INFORMACIÓN EXCLUSIVA

NOTAS DE LA PRODUCCIÓN...
Por Eneko Lizarraga y Francisco Sánchez
   En la primavera de 2010, Rafa, Borja y Andrés Koppel nos hicieron un pitch (presentación concisa sobre una idea para cine o TV) sobre las extraordinarias medidas de seguridad del Banco de España; La Cibeles, el agua, los ríos subterráneos, la cámara acorazada a más de 40 metros de profundidad, un puente levadizo, medidas de seguridad más propias de los faraones y sus pirámides que del high tech de los bancos modernos…
  Eran los ingredientes perfectos para un gran robo, pero nos faltaban el “quién”, el “qué” y, sobre todo, si el banco es realmente inexpugnable… el “cómo”.
  Fueron muchas las ideas. Pero la suerte, Casillas e Iniesta se pusieron de nuestra parte.
En julio de 2010, la selección española de fútbol consiguió lo que todos soñábamos, pero nunca pasaba: ganar el Mundial. La explosión de alegría que generó en todo el país no tenía precedentes. Ahí justo nació Way Down ¿Te imaginas atracar el Banco de España mientras la selección juega la final y hay un millón de personas viendo el partido en pantallas gigantes justo enfrente?
  La mayor distracción posible, de repente, se hizo realidad. Dicho y hecho.
Compramos la idea al momento, la llevamos a Mediaset, que se entusiasmó con la historia, y empezó un largo proceso de desarrollo de guion. A partir de ese momento debíamos decidir qué íbamos a robar y encontramos la leyenda de los tesoros que Sir Francis Drake robaba a los españoles y ocultaba a la corona inglesa.
  Por suerte, Jaume Balagueró, uno de los directores más respetados en la industria española, aceptó el envite de llevar a la pantalla esta historia. No podemos dejar de destacar su talento, y su extraordinaria capacidad para plasmar su visión desde el trabajo colaborativo con el equipo.
  Cuando vimos el potencial real de la historia, era la hora de buscar financiación.
Teníamos una historia muy grande, con una mezcla de reparto nacional e internacional, y un esfuerzo de producción enorme, por lo que teníamos que buscar un socio que nos ayudara a vender la película por el mundo; apareció TF1. Compartimos la misma visión sobre el proyecto y llegamos a un acuerdo en poco tiempo. Era el momento de empezar con el proceso de casting.
  Una historia tan potente necesitaba un reparto a la altura y, para la parte internacional, nos pusimos en contacto con Dan Hubbard, uno de los directores de casting más reputados de UK. Teníamos que encontrar un actor para el personaje principal, Thomas, y construir a partir de ahí. Surgió el nombre de Freddie Highmore, protagonista por entonces de “The Good Doctor”, que se convirtió en la serie con más audiencia del mundo. Le enviamos el guion junto con una propuesta y la respuesta fue inmediata: le fascinó la historia, el personaje… y poder rodar en España.
  Sandra Hermida (Lo imposible, A monster calls), como Productora Ejecutiva y Directora de Producción junto con Margarita Huguet (El secreto de Marrowbone, Si yo fuera rico) se pusieron en marcha para perfilar un equipo a la altura de la apuesta: Daniel Aranyó (Regresión) en la fotografía, Patrick Salvador (El secreto de Marrowbone) en el diseño de producción, se unieron al equipo de rodaje para dar forma visual a la historia.
  El 14 de abril de 2019 comenzó el rodaje con la prueba de fuego más grande a la que probablemente nos hemos enfrentado profesionalmente: el rodaje en el centro de Madrid que recreaba los eventos del verano de 2010. 10 hectáreas del centro de la ciudad quedaron selladas al tráfico y al tránsito de viandantes para que 4 unidades de rodaje, un equipo de 320 personas, con el apoyo de centenares de miembros del ejército y la policía municipal, para inmortalizar muchas de las historias que ocurren durante el visionado y la celebración del partido de fútbol histórico en el eje Alcalá, Banco de España, Fuente de Cibeles.
  Todo un reto de producción y post producción, donde el talento de El Ranchito (Juego de Tronos) añadió la magia final para dar verosimilitud al conjunto.
  Durante un año, incluidos los complicados meses de pandemia, Way Down ha tomado forma en la mesa de montaje con David Gallart como montador jefe, un notable trabajo de sonido supervisado por Oriol Tarragó, y la partitura compuesta por Arnau Bataller.
  La película ha cubierto todas nuestras expectativas. Tan sólo queda el último sueño: mostrarla y compartirla con el público, el fin último de nuestro trabajo.

