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  "101 Dálmatas", es el largometraje de Disney que marcó un antes y un después en el mundo de la animación. La película se estrenó en cines en 1961, cosechando un gran éxito de público y crítica, y una recaudación inédita para la época de 37 millones de dólares.

  Distintas generaciones se han cautivado con la decimoctava obra maestra de Disney, considerada como el primer clásico contemporáneo de la compañía. Con una camada de perros dálmatas como protagonistas y enmarcada en Londres, "101 Dálmatas" está repleta de acción y sentimientos, y una banda sonora que cobra vida, aunque sin llegar a ser un musical.

  "101 Dálmatas" está basada en una novela infantil de la escritora inglesa Dodi Smith, está dirigida por el legendario director Clyde Geronimy el animador Wolfgang Reitherman y producida por el propio Walt Disney. El largometraje de animación narra la historia de Pongo y Perdita, una pareja de dálmatas que sufrirá la maldad de Cruella de Vil.

  "101 Dálmatas" fue la primera película realizada íntegramente con una cámara Xerox en el ámbito de la animación. Esta técnica simplificaba la tarea de simular el movimiento en la producción de dibujos animados, ya que la cámara Xerox permitía transferir cada dibujo a una lámina de celuloide facilitando el proceso de entintado con unos grandes resultados. Esto significa una muestra más de las numerosas innovaciones técnicas de los estudios Disney, sin la cual la película no habría podido elaborarse por el gran número de perros necesario. Tras las pruebas realizadas con la cámara Xerox en La Bella Durmiente y el corto Goliat II, Disney decidió usarlo en "101 Dálmatas" tanto para los perros como para los fondos que conferían un aura especial a la ciudad de Londres.

  Para la realización de la película se necesitaron más de 150 artistas que dibujaron más de 113.000 fotogramas de los animales con sus casi 6.500.000 manchas. Pongo, el dálmata protagonista, tiene 72, su amada Perdita 68 y cada u no de los 99 cachorros 32 manchas.

  Para crear este gran clásico de Disney se utilizaron más de 300 litros de  una pintura muy especial que pesaba cerca de cinco toneladas. Además, se crearon cerca de 1.000 tonos diferentes sacados de las fórmulas secretas del Disney Studio Print Lab. Por otro lado, se estima que se  utilizaron más de un millón de lápices durante la producción.

  La banda sonora original de la película es obra de George Bruns y Mel Leven, dos compositores muy ligados a la historia de Disney, que consiguieron en este título lograr despertar la ternura y el suspense, acompañando a los personajes durante toda la película. George Bruns fue nombrado leyenda de Walt Disney en 2001 y, entre sus trabajos con la compañía destacan canciones para “Robin Hood” o la banda sonora de “El libro de la selva”.

  Cruella De Vil, la perfidia hecha mujer, se convirtió en el villano más atractivo del universo Disney, tras el estreno de 101 DÁLMATAS, en enero de 1961. Fue creada por el legendario animador de la compañía Marc Davis, que se inspiró en el temperamento y rasgos físicos de dos actrices de la época.

  Cruella no hace horribles conjuros, ni  vive en una solitaria torre, sino que conduce un Rolls Royce, fuma en boquilla un cigarrillo tras otro, se tiñe el pelo y firma cheques para conseguir lo que quiere. Además, es políticamente incorrecta, colecciona pieles y dice palabras malsonantes.  Es un personaje, que a pesar de su mala educación, tiranía, maldad y fealdad ha conseguido hacerse un hueco en la memoria de todos.

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