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UNA AVENTURA EXTRAORDINARIA
INFORMACIÓN
Titulo original: Big Miracle
Año Producción: 2012
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 107 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Drama, Biografía
Director: Ken Kwapis
Guión: Jack Amiel, Michael Begler. Basados en la novela escrita por Thomas Rose
Fotografía: John Bailey
Música: Cliff Eidelman
FECHA DE ESTRENO
España: 2 Marzo 2012
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

En la pequeña localidad de Barrow, en Alaska, en el Círculo Polar Ártico, en 1988, tres ballenas azules quedan atrapadas por el hielo, no pudiendo respirar más que a través de un pequeño agujero, pero con el problema añadido de que las bajas temperaturas van congelando también el hueco y terminarán por cerrarlo por completo, acabando por morir los cetáceos. Adam, un reportero de la televisión local, publica la noticia que transciende a otros medios nacionales y con la ayuda de Rachel, su ex-novia, una voluntaria de Greepeace, el relato llega hasta el mismísimo presidente Ronald Reagan, que pone en movimiento la ayuda de las fuerzas aéreas y navales...

INTÉRPRETES

DREW BARRYMORE, JOHN KRASINSKI, JOHN PINGAYAK, AHMAOGAK SWEENEY, JOHN CHASE, ANDREW DALY, THOMAS R. DALY, TED DANSON, THOM VAN DORP, TIM BLAKE NELSON, JEFFREY EVAN, MALIAQ KAIRAIUAK

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FRED, WILMA Y BAM-BAM VIAJAN A LA GRAN PANTALLA...
     En 1988 no existían los teléfonos inteligentes, las redes sociales ni la comunicación instantánea y las noticias no iban a la misma velocidad que hoy. Sin embargo, los canales de televisión por cable y vía satélite eran cada vez más populares, y el mundo descubrió que no dependía únicamente del periódico de la mañana o de las noticias de las grandes cadenas para mantenerse informado. Ya empezaba a ser posible seguir una noticia durante 24 horas. Para las tres ballenas grises que se quedaron atrapadas en la costa de Barrow, Alaska, durante su migración anual en octubre, eso significó mucho.
   Uno de los observadores del rescate fue Thomas Rose, cuyo libro ‘Freeing the Whales’ salió a la venta en 1989. La historia, que primero se publicó en un artículo para la desaparecida revista Spy antes de convertirla en un libro, sigue el tremendo esfuerzo realizado para rescatar a tres ballenas grises atrapadas en el hielo de la costa de Barrow. Un reportero gráfico de la zona mandó un vídeo de los mamíferos respirando por un pequeño agujero abierto en el espeso hielo, y las imágenes llegaron desde la oficina de Anchorage al despacho de Tom Brokaw, el presentador de las noticias de la noche de NBC.
   La apremiante situación de las ballenas captó el interés del mundo entero, dando pie a una auténtica invasión por parte de los medios.
Pero el Cuarto Poder no fue el único en interesarse por la noticia. La Casa Blanca, donde entonces residía Ronald Reagan, preparaba la campaña electoral para aupar al vicepresidente George H.W. Bush a la presidencia, y vio la oportunidad de convertirle en un candidato preocupado por la ecología. El equipo de Reagan encargó a Bonnie Mersinger, ayudante ejecutiva del Gabinete, que se ocupara del asunto. “El presidente Reagan vino a mi despacho en el Ala Oeste aquella tarde”, recuerda Bonnie Mersinger Carroll, que ha trabajado como asesora técnica en ‘Una aventura extraordinaria’. “Se había enterado de que la Guardia Nacional estaba participando en el rescate y quería saber qué podía hacer la Casa Blanca. Yo pertenecía a la Guardia Nacional y me pidió que ofreciera ayuda a la Guardia Nacional de Alaska. Así conocí a Tom Carroll”.
   El terrible acontecimiento llevó a Bonnie Mersinger a fundar la organización nacional “Programa de Ayuda a los Supervivientes de Tragedias” (TAPS), en asociación con el Departamento de Defensa para ofrecer consuelo y ayuda a los héroes caídos de Estados Unidos.
   Hasta el año 1992, la historia de compañerismo, humanidad y denuncia de Thomas Rose no llamó la atención de dos guionistas televisivos en auge llamados Jack Amiel y Michael Begler. “Mi hermana Andrea trabajaba para Dan Rather en CBS News”, recuerda Jack Amiel, “y pensó que la historia nos interesaría aunque en ese momento nuestro enfoque era sobre todo televisivo”.
   Los dos guionistas no olvidaron la historia de Thomas Rose y volvieron a escribirla en 2001, cuando empezaban a darse a conocer como guionistas de cine. Compraron los derechos del libro y los renovaron regularmente mientras escribían nuevas versiones del guión.
   “Nuestras fuentes eran el libro de Thomas Rose y los reportajes de la época”, añade Michael Begler. “La mayoría del guión se basaba en hechos reales, aunque tuvimos que crear nuevos personajes para dar forma a la historia, pero queríamos ser consistentes con lo que realmente ocurrió durante esas dos semanas de 1988”.
   El hecho de que dos de los tres cetáceos sobrevivieran y consiguieran llegar a mar abierto, gracias a la cooperación de dos superpotencias que pusieron de lado su enfrentamiento y unieron sus fuerzas, se convirtió en un auténtico hito mediático.
   Ken Kwapis, que ha dirigido éxitos como ‘Qué les pasa a los hombres’ y ‘Uno para todas’, ayudó a dar más forma a la historia. “Las primeras versiones eran mucho más satíricas”, recuerda Jack Amiel, “pero Ken supo dar un toque de bondad y humanidad a la historia. Ahora es mucho más abierta, la película ofrece diferentes puntos de vista”.
   El director pensó que era una buena oportunidad para relatar los acontecimientos desde perspectivas múltiples. “Me sorprendió descubrir el alboroto que se montó por esas tres ballenas”, dice.
   Los guionistas presentaron el guión a Steve Golin y Michael Sugar, directores de la agencia y productora Anonymous Content, que también hicieron sugerencias para mejorar la historia.
   “Michael me pidió que leyera el guión”, recuerda Steve Golin. “Enseguida me di cuenta de que podía ser una película acerca de personas con un objetivo común a pesar de tener filosofías muy diferentes. Ken captó el tono de la historia y aportó toques de humor sin perder de vista el tono conmovedor e inspirador”.

