Título: |
PARTIR |
Título original: |
PARTIR |
Nacionalidad: |
FRANCIA de 2009 |
Dirección: | CATHERINE CORSINI |
Guión: | CATHERINE CORSINI y GAELLE MACE |
Fotografía: |
AGNES GODARD |
Música: |
GEORGE DELERUE y ANTOINE DUHAMEL |
Interpretes: |
KRISTIN SCOTT THOMAS, SERGI LOPEZ, IVAN ATTAL, BERNARD BLANCAN, ALADIN REIBEL, ALEXANDRE VIDAL, DAISY BROOM y BERTA ESQUIROL |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
85 MINUTOS |
Por PACO CASADO
El cine francés nos plantea una historia de amor loco, algo difícil de creer, pero que tiene cierta justificación.
Suzanne es una mujer de unos 40 años, casada con Samuel, que es médico, tiene dos hijos adolescentes, una buena casa y posición social. Su marido le da todo lo que necesita, ropa cara, dinero, pero ella hace balance de su vida y decide que quiere rellenar el vacío de su existencia, ahora que tiene a los hijos criados, volviendo a trabajar, a ejercer su profesión de kinesioterapeuta para lo que desea instalar su consulta en el garaje de su casa. En la obra de adaptación conoce a Iván, el albañil que la va a llevar a cabo, un catalán, ex-carcelario, que malvive de los trabajos que le salen, y se enamora perdidamente de él, hasta el punto de decidir dejar a su marido, sus hijos y su acomodada vida, sin importarle tener que trabajar de lo que sea.
El guión plantea esta situación de una mujer a los 40 años, que quiere dejar de depender de su marido, el cual no quiere que le abandone, porque la tiene como una posesión y por el ridículo social que le puede suponer su pérdida, pero el deseo, la pasión y el amor pueden más para ella que el contexto social.
Para hacer el guión se inspiraron en novelas como Madame Bovary o Anna Karenina, pero sin llegar a la tragedia final, aunque algo de esto hay a lo largo de la trama que está contada en un largo flash back con algo de trampa ya que juega con el suspense de la acción que comete la protagonista al inicio, al acabarse el amor tradicional burgués con su marido y no querer volver a cometer el mismo error.
Hay escenas de gran tensión muy bien resueltas en las que juega un papel fundamental Kristin Scott Thomas, cada vez más introducida en el cine francés, actriz muy metódica que se toma muy en serio sus papeles, frente a Sergi López, un actor que improvisa en cada momento, lo que hace un curioso contraste.
El film no se queda en la historia de amor, sino que rompe una lanza en favor de la mujer llegada a esa edad y a la hora de tomar determinadas decisiones, por ejemplo en el desclasamiento de ella, que sacrifica su posición social por ser libre.
Catherine Corsini (La nueva Eva, 1999) muestra nervio en las escenas más violentas y resuelve con eficacia las secuencias amatorias con una escrupulosa puesta en imagen.
La cinta utiliza temas musicales de George Delerue y Antoine Duhamel pertenecientes a películas de François Truffaut que les vienen como anillo al dedo.