion, pero Frank encontró su propio camino en el personaje, haciéndolo sentir como una persona real».
  Harris continúa: «Frank se incorporó unos siete u ocho meses antes de empezar a rodar la película, y desde el principio, estaba claro que era la persona adecuada para el papel. Le puse en contacto con algunas organizaciones benéficas y él mismo se preparó. Hice hincapié también en que comprender el mundo de la indigencia y la adicción, incluso aunque no se experimente plenamente, sería muy beneficioso para su interpretación».
  La preparación de Frank fue de incalculable valor para su interpretación de Mike. “Antes de este proyecto, había ya trabajado en otros con personas sin hogar e incluso tengo amigos cercanos en situación vulnerable, por lo que ya tenía una profunda conexión con este mundo. Pero trabajar con Under One Sky ha sido crucial para conocer más gente, escuchar sus historias y comprender sus experiencias”. A pesar de todo este conocimiento previo, Frank admite sentirse nervioso al interpretar a un personaje tan alejado de su propia vida: “Normalmente les debes cuerpo y alma durante el rodaje a tus personajes, pero con Mike sentí una verdadera responsabilidad. Su vida la sentía muy lejana a la mía y tenía que ponerme al día. Enseguida comprendí lo agotador que debe ser no tener hogar. Físicamente es agotador, siempre hay que estar en guardia”.
  Archie elogia la dedicación de Frank al papel y la profundidad de su investigación: “Cuando le conocí, me quedó claro que encarnaba el papel a la perfección. El nivel de detalle que aportó a la creación de Mike fue muy profundo. Al ver el primer montaje de Harris, sentí todo lo que esperaba sentir: lo amé, lo odié, lloré, me frustré. Eso demuestra la brillantez de Frank”.
  Esta actuación tan increíblemente vulnerable e inesperadamente humorística hace que la película sea realmente especial.
El personaje de Mike no se presenta para ser juzgado, sino que existe dentro de un sistema en crisis. Como explica Scott O´Donell: “Harris dejó claro desde el principio que la película no pretende juzgar a Mike ni a nadie. Tampoco al sistema, sino que simplemente muestra la realidad de lo que sucede. Retrata las complejidades del mundo del protagonista mostrando que, a veces, ni siquiera los mejores esfuerzos son suficientes, y que superar la adicción suele ser un proceso difícil, en el que las personas caen varias veces antes de conseguir superarla por completo”.

LA NATURALEZA CICLICA DE LA ADICCIÓN...
  Al escribir el guion, Harris no quería que el enfoque principal fuera únicamente la experiencia de una persona con adicciones: “No quería que se tratara solo de drogas, porque existe la idea de que todo adicto es destructivo o que toda persona sin hogar es adicta a las drogas. Sin embargo, no es así. Es cierto que hay una alta tasa de consumo de drogas en esa comunidad, pero a menudo se usa como mecanismo de defensa. Por ese motivo quería destacar que alguien puede recaer en una versión más oscura de sí mismo, ya sea a través del alcohol, las drogas u cualquier otro medio».
  Para Frank, la adicción es una lucha profundamente humana, y esto se explora de forma convincente a lo largo de la película: “Todos somos adictos a todo tipo de cosas. Cuando tienes frío, un whisky te calienta. Cuando estás triste, las sustancias pueden hacerte sentir mejor. Es simple en muchos sentidos. La verdadera pregunta es qué sucede cuando lo dejas todo y descubres los apoyos que tienes”.
  Además del tema de la adicción, Harris quería explorar las complejidades de la autoayuda: «Quería incorporar esto porque puede ser increíblemente reconfortante y útil, pero a la vez, también puede ser bastante frustrante, especialmente las formas de terapia más pseudointelectuales. La grabación que Mike escucha lo ejemplifica: puede ser positiva, pero a veces, simplemente piensa que es una tontería y no quiere oírla”.
  La película genera conversaciones sobre temas que a menudo se consideran tabú. Como explica Archie Pearch: «No hace mucho, el exministro del Interior afirmó que la falta de vivienda es una elección de estilo de vida. Y la verdad es que la mayoría de la gente probablemente pasaría de largo sin pensarlo dos veces.
  Esta película busca generar un diálogo sobre un tema urgente, presentándolo de una manera única y mostrando una perspectiva diferente sobre personas que a menudo son ignoradas. Es una historia vital que necesita ser contada ahora”. Scott O´Donell destaca la importancia de reconocer la facilidad con la que esta vida puede sucederle a cualquiera: “Te das cuenta de que la mayoría de nosotros estamos a solo uno o dos pasos de esta misma situación. Solo necesitamos que un par de cosas salgan mal y de repente tu vida puede tomar un rumbo completamente distinto”.

