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CRITICA
Por: JOSÉ MONTESINOS
Lo que mejor se vende en la industria cinematográfica de hoy en día es sin lugar a dudas el cine de terror, el cual es barato de hacer y suele tener, salvo contadísimas ocasiones, el favor de un público adicto a ver este tipo de largometrajes.
Es por ello que las diferentes compañías se afanan por crear productos de toda índole ya que al tener presupuestos bajísimos, no contar con estrellas de relumbrón y rodarse en poco tiempo, la efectividad está hecha.
La última en llegarnos ‘Nunca apagues la luz’ está basada en un corto de igual título que su director rodó hace algún tiempo y el cual le ha servido para alargarlo y ofrecer su debut en el largometraje.
Una joven y su hermano pequeño son perseguidos en la oscuridad por un ente maligno que solo aparece cuando no hay luz. La chica harta de esta situación decide averiguar que está ocurriendo y se topa con la realidad.
Tras la muerte del marido de su madre ella ha vuelto a caer en depresión y es en estos momentos cuando el espíritu, digámoslo así, de una amiga de psiquiátrico en su juventud, hace acto de presencia.
Esta amiga de la madre pretende alejarla de sus seres queridos y tenerla sola para ella por lo que ahora tendrán que luchar todos para deshacerse de ella y no morir en el intento.
Con esta premisa se nos presenta esta nueva película de terror donde los guionistas han alargado hasta la saciedad una historia de apenas tres minutos y claro lo que en el cortometraje era efectismo puro aquí se vuelve convencionalismo puro y duro.
Los guionistas se las ingenian para echar mano del manual de los convencionalismos del género ya que se encuentran todos recogidos en una historia absurda, diríamos que hasta ridícula por momentos, con secuencias que la verdad provocan más la carcajada que el terror, y esto demuestra que la pareja de guionistas no han sabido resolver acertadamente ciertas secuencias.
La dirección de David F. Sandberg, al que ya le han encargado la dirección de ‘Annabelle 2’ (2017), no logra crear el ambiente de angustia y terror, viéndose que echando mano de los tópicos habituales sacaba adelante un film que se queda en nada, con una historia breve, alargada a base de golpes de suspense, supuestamente, y donde el espectador sabe lo que va a ir ocurriendo y como va a terminar, siendo del todo previsible.
Teresa Palmer encabeza el reparto del film donde comporta protagonismo con Maria Bello y siendo el resto del reparto caras noveles o desconocidas para el gran público.
Película por tanto que tan solo pretende sacar los cuartos al incauto espectador, al que no le ofrece nada más que un puñado de sustos provenientes de situaciones vistas mil y una veces y donde si es de agradecer que la cámara este quietecita y no maree como últimamente suele ocurrir con estas producciones de terror baratas..
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