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EL ORIGEN...
   '7 Razones Para Huir' se construye a partir de la influencia de las obras teatrales “Contra el progreso”, “Contra la libertad” y “Contra la democracia” con las que Esteve Soler consiguió llegar al gran público de Europa con traducciones a 17 idiomas que le han permitido representarlas en más de 20 países.
  Después del éxito teatral se atrevió con su primer cortometraje, “Interior. Familia.”, escrito por él y codirigido junto a Gerard Quinto y David Torras. El cortometraje cosechó un gran éxito que les llevó al festival de cortometrajes más importante del mundo, Clermont Ferrand. Además de a Málaga, Sitges, BFI London y una cuarentena de selecciones más, así como la venta del cortometraje a televisiones como Canal+ España, HBO Europe o Mediaset Italia. Los premios recogidos en este recorrido fueron mayoritariamente Premios del Público, avalando la capacidad de los autores de conectar con los y las espectadoras.
  '7 Razones Para Huir' es una comedia negra que critica ácidamente nuestra sociedad partiendo de siete historias cotidianas con personajes llevados al extremo de sus circunstancias.


NOTAS DE LOS DIRECTORES...
  A principios de 2014 nos reunimos tres directores y nos propusimos, con medios muy modestos, poner a prueba nuestras habilidades y contar un relato que rompiera las convenciones sobre la familia. El resultado fue el cortometraje “Interior. Familia.”. y conseguimos nuestro objetivo con creces, con una repercusión que nunca hubiéramos soñado. Ahora hemos decidido ir más allá, observar la familia sólo como una parte de una sociedad que también reclama con urgencia sacudir sus convenciones. Es por eso que decidimos añadir a “Interior. Familia.” 7 historias más que contar.
  “7 Razones Para Huir” surge ahora precisamente de esa mirada crítica a nuestra sociedad actual y a los valores que transmite, todo en evidente cuestionamiento. Surge a partir de preguntas que, saliendo a la calle o echando un vistazo rápido a las noticias, aparecen (o deberían) en las mentes de todos: ¿A quién pertenece la sociedad que tenemos? ¿A quién beneficia? ¿Existe realmente? ¿Es un triunfo para la humanidad? ¿Nos hará mejorar o deberíamos detenerla?
  Tales preguntas se desarrollan a lo largo de siete episodios titulados como cada uno de los valores que hemos elegido para representar la llamada sociedad judeo-cristiana: Familia, Solidaridad, Orden, Propiedad, Trabajo, Progreso y Compromiso. Juntos buscan formar un fresco contemporáneo de contrastes contundentes y contenido enormemente perturbador, que estalla siempre en medio de una situación cotidiana. Siete relatos cáusticos que cortan la vida actual como si fueran un cuchillo afilado y sin misericordia.
  El elemento común más evidente entre todos los relatos es el hecho de que nos presentan a personajes encerrados en un interior familiar, aunque ahora hostil para ellos, del que quieren escapar pero no pueden. Pequeñas celdas cotidianas que fuerzan a estos personajes a afrontar la pregunta de quién o qué quieren ser cuando se enfrentan a decisiones sobre el destino, la vida y la muerte.
  Sin embargo, el filme huye de los estándares habituales del cine social o de denuncia pues, sin duda alguna, es una comedia. Una comedia que destila humor negro y a veces absurdo y se desliza hacia el horror, moviéndose entre ambos géneros con sorprendente facilidad para congelar la sonrisa de los labios, justo después de hacernos reír. Todo ello en un tono lacónico hasta el extremo, que nos proporciona un irónico y malicioso pronóstico de aquello que socialmente estamos a punto de encontrarnos al girar la esquina.
  El público puede sentir un escalofrío y reír en una misma escena, probablemente algo no tan lejano de lo que ocurre con los géneros del esperpento y el surrealismo en su estado más puro. El film pretende entroncar con una manera de entender la realidad que está presente en las ficciones más memorables de nuestro arte, con Valle-Inclán y Buñuel como máximos exponentes.
  Y queremos llevar ese espíritu en su máximo esplendor a nuestro entorno contemporáneo, permitiendo que llegue a un público tan amplio como sea posible. Todo a través de un cine que se refleja en modelos de éxito estructuralmente parecidos, como “Relatos salvajes” (Damián Szifrón, 2014) o “Holy Motors” (Leos Carax, 2012). Mediante una realización fresca que sorprenda y atrape a los espectadores, resaltamos un reparto coral lleno de rostros familiares a los que vemos en situaciones completamente inéditas y alucinantes.
  Hemos experimentado que los lectores del guión necesitan hablar sobre ello, poner en común sus impresiones. Aprecian una sensación de frescor, de atractiva sublevación, de choque de géneros que les incentiva a hacerse preguntas, a buscar en otro lector si sus sensaciones han sido las mismas. Y es que buscamos precisamente generar un juicio crítico que obligue al lector -y por lo tanto al espectador- a pensar en lo que ha visto, a debatir a la salida del cine sobre sus impresiones. Deseamos un público que no se quede indiferente, que se sienta necesitado a volver a entender nuestra sociedad echando un vistazo a su interior.

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