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CRITICA
Por: JOSÉ MONTESINOS
Comienza la nueva temporada de cine con la llegada de septiembre y con ella ya tenemos el primer largometraje español estrenado. Se trata del debut en la pantalla grande de Marina Seresesky con “La puerta abierta”.
El film cuenta la historia de Rosa una prostituta que vive en un edificio de vecinos junto a su madre, que tiempo atrás también fue prostituta, y la cual se encuentra en silla de ruedas y se cree que es una diva.
Su mejor amiga es un travesti que vive en el mismo lugar y con la que pasa la mayoría del tiempo cuando no trabaja.
La muerte repentina de una vecina hace que la hija de este se meta en el piso de Rosa y aunque la madre al principio no quiere a la niña le coge cariño y permite que se quede aún con la oposición de Rosa.
El guion de “La puerta abierta” ha sido escrito por la propia directora la cual muestra un relato que va saltando de la comedia al drama y viceversa, sabiendo contener los tempos y mostrando su buen quehacer a la hora de confeccionar una historia en la que el espectador casi sin darse cuenta se mete e involucra.
La descripción que hace Seresesky de los personajes es perfecta, delimitando a cada uno de ellos y sabiendo sacar provecho de las líneas de diálogos de cada uno de ellos.
En cuanto a la dirección, esta se muestra firme, ofreciendo una historia intimista, un relato desgarrador que puede ocurrir en estos instantes en cualquier lugar de nuestra España. La directora nos ofrece un trozo de realidad aderezado con una estupenda dirección del reparto, donde realmente reside la fuerza de esta película que a priori puede no decir mucho pero de la que el espectador no se arrepiente en absoluto una vez decide entrar a verla.
Carmen Machi es quien maneja los hilos del reparto, con una interpretación dura y seca por momentos, creciéndose a través de los minutos y mostrando sus excelentes dotes para la interpretación.
La veteranía de Terele Pávez está presente a lo largo de toda la proyección, con una fuerza brutal en su interpretación, sobresaliendo del resto del reparto en los momentos en los que ella tiene el timón y realizando una de sus mejores interpretaciones en años.
EL trio lo cierra un Asier Etxeandia que se ha metido en la piel de un travesti y el cual hace una acertada composición del personaje que le ha tocado en gracia.
Marina Seresesky ha tenido un acertado debut en la dirección con una película triste en ocasiones, con la que el espectador se ríe en otras y lo que es más importante, que sale satisfecho de la sala al ver una película interesante.
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