NOTAS DE PRODUCCIÓN...
Por Ghislain Barrois
  La producción de Way Down ha sido todo un reto industrial y técnico, que ha requerido un esfuerzo titánico para lograr desarrollarlo: un reparto multinacional encabezado por Freddie Highmore, un director consagrado como Jaume Balagueró, unas condiciones de producción óptimas y el apoyo en ventas y financiación de un socio internacional como TF1 Studio. El rodaje ha sido muy complejo, con un reparto amplísimo, numerosas jornadas en exteriores en localizaciones tan emblemáticas de Madrid como la Plaza de Cibeles, en la que convocamos a más de un millar de figurantes para recrear la celebración del Mundial 2010, e incluso escenas acuáticas de acción. Ya tenemos ensambladas todas las piezas del puzle, unas piezas que, por separado, eran sensacionales y el resultado es sencillamente espectacular: Way Down es una película magistral”.

NOTAS DEL DIRECTOR...
Por Jaume Balagueró
  Desde siempre me han fascinado las historias de infiltración, de robos complicados y misiones imposibles. Los retos, los acertijos, todo lo que supone un desafío y te anima a buscar, investigar, probar. Así que cuando recibí el guion de la película, hace ya algunos años, rápidamente despertó en mí una curiosidad que pronto se convertiría en una pasión. Un tesoro incalculable perdido durante siglos, una caja misteriosa que esconde el secreto de su ubicación, alguien dispuesto a todo por conseguir su contenido. Incluso infiltrarse en uno de los lugares más inexpugnables del mundo y enfrentarse a lo desconocido. Sí, sí, me interesa. Claro que sí. Contad conmigo. Y así empezó todo.
  Porque ese tesoro era el de Francis Drake, amasado durante años asaltando a los barcos de la armada española y luego arrebatado a la corona inglesa.
  Una historia de piratas en toda regla. Y ese lugar inexpugnable era el Banco de España, cuya cámara acorazada ha estado siempre rodeada de misterio.
  Una leyenda sobre viejos sistemas de seguridad desconocidos que tienen que ver con el agua. Pero esperad, aún había más, mucho más: porque ese gran golpe se iba a llevar a cabo en el único momento de la historia en el que esa monstruosidad arquitectónica impenetrable podía volverse vulnerable, aunque solo fuese durante 120 minutos: la gran final del Mundial de Fútbol del 2010.
  España contra Holanda. Y más de medio millón de personas enloquecidas siguiendo el partido en las pantallas gigantes ubicadas en la plaza de Cibeles de Madrid. Justo frente al banco. El momento perfecto.
  Dos partidos en paralelo. Dos retos casi imposibles. Dos desafíos paralelos.
Entrar en la cámara acorazada y ganar el Mundial de Fútbol. Dos bombas de relojería sincronizadas y a punto de estallar.
  Pero había un desafío más, otro gran reto. El mayor de todos, en realidad. Y no tardamos en descubrirlo: hacer la película. Porque todo era muy grande, muy difícil. La reconstrucción de aquellas veladas multitudinarias de fútbol y pasión, con centenares de miles de asistentes desatados por la euforia.
  La reconstrucción de las instalaciones del banco, sus zonas subterráneas inaccesibles, la desproporción de su cámara acorazada y los misterios y retos que encierra. La creación visual de la leyenda. Y el agua. Millones de litros de agua desatada.
  No sabíamos dónde nos metíamos. Ni lo sospechábamos. Pero insisto: adoro los desafíos y los retos. Y si nuestros protagonistas estaban dispuestos a darlo todo por recuperar su tesoro, nosotros no íbamos a ser menos.
  Pero todo esto tiene truco, claro. Porque no estaba solo. Conmigo viajaban los productores y un equipo increíble al que, curiosamente, también les encantan los desafíos y dejarse llevar por la pasión. Sin freno. Y un grupo de actores entregados que también adoran las misiones imposibles.
  Y, por si fuera poco, algunos también el fútbol.

