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NOTAS DEL DIRECTOR...
VENUS es un ejercicio de cine de sentimientos. Una propuesta para realizar un cine basado en la interpretación de los actores, donde la verdad y la palabra sean las principales vías para contar la historia.
VENUS propone al espectador el reto de viajar en el tiempo sin otro vehículo que su propia imaginación y complicidad a través del juego atemporal que la historia presenta. Nace de la necesidad de explorar nuevos lenguajes y retos narrativos que huyen del clasicismo para construir propuestas donde se rompen las barreras del espacio y el tiempo.
VENUS también habla de la nostalgia del amor perdido.
VENUS es originalmente una obra teatral donde cinco actores interpretan a unos personajes a través de diferentes décadas de su vida. Se estrenó en el teatro Pavón Kamikaze de Madrid en septiembre de 2017, cosechando un gran éxito de crítica y agotando todas las localidades durante las tres semanas en las que estuvo programada, lo que provocó que fuera programada al año siguiente en los Teatros del Canal de Madrid donde volvió a ser un éxito VENUS ha sido rodada en blanco y negro y en Scope, Es muy interesante, por ello, descubrir un tipo de cinematografía distinta a la que éste público está acostumbrado. El mismo público que abrazó obras recientes como Cold War de Pawel Pawlikowski o Roma de Alfonso Cuarón, ambas de corte similar a VENUS. Obras que reivindican un cine distinto a través de una revisión contemporánea del mismo. Un tipo de cine, que en los últimos tiempos, gracias a la inclusión en los catálogos de las OTTs, está suponiendo un escaparate muy importante que, sin duda, favorece a ponerlo en el mapa de todo tipo de público.
La propuesta en blanco y negro acentúa el carácter atemporal de la historia y al mismo tiempo bebe de la Nouvelle Vague que, además de situarnos emocional y visualmente en una época concreta, ayudará enormemente a la hora de plantear al espectador el juego de atemporalidad o de viaje constante en el tiempo. Sin embargo VENUS no pretende ser sólo un homenaje estilístico a una manera de hacer cine, sino que usa las ventajas de ese estilo a su favor, huyendo de ellas y explorando otras nuevas cuando la narración lo demanda.
Es una historia de amor cotidiana, que sucede en lugares comunes de una ciudad (una cafetería, un apartamento, una sala de conciertos...) pero al mismo tiempo
es profundamente reflexiva y poética en ocasiones.
La cotidianidad de sus escenas contrasta con el mundo interior de sus protagonistas, sus aspiraciones, deseos y sueños de los que somos testigos a través de los diferentes años en los que transcurre la historia.
Unos años narrados de manera no correlativa, jugando dramáticamente con el concepto del tiempo.