EL GUIONISTA Y DIRECTOR...
  Durante el proceso de desarrollo del guion, Harris Dickinson trabajó como actor junto a varios directores aclamados, por lo que pudo conversar con ellos sobre su ópera prima: «Estuve trabajando con Ruben Östlund, Sean Durkin y Halina Reijn y todos ellos fueron de gran ayuda para mí. Intenté no molestarles demasiado, pero yo estaba continuamente pensando en mi película y pidiendoles consejos. Me ayudaron muchísimo, y de hecho todavía lo hacen. Me daban información muy valiosa y me animaban, lo cual es genial, ya que crear algo y luego abrirlo a nuevas ideas es un proceso curioso. Sus aportaciones fueron de incalculable valor.”
  Harris también colaboró en el rodaje muy estrechamente con su directora de fotografía: “Josée tiene una experiencia increíble. Me comentó que se necesita resistencia tanto intelectual como física.
  También me di cuenta enseguida que se necesita mucha capacidad mental, pues constantemente te hacen preguntas y hay que tomar decisiones. Juntos nos aseguramos de explorar a fondo el guion con nuestros asesores. Yo vi muchas películas y las comenté con Josée. Eso nos ayudó a determinar el estilo artístico que queríamos lograr».
  Dada la trayectoria de Harris como actor, Archie confiaba plenamente en su capacidad para trabajar bien con el elenco: “Su enfoque es increíblemente humilde y comprende a la perfección a los actores. Nunca había visto a nadie comunicarse e interactuar con ellos tan bien”. Scott también quedó impresionado por la capacidad de dirección de Harris: “Lo que más me impresionó fue su diligencia y lo bien que entendía todos los aspectos técnicos del cine. Era muy decidido sobre lo que quería, pero también un fantástico colaborador. Todo lo que hace lo hace con tanta humildad que eso inspira a todos a su alrededor a trabajar duro y dar lo mejor de sí”.
  Archie también elogia a Harris y al equipo de producción por su gran esfuerzo en el ajustado calendario de rodaje: “Tuvimos treinta y nueve localizaciones en veintiocho días, y rodamos principalmente de noche. La película fue un viaje emocional que empezó de una manera y luego nos llevó por un camino completamente diferente. Fue brutal, lo pasamos de maravilla. Éramos el mejor equipo y nos convertimos en una familia. No podríamos haber pedido mejores personas”.
  Frank estaba profundamente agradecido de tener a alguien con la dedicación de Harris como director: “Tenía plena fe en él como artista. No se encuentra gente como Harris todos los días.
  Es emocionalmente inteligente y cree de verdad en lo que hace. Quería explorar diferentes maneras de contar esta historia, así que siempre que encontrábamos algo demasiado genérico, lo cambiábamos en el momento y probábamos con algo distinto. Sin duda, es un director de actores, y disfruté mucho trabajando con él”.

EL EQUIPO CREATIVO...
  Archie y el equipo creativo celebraron que Josée Deshaies se uniera al proyecto: “La adoramos desde que la conocimos. Ha hecho películas increíbles y conectó rápidamente con Harris. Su enfoque y sensibilidad eran justo lo que necesitábamos.
  El estilo visual que ella y Harris eligieron fue tranquilo y sencillo, centrándose en tomas únicas y encuadres amplios. Es una gran directora de fotografía”.
  Harris coincide con Archie: “Josée realmente me apoyó para encontrar mi camino dentro del estilo que estaba buscando. Constantemente cuestionábamos el material preguntándonos como podíamos mejorarlo. Le gusta ir más allá del encuadre y la iluminación, incluso en la composición del movimiento en la escena de la coreografía hizo que me emocionara.”
  Scott añade: «Nunca había rodado en Londres y esto fue muy emocionante porque queríamos romper con la estética habitual del realismo social británico. La perspectiva fresca de ella aportó algo nuevo a la estética de la película».
  El trabajo de la diseñadora de producción Anna Rhodes también fue vital para crear el mundo de la película: “Anna tuvo la difícil tarea de convertir las localizaciones en espacios reales. Hizo que todo se ajustara a nuestro presupuesto y nos alejó de los clichés. Es muy buena en su trabajo”. Scott elogia la capacidad de Anna para aportar calidez: “El diseño de producción a menudo se pasa por alto, pero Anna hizo un trabajo increíble al equilibrar la autenticidad con una sensación de realidad ligeramente más intensa”. Harris también estuvo muy involucrado en la recreación de lugares de su pasado, como el hotel en el que trabajó de adolescente. “Con Anna vi la mejor forma de recrear algunos de esos entornos, el hotel donde trabajé durante la audición y el South Bank, donde también tuve un trabajo similar como recolector de basura cuando era más joven”.
  La estética de la película también contó con el trabajo de la diseñadora de peluquería y maquillaje Lisa Mustafa y el diseñador de vestuario Cobbie Yates. “Lisa tuvo un trabajo difícil con el personaje de Mike, alternando entre su apariencia anterior y posterior a la prisión”, reflexiona Harris. De igual manera, el diseño de vestuario de Cobbie fue crucial para evitar el estilo típico de un drama policial británico: “Cobbie no le tenía miedo al color y me animó a explorar opciones que encajaran con la historia. Su colaboración fue vital”. Frank también colaboró estrechamente con Cobbie, interpretando juntos sus ideas y el guion de Harris para ayudar a dar forma al estilo del personaje de Mike.”
  Harris destaca en la película las dificultades que muchos enfrentan dentro de un sistema en crisis “URCHIN nos hace cuestionar cómo tratamos a los demás” explica Scott “y ojalá aporte algo nuevo en estos tiempos de incertidumbre pues apela a la necesidad de conexión humana e inspira a las personas a dar una mejor versión de sí mismas”. Para Archie la película plantea preguntas audaces y la gente debería mostrarse abierta a ella por el viaje que conlleva y la reflexión sobre cosas que quizás nunca antes habrían considerado.
  Frank espera que la película fomente la comprensión pues, aunque a menudo preferimos vernos como superhéroes, la vida resulta más complicada. URCHIN arroja luz sobre ciertas vidas reales, a menudo ignoradas, y muestra la riqueza que aportan todas esas historias.    Harris por su parte espera que el público se sumerja en la historia de Mike, que comprenda al personaje y el viaje que emprende, que genere conversaciones y provoque reflexión y compasión sobre temas que son importantes.

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