SOBRE EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN...
Por Patrick Salvador
  El reto que me propuse: hacer plausible un atraco casi imposible. Sorprender al espectador con cada nuevo espacio. Un viaje a las entrañas de Madrid.
  Entrelazar como un tapiz las diferentes capas de una gran ciudad. Desde las cloacas, el metro, los subsuelos, hasta los grandes espacios de poder y sus monumentales edificios.
  Desde el guion se puso el listón muy alto: los mejores especialistas en su terreno, un banco casi inexpugnable, un momento muy complicado, por estar la ciudad abarrotada de seguidores del mundial y el control policial que acarrea, altas esferas internacionales tras los telones.
  El trabajo de arte cogió el testigo y luchó de la mano de producción para hacer ese viaje visualmente memorable y sorprendente. Conseguimos acceso a localizaciones de gran empaque y ambición, y se dio máxima importancia a todos los eslabones visuales de la película.
  A nivel estético, tratamos (y retratamos) el Madrid adulto, internacional, historicista, grandioso en sus formas y estilo. La huella neoclásica que empareja Madrid con las grandes capitales europeas. Una ciudad vibrante, elegante e internacional donde ubicar un atraco imposible.
  El departamento de arte ha tratado de ponerse a la altura de la ambición general del proyecto, que ha sido grande.
Un gran equipo a toda máquina construyendo, a la vez que descubriendo, el enorme rompecabezas que supone encajar todas las piezas del guion. Dar respuesta a todas las preguntas que se plantea el espectador. Y que esas respuestas sean insólitas, diferentes.
  Un gran equipo detrás de las cámaras para hacer un gran atraco delante de ellas.

SOBRE LOS EFECTOS ESPECIALES...
Por: Felix Bergés y Laura Pedro / Supervisores VFX
  En El Ranchito, empresa de VFX encargada de la película, nos hemos encontrado con diferentes retos, pero el principal sin duda fue el que implicaba dar vida al universo de Cibeles durante el mundial de fútbol de 2010. En la historia de Way Down es central recrear todas las fases que allí se vivieron, para lo cual era necesario llenar el enclave de centenares de miles de personas disfrutando de aquellos momentos tan especiales. Sólo disponíamos de un día de rodaje en Cibeles y teníamos que llevarnos todo el material necesario para poder hacer varias secuencias cruciales en la película.
  Como siempre, preparamos el rodaje a conciencia e hicimos previsualización de cada plano para esas secuencias. De esta manera, sabíamos antes de ir a rodar las necesidades técnicas por nuestra parte y por el resto de los departamentos.
  Desarrollamos nuestro sistema de crowd dándole un nivel extra de calidad para que admitiera planos con los personajes 3D cerca de cámara, e hicimos capturas de movimiento específicas para cada plano ya que, dependiendo del momento de la película, el crowd 3D necesitaba tener un acting u otro para que fuera lo más real y fiel posible. Estamos muy orgullosos del resultado, las secuencias se ven muy creíbles en todo tipo de planos desde los súper generales, con cientos de miles de personas a la vista, como los más cercanos, en los que los extras en 3D conviven con los reales.
  Por otro lado, todas las extensiones de decorado que hemos generado para que el espectador se sienta dentro del banco han sido creadas como si hubiéramos rodado ahí, en particular fue especialmente compleja la parte de tejado del Banco de España, que está idéntico a excepción de la cúpula, que modificamos para que funcionara mejor con el tipo de planos que requería la producción.
  Y como colofón, el reto que supuso la secuencia submarina, rodada en una piscina con un fondo verde que requirió generar un 3D de un barco y un fondo submarino de un kilómetro de extensión.

