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CRITICA
Por: PACO CASADO
En otros tiempos el cine italiano hacía unos documentales estupendos, pero los que vemos últimamente no se acercan a la fama e interés que tenían aquellos.
Ahora nos llega éste sobre la isla de Lampedusa a donde arriban emigrantes africanos con gran frecuencia, que es la película que Italia manda a los Oscar a la que no le vemos los valores suficientes para ello.
Es el retrato de los habitantes de la isla italiana de Lampedusa donde llegan centenares de emigrantes africanos en barcos llenos de personas huyendo de la guerra, la opresión y la miseria.
Samuele, un niño hijo de un pescador, hace de conductor en una mezcla de personajes como el doctor Pietro Bartolo que se ocupa de los que llegan y de los vecinos del pueblo, el locutor de la radio local y sobre todo los hombres del servicio de rescate.
Tiene pocos diálogos ya que mandan las imágenes de cierta dureza sobre todo en la parte final en contraste con las de los habitantes de la isla.
Es muy lenta, pero hay unas declaraciones del médico en las que explica sus experiencias con los recién llegados, a los que analiza su estado físico tras la travesía de los vivos, haciendo las autopsias a los fallecidos o las de un africano que cuenta el penoso y largo viaje hasta ser rescatado.
En otro momento denuncia el doctor lo que les cobran las mafias: los de arriba pagan 1500 dólares, los de enmedio 1000 y los de abajo 800, que son los que suelen morir hacinados y sin aire.
Tiene una escena al final de un rescate con imágenes duras que es de lo mejor y más interesante, ya que el resto con las travesuras de Samuele, la comida en familia o cómo cocina y cose la abuela que tienen poco interés, que se podían haber ahorrado, no se prolongaría el metraje y sería más asequible.
Si se pretende establecer el contraste entre la vida cotidiana del pueblo y el drama de los recién llegados, las imágenes de lo primero no son significativas, sí las últimas o lo que nos dice el doctor.
Un documental que se supone que el objetivo es denunciar la emigración que se está produciendo en Europa y los derechos humanos, que tiene poco interés dramático sobre una de las catástrofes más vergonzosas de la historia actual.
El 3 de oct 2013 una barca que partió de Libia se hundió, murieron 396, sobrevivieron 155 y varios desaparecidos, a los que siguieron más naufragios. En cerca de veinte años han muerto más de veinte mil personas.
Sobre este tema Rosi filma un testimonio sobre la inmigración y advierte de lo que puede ser el futuro de Europa si no se ataja el problema dando un grito de alarma.
Es algo sobre lo que vemos cada día en televisión, por un lado los emigrantes y por otro los isleños, gente sencilla, con sus quehaceres cotidianos, totalmente desaprovechado, ya que la mezcla de documental y ficción no caza, es como dos films superpuestos. Interesa lo que cuenta pero no conmueve cómo lo cuenta este tedioso documental que es la crisis humanitaria que vive la isla de Lampedusa con la emigración, pero no es esta la mejor forma, ni la estructura narrativa ideal.
Gianfranco Rosi, director de 'Sacro Gra' (2013), rueda esos dos mundos que nunca se tocan sobre todo el de los inmigrantes que llegan de noche, son llevados a un centro donde están varios días hasta ser trasladados a otro lugar de Italia.
Las escenas hablan por si solas pero no remarcan la tragedia pero sí denota la hipocresía de la política europea que no obliga a cumplir las cuotas a cada país.
Premio Amnistía Internacional, Oso de oro, Premio Ecuménico y Premio del Jurado, en el Festival de Berlín. Nastro de argento mejor documental. Premio Ciak de oro al mejor montaje.
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