Aquel actor fue muy recomendado al director de cine John Ford, y éste le hizo una prueba, que resultó un desmadre. Poco después hablaba John Ford con uno de sus ayudantes: "Es malísimo... Me ha dicho que tiene veinticinco años, pero no puedo creerlo". "¿Por qué?", le preguntaron, a lo que respondió "Pues porque en veinticinco años no puede dar tiempo a ser tan pésimo actor".