SOBRE EL DISEÑO DE SONIDO...
Por: Laura Tomás / Diseñadora de Sonido
  Construir el universo sonoro de Way Down ha sido un reto y un honor.
En primer lugar, había que recrear el mundial de Sudáfrica en toda su magnificencia emotiva: volver a construir de cero, a partir del recuerdo colectivo, los millones de voces humanas que se agolpaban en las calles de Madrid, con toda su euforia y sus nervios compartidos. Para ello grabamos a centenares de espectadores y peñas de fútbol; llenamos el estudio de vuvuzelas y tambores; generamos artificialmente un sistema de megafonía con diversos delays y fuentes de emisión para situar al espectador en medio de la plaza de Cibeles, y trenzamos todos estos sonidos hasta construir una marea humana que latiese, gritase y contuviese el aliento a la vez. Fue un trabajo meticuloso (¡Creo que el segundo mes de trabajo cualquier miembro del equipo de sonido hubiese podido locutar la final del mundial de memoria con los ojos cerrados!), pero con un resultado muy gratificante: la magia y el placer de poder llevar al espectador de vuelta a ese momento histórico, comprar un billete para revivir en High Definition una emoción que fue única.
  En paralelo había que trabajar todo el mundo de cámaras acorazadas, subacuáticos, persecuciones, sistemas de seguridad y otros elementos que forman parte del viaje épico de Tom, y hacerlo con la mayor calidad creativa, como requiere la espectacularidad de esta superproducción internacional.
  La parte más hermosa y la grandeza de Way Down ha sido conseguir encajar estos dos mundos tan diversos, unirlos en un mismo hilo emocional y que avancen cogidos de la mano.
  Agradezco la supervisión de Oriol Tarragó, que me ayudó a encarar el altísimo nivel que se requería y me espoleó creativamente para dar lo mejor, y la aportación inestimable de Jordi Font, Yasmina Praderas, Boi Martínez, Laura Díez y toda la gente del equipo de sonido que trabajó sin descanso para sacar adelante este peliculón.

Por Oriol Tarragó / Supervisor de postproducción de sonido
  Mi relación con Way Down ha sido apasionante; me siento muy afortunado por la confianza recibida para ejecutar esta película. Sandra Hermida, conociendo mi relación con Jaume Balagueró, me encargó la labor de montar todo equipo de postproducción de sonido, equipo que debía ejecutar todas las necesidades de sonido que la película merecía. Mi trabajo ha sido entender esas necesidades y, sobre todo, estar alineado con el punto de vista de Jaume Balagueró, entender el tono y la aproximación creativa y emocional del director. Way Down es la fusión de dos mundos muy diferentes: la afición a la selección española de fútbol y un grupo de apasionados que quieren recuperar un tesoro. Estos dos mundos se funden bajo un concepto: la pasión. Por esto subrayo la importancia de la emoción en el filme, ya que la pasión es el hilo conductor en el que se sostiene.
  Sonidos que juegan un papel narrativo en Way Down, como es el caso de todo el universo sonoro del Mundial de 2010. Desde locuciones reales de los partidos de la FIFA, programas de radio, de televisión, sonidos de la afición, cánticos de la afición y cómo jugarlos en la película.
  El universo propio del Banco de España, con la infinidad de sonidos que le acompañan y nuestra labor más importante: la gestión de la emoción para crear el gran clímax al final de la película. Entender qué emoción y en qué grado de intensidad se va transmitiendo al espectador para lograr revivir un momento tan especial y potente como la victoria de España en el Mundial de 2010.
  Estamos muy satisfechos por el resultado obtenido; Laura Tomas (diseñadora de sonido) y todo el equipo han hecho una excelente labor, trabajando de manera transversal entre el equipo de dirección, producción y sonido. Formar parte de ello ha sido una gran satisfacción.

