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CRITICA
Por: PACO CASADO
Aunque Alemania estuviera sumida en una de las peores crisis económicas en muchos años, en cambio el cine parece que hubiera encontrado a jóvenes directores que le han dado un aire fresco y nuevo a su producción.
Wolfgang Becker vuelve a dirigir con esta especie de metáfora sobre la reunificación de las dos Alemanias, contada desde la fantasía, como hubiera querido vivirla una comunista realmente ejemplar.
Christiane Kerner, una comunista modélica, sufre un ataque cardíaco en vísperas del desplome del muro de Berlín y queda en coma durante ocho meses, por lo que al despertar desconoce la caída del régimen comunista.
Los médicos recomiendan a sus familiares que no tenga grandes sobresaltos.
Para ella ese acontecimiento político del 9 de noviembre de 1989 hubiera sido un trauma de haberlo vivido consciente.
Su hijo Alex reconstruye en su habitación un mundo comunista en el que nada ha cambiado, y le oculta la invasión del capitalismo. Tanto éste como el socialismo son criticados de forma inteligente dejando claro que por encima de los sistemas políticos lo importante es la relación entre las personas.
Las paradojas derivan en jocosas situaciones que le dan un tono de comedia divertido con las mentiras.
Wolfgang Becker lleva al cine el cambio histórico, sin tomar partido en ningún momento, en tono de comedia dramática, en un film sencillo, tierno e inteligente al mismo tiempo que divertido.
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