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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Las personas en Cuba abandonan su país en balsas, hechas en su propia casa, arriesgando sus vidas. En Cuba, todos conocen a alguien que se ha ido o lo ha intentado; madres que han abandonado a sus hijos y maridos a sus esposas. Algunos lo consiguen, otros desaparecen en el intento, y a otros el mar los devuelve a su tierra, vivos o muertos. El océano que separa La Habana y el estrecho de Florida es extremadamente peligroso.
Fascinación por el mundo exterior, el deseo de verlo y la sensación de abandono son las emociones que marcan a Cuba. Ya han pasado más de 50 años desde la Revolución Comunista y, de alguna manera, en La Habana parece que el tiempo no ha pasado: los coches antiguos, los viejos edificios, todos los estereotipos que se asocian con esta ciudad. Sin embargo, existe algo entre los cubanos que sí ha cambiado. Hay una energía oculta entre la juventud. Esta perspectiva fresca y viva entre las nuevas generaciones es la que quería reflejar en 'Una Noche'.
ENTREVISTA A LA DIRECTORA...
¿Cómo surgió la idea de rodar Una Noche?...
.- Desde el primer día que pasé en La Habana hace diez años, me sorprendió la energía de la ciudad. Sentí que tenía que capturarla en una película, visualmente era muy rica y poderosa. La película está inspirada en hechos reales: en 2002 un chico del Malecón (el paseo marítimo de La Habana) me contó la historia de tres de sus amigos que se fueron en una balsa. No pude quitarme esa historia de la cabeza. Casi toda la gente que conocí tenía historias personales sobre gente que querían y que se había marchado o lo había intentado. Una Noche nace del sentimiento de estar reprimido y atrapado, del deseo de salir, de irse y cumplir los sueños, de arriesgar todo por amor.
¿Es esta tu primera película?...
.- Sí. Antes había rodado cortos en NYU. La escuela es fantástica, porque te dan una cámara, un rollo de película y te mandan fuera a experimentar filmando en las calles de NYC. En la escuela trabajé en varias de las películas de mis amigos haciendo distintas tareas. Una Noche es también mi tesis para NYU. Inicialmente la escribí para un corto, pero la historia evolucionó naturalmente hacia una película una vez que me mudé a La Habana y pasé tiempo trabajando en la parte emocional de la historia.
¿Cómo conseguiste la financiación para la película?...
.- La financiación vino de varias fuentes. La inversión inicial llegó después de encontrarme con un amigo de la universidad, Mark Nichols. Me encontré con él tras haber pasado un tiempo sin verle y le conté en lo que había estado trabajando. Le entusiasmó y se involucró en la película y me ayudó a conseguir algo de dinero. Una Noche también ha tenido el apoyo de varias becas. Formar parte de IFP y de Tribeca All Access Labs fue crucial para poder desarrollar la película y que lograra captar atención. También pudimos usar las instalaciones de NYU para editar. Gran parte del apoyo a Una Noche ha venido por parte de patrocinadores dentro de la industria como Kodak, que nos dio película de 35mm. Arri Media y Clairmont Camera nos ayudaron con las cámaras; Trew Audio nos dio micrófonos. Nos dieron vuelos de Cubana porque tuvimos que llevar todo nuestro equipo de filmación desde fuera del país, ya que no hay laboratorios en La Habana. Sin todo ese apoyo no habría habido película.
¿Cómo investigaste las salidas ilegales de Cuba?...
.- Cuando hicimos las pruebas para los papeles del padre de Lila y Elio, un actor vino a la audición y la primera cosa que me preguntó fue cuándo íbamos a rodar la película. Le dije que planeábamos comenzar a filmar en 3 meses. Me miró preocupado y se quedó en silencio. Miró a la balsa que habíamos guardado en la oficina y dijo, casi de forma inaudible, que él estaba haciendo su propia balsa y que se habría marchado antes de que rodáramos la película. Nos dio consejos para hacer la balsa mejor y sobre qué debían llevar con ellos en el bote. Fue muy doloroso ver que esto es una realidad y me enfermaba saber que él se iba a ir de ese modo. No le volvimos a ver y no supimos si lo logró. Hubo otros que se marcharon cuando estábamos en la preproducción. Estábamos buscando a un joven cantante de reggaeton llamado Elvis Manuel para que hiciera una canción para la película, pero se marchó antes de que lográramos hablar con él y falleció en el mar.
¿Cómo es rodar en Cuba?...
.- Hubo dificultades, pero en muchos sentidos rodar en La Habana fue una experiencia increíble. La gente nos apoyó y trabajó muy duro para asegurarse de que las cosas funcionaban. Muchos de los momentos que más me gustan de la película se lograron por casualidad y gracias a un equipo flexible que estaba abierto a los cambios y a incorporar lo que ocurría alrededor de ellos en las calles. No hubo ni un solo día que transcurriera como estaba planeado. Todas las escenas con los coches de policía fueron momentos espontáneos en los que la policía estuvo de acuerdo en hacer la escena en esos lugares. Les pedí que persiguieran a Raúl y les encantó hacerlo. Eso sí, sólo teníamos una toma, porque tenían que volver a su trabajo real.
¿Alguna dificultad durante la producción?...
.- El embargo hizo las cosas más difíciles, porque tuvimos que llevar todo a Cuba. Maite, la productora, y yo llenamos con 90 latas de rollos de película la mitad de los compartimentos para el equipaje de mano del avión en un vuelo de Londres a La Habana. En general hubo retos. Estábamos trabajando sin teléfonos móviles y con apagones de luz frecuentes. Hicimos todo lo humanamente posible para que ninguna de estas limitaciones nos desviara de nuestro objetivo. No se quitó nada del guión porque no se pudiera hacer. Los actores estuvieron a la altura del reto y los productores lo hicieron posible. Tuvimos persecuciones de coches, escenas de riesgo, localizaciones múltiples, tomas bajo el agua, tiburones, un montón de extras y escenas muy elaboradas. No renunciamos a nada de Una Noche que requirió una ingente cantidad de trabajo, concentración y colaboración de todo el reparto y el equipo.
Sin embargo, el tiempo que duró el rodaje fue un periodo complicado para los actores. Anailín se estaba enfrentando al divorcio de sus padres y María Adelaida Méndez Bonet, que interpreta a la madre de Raúl, también vivió una tragedia durante el rodaje cuando arrestaron a su hijo por asesinato. También estuvimos de luto durante el rodaje porque el padre de Javier falleció la semana antes de que empezáramos a filmar. Fue extremadamente fuerte y valiente.