SOBRE LA FOTOGRAFÍA...
Por Daniel Aranyó
  Way Down ha sido una aventura fascinante para mí, ya que el reto ha sido narrar en imágenes el universo de un grupo de rebeldes que nunca se rinden hasta conseguir lo que más anhelan.
  Hemos buscado, siempre con el director y con el director de arte, la manera de proyectar de la forma mas espectacular los desafíos de nuestros protagonistas con el uso de formato scope, lentes anamórficas, grandes angulares, luz contrastada, claroscuros y movimientos de cámara trepidantes.
  Darle un sabor de película americana abrazando la cosmopolita grandeza de Madrid.

SOBRE LA BANDA SONORA...
Por Arnau Bataller
  Participar en la película Way Down como compositor de su música ha sido uno de los mayores retos a los que me he enfrentado en mi carrera: ¿cómo suena una historia en la que se entremezclan objetos del siglo XVI con la tecnología punta de nuestra época? ¿Cómo acompañas unas imágenes trepidantes que no dan respiro al espectador sin que la música llegue a cansar? ¿Cómo suena el momento mágico en que casi toda España contuvo la respiración mientras Iniesta remataba a portería en el mundial de Sudáfrica? Por suerte, para responder a todas estas preguntas, pude trabajar codo con codo con Balagueró, director con el que ya había realizado dos largometrajes anteriormente.
  Para construir la sonoridad musical de la película mezclé sonoridades muy diversas: instrumentos antiguos, como la viola da gamba, con instrumentos recién creados como los hang drums, instrumentos del Pop, como guitarras eléctricas o infinidad de sintetizadores, con la tradición orquestal con la Orquesta del Principado de Asturias. Esta amalgama de colores crea una sonoridad con la que ir construyendo la narrativa musical: una música que nace de la pasión de sus protagonistas por superarse, y que, siguiéndolos muy de cerca, sufrirá una montaña rusa de contratiempos y retos que pondrán a prueba su talento.
  Poco a poco, conforme los retos se van haciendo más grandes, la música se va alejando de nuestros protagonistas para dar así más trascendencia a sus acciones y poder conectar más emocionalmente con el espectador hasta llegar al momento climático de la película dónde la música explota con toda su épica.
  Si los espectadores sienten la adrenalina, los nervios, la pasión por el trabajo y la superación de los diversos retos que sufren los protagonistas, y que también he sufrido yo al componer esta música, ¡estaré más que contento con mi trabajo!

SOBRE EL GUION...
Por Andrés Koppel
  Somos cinco los guionistas responsables del mismo. Un número poco habitual en nuestro cine y que suele indicar que el proceso de escritura ha sido largo y tortuoso.
  Hay que admitir que este guion ha sido escrito, reescrito, traducido al inglés y pulido durante diez años.
Una década de trabajo que empezó a finales de 2009, cuando Rafa Martínez me propuso atracar el Banco de España y, para convencerme de que la aventura merecía la pena, me reveló que es el tercer banco más seguro del mundo. Fort Knox es el primero y el BPI de Basilea el segundo. Poco después se une al proyecto Borja Glez Santaolalla, que trae de la mano a Eneko Lizarraga y a Francis Sánchez, los productores de la película. Para convencerles de que apostaran por el proyecto íbamos a necesitar además una banda de ladrones a la altura del reto, que el Real Madrid ganará la Champions para que la celebración posterior creara la distracción perfecta…
  Eneko y Francis aceptaron financiar la operación. Lo que no sabían, aunque estoy seguro de que lo sospechaban, es que no teníamos ni la más remota idea de quiénes iban a ser esos ladrones, ni de lo que íbamos a robar y, por supuesto, que era improbable que el Madrid volviera a ganar en Europa donde llevaba diez años intentándolo. Este último problema se solucionó con el maravilloso regalo que nos hizo La Roja al ganar el mundial de Sudáfrica. Ya teníamos la distracción perfecta.
  En cuanto a los atracadores, fue el Banco de España quien nos dio la clave de a quién elegir. Su impenetrable sistema de seguridad mata a quien intenta llevarse lo que protege. Estaba claro que con ladrones convencionales no íbamos a conseguir derrotarlo. Necesitábamos a alguien especial y fue cuando llegó Thom, un joven y genial ingeniero, con el talento para enfrentarse al sistema de seguridad del banco.
  Ya teníamos todas las piezas necesarias para escribir el guion.
Diez años más tarde…
  Ante el inminente rodaje, seguimos puliendo las secuencias y diálogos de los personajes españoles de Way Down en un guion al que se han unido en trabajos de reescritura Michel Gaztambide y Rowan Athale.
  El guion de Way Down no hubiese sido posible sin el trabajo y el talento de sus de cinco guionistas, pero tampoco sin la dedicación de Eneko, Francis y del equipo de desarrollo de Mediaset, y del rigor de Jaume Balagueró con el proceso de escritura.

