|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Con 'La vaquilla' (1985) Luis García Berlanga realiza un viejo guion que tenía escrito con Rafael Azcona desde 1956 que fue prohibido por la censura cuantas veces se presentó, pero nunca perdió la esperanza de poderlo llevar a cabo algún día.
Desde hace mucho tiempo, en un frente republicano durante la Guerra Civil Española, no se dispara ni un solo tiro.
Esta tranquilidad queda interrumpida cuando el altavoz de la zona nacional anuncia que, con motivo de las fiestas se va a celebrar en el pueblo cercano varios festejos entre los que destaca una gran comilona seguida de baile y un festival taurino.
Ante este anuncio un pelotón de soldados republicanos cruza la línea del frente de Aragón para robar la vaquilla que el enemigo va a usar en la corrida de la festividad del patrón del pueblo.
Los acontecimientos se suceden disparatadamente en esta comedia divertida y humana, convertida en una de las mejores de los años ochenta.
Tras sus éxito de 'La escopeta nacional' (1978) y 'Patrimonio nacional' (1981), Berlanga consigue rescatar ese viejo proyecto prohibido por la censura en los años 60.
Esta producción coral, con gran participación de un elevado número de actores.
Al fin lo hizo y resultó la película más cara del cine español hasta esa fecha, con un presupuesto de 250 millones de pesetas. Según esto podíamos pensar que se trata de un film espectacular y no es así.
Es simplemente una cinta divertida, una comedia situada durante la Guerra civil española en la que cinco soldados republicanos tratan de hacerse con una vaquilla del pueblo cercano, que está dispuesta para ser toreada durante las fiestas, y de esa manera encontrar el alimento necesario para la hambrienta tropa.
Lo que se cuenta son las peripecias de estos cinco hombres para lograr el propósito, lo que origina una serie de gags, de situaciones insólitas, divertidas y de paso alguna crítica a las instituciones, costumbres y personajes típicos que tal vez hoy, con las perspectivas del tiempo, hayan perdido mordiente y mucha de la ironía.
Berlanga y Azcona continuaron con su tipo de cine que parte de una situación, de una anécdota inicial, de unos personajes a los que van rodeando otros y enriqueciendo la aventura en la que embarcan a los primeros.
Aquí parten de los cinco soldados republicanos infiltrados entre las filas nacionales en las fiestas del pueblo.
La película cuenta con un guion rico en situaciones con chispa, una buena fotografía de Carlos Suárez y un buen trabajo de todo el conjunto de actores del extenso reparto.
El film puede tener múltiples lecturas, pero es cine de calidad. Premio Asecan a la mejor película española del año.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE