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NOTAS DE LA DIRECTORA...
La gran ausente del cine de hoy...
.- Hay un tema recurrente en la mayoría de las películas que se estrenan hoy en día: la familia. Hay de todo tipo: familias recompuestas, familias gay, familias a punto de estallar, familias que se reencuentran y familias que se destruyen. Pero el gran ausente de este panorama es ese de 17% de la población italiana que arrojan las estadísticas. Una cifra que no se puede considerar una minoría y que además no deja de crecer: la mujer soltera y sin hijos. Mis guionistas y yo hemos pensado que había llegado la hora de hacerles justicia. Y así es como nació Irene, nuestra protagonista.
¿La única receta para ser feliz?...
.- 'Viajo sola' es la historia de una mujer que ha cumplido 40 años, que no tiene hijos ni trabajo estable, pero que no percibe su situación como un fracaso. De hecho está completamente satisfecha con su vida. En pocas palabras, un concepto casi revolucionario, porque es una mujer sigue soltera a los 40 años, no ha tenido hijos y no quiere tenerlos con el hombre equivocado o por una inseminación anónima; es una mujer que tiene un trabajo que le apasiona pero que le ha impedido construir un nido, así que pueden estar seguros de que todo el mundo le repetirá la misma letanía hasta el fin de sus días: date prisa en encontrar un hombre y tener un hijo porque esa parece ser la única receta para ser feliz.
Un trabajo muy especial...
.- Irene tiene un trabajo muy especial, que le obliga a viajar todo el tiempo y que agudiza la sensación de no tener raíces: aparece de incógnito en hoteles de lujo, y durante su estancia -por supuesto sin que el personal sepa quién es- valora si el hotel tiene nivel suficiente para mantener su categoría. Se tiene en cuenta cualquier olvido o inexactitud que se traduce en un punto menos. A lo largo de la película veremos cómo realiza una inspección meticulosísima en varios hoteles: en las nieves de los Alpes, en las grandes ciudades europeas o en África.
Dos mundos muy alejados...
.- Irene es el punto de encuentro entre dos mundos que, en nuestra época, están más alejados que nunca: los muy ricos y la clase media, que sólo puede soñar con esa riqueza o vivirla una vez en la vida, tal vez en su luna de miel. Irene, haciéndose pasar por una rica clienta ve y comprende ambos mundos, con la lucidez de una entomóloga y la emotividad de una mujer.
El punto de vista masculino...
.- En la vida nómada de Irene, el gran punto de referencia cuando regresa a Roma es Andrea, su ex. Parece una relación perfecta: no hay celos, sólo muchas ganas de estar juntos y compartir las cosas que les apasionan, como si fueran dos hermanos. En la película, el concepto de maternidad fallida se aborda desde el punto de vista masculino. De hecho, Andrea, después de una aventura de una noche con una semidesconocida, descubre que la mujer se ha quedado embarazada y desea quedarse con el niño, sin importarle lo que piense él. Después de un primer rechazo, Andrea acepta la idea de convertirse en padre y asumir su responsabilidad, mientras que Irene sigue siendo la "soltera" de la pareja y considera esta decisión casi como un abandono.
Ver el futuro...
.- El viajo interior de Irene, el análisis de su situación, de su futuro tanto personal como profesional, surge de la comparación con Andrea y con su hermana Silvia (casado y con hijos). Pero será una extraña, la antropóloga Kate, la que le proporcione el espejo donde ver su hipotético futuro. Kate es una sacerdotisa de la libertad y la independencia de las mujeres, solteras como nuestra protagonista.
La libertad no existe..
.- Es cierto que la libertad puede dar miedo y confundirse con la soledad, pero lo cierto es que la libertad no existe por sí misma, siempre es un compromiso. El único y verdadero acto de libertad es elegir a qué se renuncia. Al final de la película Irene ha hecho una elección: seguir siendo feliz con su vida pero sabiendo a lo que está renunciado.