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SINOPSIS
Victoria se ha instalado en la soledad. Se trata de una abogada que se encuentra con un amigo y un ex narcotraficante al que tiempo atrás ayudó en una boda. Poco después su amigo es acusado de intentar asesinar a su novia...
INTÉRPRETES
LAURE CALAMY, VIRGINIE EFIRA, VINCENT LACOSTE, EMMANUELLE LANFRAY, LAURENT POITRENAUX, MELVIL POUPAUD
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INFORMACIÓN EXCLUSIVA
¿Es LOS CASOS DE VICTORIA una película sobre la depresión?...
Yo la llamo “una comedia desesperada sobre la caótica vida de la mujer moderna”.
¿Por qué una comedia?...
Creo que la comedia ofrece un camino más agradable para mostrar mis obsesiones: las dificultades inherentes en las relaciones de hombres y mujeres, la soledad, los niños, la justicia, el dinero, el sexo. La comedia da cierta distancia.
Quería hacer un retrato de una mujer que descubriésemos poco a poco, capa a capa.
Sus problemas sexuales se acentúan con el resto de preocupaciones de su vida: el juicio de su amigo, el acoso de su ex, etc. Los personajes se revelan lentamente más problemáticos y complejos de lo que podría parecer en un principio. No es una película sobre la inocencia o una crónica sobre la vida amorosa. Es la historia de una mujer compleja que se encuentra en medio de una espiral de emociones
encabezadas por su vida profesional. Su vida personal afecta a su trabajo y viceversa durante toda la película. Mi objetivo era ilustrar esto. Qué la deja tirada en el suelo y qué la vuelve a levantar.
¿Cuáles son tus referencias? Me viene a la cabeza la comedia americana...
Sí, absolutamente. Howard Hawks, Billy Wilder y Blake Edwards me han inspirado, pero también Sacha Guitry. Su película Désiré en particular. Woody Allen también, por supuesto. He descubierto hace poco a James L. Brooks y me ha encantado. Mi gusto por la comedia se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo.
Soy una apasionada de las sitcoms como Silicon Valley o la menos respetable, no sé por qué, Mom, las cuales mezclan el drama y la comedia como ningunas otras y que me han enseñado hasta dónde puedes internarte en temas oscuros de una forma cómica.
Uno de los elementos cómicos de la película es la sobreimposición de escenas donde Victoria pide consejo a amigos, psiquiatra, acupunturista, etc…
La película se centra tanto en las reflexiones de Victoria como en sus acciones.
Uno de los objetivos escribiendo el guion era crear una serie de escenas donde Victoria se confiase a la gente equivocada en el momento equivocado. Les cuenta sus problemas a hombres con los que se tenía que estar acostando, a clientes a los que tenía que estar defendiendo… Muchas veces hay un gran salto entre la posición social de la gente y la forma en que se comportan. Quería llevar la película del drama a la comedia para crear la energía propia de esta paradoja.
"LOS CASOS DE VICTORIA" también juega con códigos de comedia romántica...
Sí, aunque lo que se dicen los personajes aquí es bastante más cruel la mayoría de las veces. La división de clases es cruel. La última secuencia contiene la ambivalencia de la película. Tenemos un pie en el romanticismo y otro en el cinismo cuando Victoria declara su amor a Sam tras haberlo perdido todo y él empieza a negociar con ella.
También tomas prestados códigos de otro género, el de juzgados...
Hay muchas referencias a Anatomía de un asesinato, de Otto Preminger: el perro siendo testigo en el estrado, la ropa interior… Pero me alejo un poco del drama de este género gracias a la comicidad de los animales. Adapté la película de un caso real.
Una mujer fue hallada ahorcada y se usó a su dálmata para ver cómo reaccionaba al olor de los sospechosos. Cuando da su argumento final está fuera de sí y a punto de desmayarse mientras intenta desacreditar el testimonio del perro. Nos reímos porque la realidad ha sido invadida por el absurdo. También me gusta la idea de que Victoria no es solo una víctima. Ella es tan ambiciosa profesionalmente, que puede
tener ese punto de cinismo propio de la profesión, algo que aprendí hablando con abogados mientras escribía el guion.
El sexo danza sobra la película en todo momento...