SOBRE EL MONTAJE...
Por David Gallart
  La labor de montaje en Way Down fue apasionante a la vez que complicada.
Nunca me había enfrentado a una película de esta envergadura, tanto por la cantidad de semanas de rodaje, como por la cantidad de material que llegaba cada día. Al ser un thriller de acción, la película requería un nivel de acabado perfecto en cada escena, donde el ritmo no parase nunca y la articulación fuese muy precisa, donde cada plano te llevara al siguiente, desde el primero hasta el plano final.
  Tuvimos siempre en mente potenciar al máximo los personajes para poder empatizar más con la historia y los objetivos, y buscar el lado emocional dentro de la acción. Y, por supuesto, hubo el gran reto de los dos grandes set pieces de la película, las dos largas secuencias de acción, donde se hicieron multitud de versiones y remontajes hasta llegar a la versión final. Al tener cuatro líneas narrativas en paralelo (la infiltración en el banco, el piso franco, la sala de seguridad del banco y la plaza Cibeles con el partido) era muy importante encontrar la estructura ideal para cada momento, potenciando los paralelos y buscando siempre la máxima tensión y emoción.
  Y aún cuando todas estas escenas de acción requirieron de mil pruebas y versiones, de lo que estoy más contento es de las secuencias de diálogo, donde creo que conseguimos exprimir al máximo el ritmo y los planos para que muchas veces funcionaran como si fueran secuencias de acción.

SOBRE LAS LOCALIZACIONES...
Por Sandra Hermida y Margarita Huguet
  Way Down ha sido una película llena de éxitos para el equipo que ha trabajado en la producción. El reto era enorme: recrear la celebración del mundial de fútbol en la plaza de Cibeles la noche en que España se alzó con la victoria en 2010.
  Un evento único, que requirió de la estrecha colaboración de las autoridades madrileñas.
Todo para conseguir la jornada de rodaje más ambiciosa del cine español en nuestro primer día de rodaje, con 14 horas de restricciones de tráfico y viandantes, 1000 extras, 320 personas de equipo entre las 4 unidades de rodaje, 160 efectivos entre policías y militares, etc.
  Fue como hacer 4 películas al mismo tiempo en un espacio público tan complejo como es el centro de Madrid.
A partir de ahí el resto del rodaje se mueve entre los edificios más emblemáticos de la ciudad, como el Círculo de Bellas Artes, el Edificio Metrópolis, o la Biblioteca Nacional, por nombrar solo algunas de las localizaciones que hacen de Madrid un protagonista más de la película.
  Un trabajo descomunal de gestión de localizaciones para una producción con ambición internacional, que culminamos con un rodaje en alta mar, que curiosamente es el inicio de la película, y que seguro sorprenderá también por su espectacularidad.

GALERÍA DE FOTOS