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NOTAS DEL DIRECTOR...
Desde el principio, la historia de Bebe me fascinó. El éxito fulgurante, en tanto poco tiempo, con sus luces y sombras, luego la voluntad de tomar distancia, de ser fiel a sí misma a toda costa, hacen del viaje vital de esta artista una historia universal, que va más allá de lo meramente musical.
También me llamaron mucho la atención su desmesurado talento, su lenguaje propio y la capacidad para llegar con su música y sus letras a personas de tantos lugares distintos.
Antes de empezar a rodar, sabía que quería hacer un documental dinámico, muy distinto a los que se producen habitualmente en España, porque creo que la historia de Bebe va mucho más allá de su música y puede enganchar a cualquier espectador.
En este sentido, vi decenas de documentales, sobre todo de EEUU, que son mis favoritos, cronometrando los usos de las músicas, tomando apuntes de los puntos de inflexión.
Quería que el resultado final fuera sumamente atractivo, sin ir en desmedro de la historia. Al contrario, para que llegue más lejos aún.
Tuve la suerte de contar con la absoluta confianza de Bebe, algo que siempre le agradeceré. Me dejó grabar en todo momento y no ha pedido un solo cambio del montaje final. En este sentido, ha vuelto a ser fiel a sí misma. Bebe es como es. Transparente, valiente. Una mujer admirable. Y en este documental lo ha vuelto a demostrar.
El otro privilegio que tuve fue contar con su música, que no solo brinda una base muy potente para montar, sino que uniendo las letras, cuenta su peripecia vital.
No es el ámbito narrativo en el que habitualmente me muevo. Sin embargo, creo que el resultado es humano e inspirador, por lo que estoy tan orgulloso de este documental como lo estoy de 'Nacido en Gaza' o 'La guerra contra las mujeres'.