Siempre se habla sobre sexo pero nunca se muestra. La idea del sexo impregna todo. La película satiriza el amor y el sexo. Vincent tiene problemas sexuales con su novia, quien le acusa de intento de asesinato. David revela la vida sexual de Victoria en un blog. Victoria va al psicólogo y al psiquiatra para que la ayuden a revivir su vida sexual. Y cuando lo intenta, cada encuentro es peor que el anterior, ofreciendo escenas de pura comedia. Al final, el extraño y misterioso objeto de deseo es la persona que ha permanecido en privacidad, cauta y casi virginal todo el tiempo: Sam.
¿Qué nos puedes contar sobre el personaje de Sam?...
Es un enfermero y un ángel de la guarda. Es la persona más enigmática de la película. Trabaja para Victoria y tiene total acceso a su vida personal. Madura al lado de ella, absorbiendo todo lo que puede. Poco a poco se convierte en un pilar de su balance frágil y emocional, pero ella apenas lo ve. Se van haciendo más cercanos a medida que él la ayuda en sus casos. Al final se enamoran, aunque con gran cinismo por temas de dinero.
"LOS CASOS DE VICTORIA" es una película mucho más cara que "La batalla de Solférino". ¿Cómo se siente la subida de presupuesto? ¿Cuáles fueron las diferencias en el trabajo?...
La forma de trabajar fue completamente diferente. "La batalla de Solférino" se rodó en 24 días, Victoria en el doble. Y como no teníamos que estar pendientes de las condiciones de rodaje esta vez, podía estar pendiente de hacer lo que quisiera con la imagen. Con un presupuesto menor, tenía que hacerlo todo cámara en mano y mucho más rápido. En esta, estaba decidida a anclar la cámara. Prefiero la emoción que sale de la escena, no de los movimientos de cámara. En La batalla de Solférino, los actores eran amigos íntimos míos. En LOS CASOS DE VICTORIA no los conocía y me veía rodeada de gente que realmente lo daba todo. Trabajamos en estudio y me encantó. Aún así, he continuado arriesgándome: rodando con niños y animales (un mono y un dálmata). También he tenido varios actores no profesionales. Estos
elementos hacían que el set al completo estuviera concentrado. Pero la verdadera diferencia fue la preparación del escenario. LOS CASOS DE VICTORIA tenía un guion mucho más desarrollado que La batalla de Solférino. Rodé mucho material con LOS CASOS DE VICTORIA pero tenía control sobre la longitud de los planos. Estaba obsesionada con el ritmo de cada escena, mi mente estaba pensando todo el rato en el
montaje.
¿Cómo establecías el ritmo tan específico de la comedia? Desde el principio no decae en absoluto...
Estaba concentrada en todo momento en el tiempo de cada escena, ya que puedes perder el ritmo en escenas muy largas. Pedía a los actores que hablasen rápido. Por ejemplo, Melvil habla considerablemente más rápido que en la vida real.
Pero tenía que conseguir mostrar las emociones también. El reto fue conseguir el equilibrio justo entre el ritmo y al emoción.
¿Qué te hizo elegir a Virgine Efira?...
Estaba buscando una mujer brillante, divertida y melancólica para hacer de Victoria. Pero tengo que admitir que me enamoré de ella cuando la vi. Cuando nos conocimos, la encontré intensa, inteligente y divertidísima.
¿Y Vincent Lacoste?...
Emparejar a Virgine Efira con Vincent tenía mucho sentido para mí. Vincent tiene candor y gracia. Era la única persona a la que podía ver en ese rol. Quería sexualizarle en la segunda parte de la película, darle dos facetas opuestas. Al principio está un poco perdido y luego pasa a ser más viril. Aunque yo no estaba pensando precisamente en su diferencia de edad, encontré interesante que el chico con el que Victoria acaba sea un chico tan joven.
Tienes también increíbles actores secundarios...
Melvis tiene ese estilo de inocencia que tenía Cary Grant, detrás del que se oculta un punto de perversión, es el sospechoso perfecto; Laurent Poitrenaux tiene un toque de extravagancia y Laure Calamy tiene muchísima gracia.
Cuéntanos sobre tu aproximación a los actores. La actuación es lo que trae la verdad a las películas...
Creo que dirijo de oído a los actores. Les escucho más de lo que les miro. Pero la mayor parte de ello es una cuestión de tener el cast correcto y la atmósfera correcta en el set de rodaje. No tengo una receta.
Intento mantener cierta tensión para que la gente no se duerma. Intenté diferentes cosas durante las tomas para romper la rutina.
Tuve mucha ayuda de Cynthia Arra, quien se involucró mucho con la dirección de actores.
¿Crees que continuarás con la comedia?...
Sueño con hacer melodrama.