PERCEBES Y DEMÁS: IMAGINEMAS A LAS BALLENAS...
   El mayor reto que planteaba ‘Una aventura extraordinaria’ se solucionó a miles de kilómetros de Alaska, concretamente en Nueva Zelanda durante la preproducción. En Glasshammer Visual Effects, de Auckland, diseñaron y construyeron las tres auténticas estrellas de la película. Glasshammer reprodujo con absoluta fidelidad al trío de ballenas grises bautizadas como Fred, Wilma y Bam-Bam por los guionistas.
   Los magos de los efectos especiales Justin Buckingham y Mike latham hicieron que las ballenas grises estuvieran vivas en la gran pantalla. La empresa de Justin Buckingham ya había creado las ballenas de la taquillera ‘Whale Rider’ en 2002 y su trabajo había llamado la atención del director y de los productores.
   “Nos encargamos de construir las ballenas grises”, explica Justin Buckingham, “y Mike diseñó la animatrónica, la robótica y el sistema hidráulico. Cuando nos llamaron preguntándonos si estaríamos dispuestos a construir las tres ballenas, me entusiasmé con la idea”.
   Ken Kwapis tenía muy claro que los cetáceos debían parecer reales. “Las ballenas debían dar la impresión de ser auténticas”, dice el director. “Los actores necesitaban algo tangible con lo que actuar. Estudiamos los reportajes de la época para entender cómo se movían. No queríamos convertirlos en seres antropomorfos, pero cada una tiene marcas diferentes para que el espectador llegue a reconocerlas. La piel de las ballenas grises está llena de asperezas, lo que les proporciona una belleza muy especial y las hace aún más entrañables”.
   Otro requisito fue la construcción de una piscina de hielo lo bastante grande como para que cupiesen las ballenas y pudieran moverse libremente. “Construimos un decorado al aire libre con una espesa capa de hielo y una piscina para las ballenas animatrónicas”, explica Ken Kwapis. “Aparecían en cualquier zona de la piscina y en el orden que decidíamos, fue una auténtica proeza de ingeniería y funcionó de maravilla”.
   El acabado de las ballenas reproduce fielmente la piel de los auténticos cetáceos de 1988, con percebes y las cicatrices correspondientes.
Justin Buckingham y Mike Latham inventaron una plataforma móvil para dos de las ballenas que sujetaba las cabezas y las movía de forma independiente. El mecanismo hidráulico estaba conectado a un panel de control fuera del campo de la cámara.
   “Lo más difícil fue diseñar equipos que no se congelasen o sufriesen daños por estar sumergidos en agua helada durante largos periodos”, dice el diseñador. “Busqué un material adecuado para que las cabezas aguantaran todo el rodaje”.
   Después de cuatro meses de construcción, las ballenas zarparon desde Nueva Zelanda a Anchorage. “Después de hacer las pruebas pertinentes en Auckland, las mandamos a Alaska en contenedores. Nuestra única preocupación era que llegaran intactas, y así fue”, dice Mike Latham. “Una vez allí, preparamos la piscina y sumergimos el equipo. Es verdad que cuando sacaron la cabeza, eran preciosas”.
   Los actores y el equipo técnico no esperaban que las ballenas fueran tan auténticas. “Me quedé enganchado en cuanto vi las ballenas”, reconoce John Krasinski. “Son crea-ciones brillantes, auténticas obras de arte, y se convirtieron en el alma de la película”.

LA RECONSTRUCCIÓN DEL AÑO 1988...
   La primera parte del rodaje transcurre en decorados más reducidos, tipo pisos y despachos, mientras que los acontecimientos en el hielo se rodaron más tarde para aprovechar la llegada del invierno.

Filmar en Alaska:

   El director siempre abogó por rodar en Alaska, un estado que no se ha visto últimamente en grandes películas. “Una aventura extraordinaria” probablemente sea el único largometraje producido por un gran estudio que se haya filmado íntegramente en Alaska”, dice Ken Kwapis.
   Los productores estaban totalmente de acuerdo con el director. “Filmar en Alaska significa penetrar en otro mundo”, dice Michael Sugar. “Y la ciudad de Anchorage fue el socio ideal”.
  Era materialmente imposible rodar en Barrow, la pequeña ciudad situada a 480 kilómetros al norte de Anchorage; mientras que la capital, a la que llaman el “cinturón bananero” por sus comparativamente suaves temperaturas, ofrecía la infraestructura necesaria.
   Lo primero fue encontrar un lugar adecuado para construir el decorado que representaría a Barrow, algo más complicado de lo que parece ya que Anchorage está rodeada de montañas. Después de visitar varias zonas con poca accesibilidad, se escogió un lugar en una planicie lodosa que ofrecía una amplia vista del horizonte.

Decorados adicionales e influencias nativas:
   Otra dificultad fue encontrar bastante equipo periodístico usado en el 88, no solo para los reporteros en el hielo, sino también para los periódicos de Los Ángeles, Nueva York, Anchorage y Barrow. “Hubo que buscar maquinas para cintas de ¾ de pulgada, mezcladores de audio de la época y maquinas de escribir IMB Selectric, conocidas como IBM de bola”, recuerda Nelson Coates. “Creamos el decorado para el programa ‘NBC Nightly News’ en una planta vacía en el edificio de un banco de Anchorage. Lo recreamos todo, los logotipos, las consolas, las cámaras, incluso los ascensores”.
   Anchorage no dispone de platós profesionales, y se usaron varios almacenes vacíos para los decorados de la Casa Blanca, los periódicos de Los Ángeles, los interiores del rompehielos soviético, el piso de Adam, etcétera. La producción tuvo acceso a la base de la Guarda Nacional, por lo que fue posible rodar en sus hangares y usar el material disponible.

Hacia alta mar: Efectos especiales y efectos visuales:
   La reconstrucción del mundo de las ballenas requirió auténtica magia por parte del equipo de Ken Kwapis. Fue necesario un ejército de artistas de efectos especiales y creadores de efectos visuales para conseguirlo.

Efectos especiales en el Círculo Polar Ártico:
   El coordinador de efectos especiales John Cazin supervisó la construcción de la piscina en la que se crearían los respiraderos de las ballenas. “Fue muy duro para el equipo de construcción”, dice. “Hubo que bombear el agua que salía del suelo, encajar la piscina, bloquearla con hormigón y colocar un sistema de filtración para que el agua no se pudriera. Un trabajo así suele llevar meses, pero lo hicimos en semanas. Hablamos de una piscina de 472.000 litros de agua”.
   El respiradero estaba rodeado de un campo de hielo. Sin embargo, en Anchorage, en otoño, la temperatura es de unos 2,5 grados y el hielo se derretía. “Usamos diversos materiales para imitar el hielo”, explica Nelson Coates. “Colocamos una base de plástico blanco como la que suele haber en los campos de fútbol, y encima otros materiales, como sal marina, trocitos de papel y hielo picado. El rodaje duró meses, por lo que necesitábamos una superficie blanca impoluta”.
   El departamento de efectos especiales creó hielo y nieve auténticos para el rodaje. Cada día, un enorme camión de nieve artificial tragaba bloques de hielo, los trituraba y los repartía de forma uniforme en el campo de hielo. “Fabricar nieve en Alaska es el colmo”, dice, riendo, el supervisor de efectos especiales.
   Las ballenas debían avanzar de respiradero en respiradero hacia altar mar, pero crear varios respiraderos habría llevado meses. Nelson Coates y su equipo encontraron una solución: “Decidimos construir tapas de diferentes tamaños y formas que encajaran en el único respiradero. El campo de hielo no cambiaba y nos ahorramos mucho trabajo”.

Efectos visuales en Barrow, Alaska:
   La mitad del horizonte del campo de hielo donde se rodó estaba cerrado por montañas, y se colocaron pantallas verdes para taparlas. Posteriormente se añadieron imágenes digitales de la eterna tundra.
   En cuanto al decorado para Barrow, Nelson Coates dice: “Creamos una manzana y media de la calle Agvik en el centro de Barrow tal como estaba en 1988. Vemos la fachada del hotel Top of the World y sus 42 habitaciones. Al lado está el restaurante mexicano Amigo’s, que sustituye al auténtico Pepe’s. El estilo, el color de la pintura, todo es igual a como estaba entonces. Muchos edificios de Barrow eran prefabricados ya que allí no hay madera. Construimos el decorado de forma que se viera el horizonte, pero solo estaba a dos minutos del centro de Anchorage”.

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