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CRITICA
Por: PACO CASADO
A esta película le pasa como a las del género de desiertos a las que es difícil idear un argumento en el que no tengan que luchar contra los elementos y uno de los más importante es la monotonía que suele hacer presencia en ese tipo de producciones.
En este caso se agrava con la casi única presencia de dos personajes, dos soldados norteamericanos, Mike y Tommy, que tras una misión fallida en el desierto de Afganistán, tienen que caminar en busca de una aldea, desorientados, perdidos en una tormenta de arena, con el gps roto y con el peligro por delante de un campo sembrado de minas con lo que ponen en riesgo sus vidas a cada paso que dan.
Tiene otro handicap y es que Tommy muere demasiado pronto, cuando apenas llevamos media hora de proyección y el resto de la trama se lo lleva Mike solo, teniendo que hacer frente a todos los peligros del desierto, además con el duro agravante de haber pisado una mina y no poderse mover del sitio, ya que con la explosión perdería la vida.
Concebida como una obra muy personal de estos dos cineastas italianos, Fabio Guaglione y Fabio Resinaro, que hacen su debut en la dirección de un largometraje, autores también del guion, que habla de Mike, un joven soldado estadounidense, atrapado en una situación extrema de supervivencia, tendrá que luchar contra el clima, la soledad, las alimañas que le atacan de noche, el sueño, la sed y el aspecto psicológico.
En cuanto al giro final hace un tanto inútil todo el desarrollo anterior.
El problema es cómo rellenar el tiempo restante, y lo hace a base de la presencia de un beréber que aparece de vez en cuando pero que no le hace mucho caso, más bien le recrimina su posición, su postura y los recuerdos a base de flash backs, mientras pasa el tiempo pensando en sus cosas, en su familia con un pasado traumático debido a un padre alcohólico que origina la violencia en el hogar, en el tiempo pasado con Jenny, la novia que le espera a su vuelta a casa, además del aspecto psicológico de estar en el umbral de la muerte a poco que tenga el más mínimo despiste y levante el pie del mortal artefacto.
Tiene un cierto interés con tan poco argumento, aunque resulta un tanto inverosímil y lleno de tópicos bélicos, en una historia en la que es importante ganar la batalla física y psicológica en esas peligrosas condiciones en que se encuentra este ser humano.
Hay momentos en que resulta un tanto confuso el guion ya que no se sabe si es una situación real, soñada o motivo de un espejismo debido al sol o algo que pasa en la cabeza de Mike, difuminando así los límites entre lo real y lo imaginado, alargando en exceso el metraje.
Difícil el trabajo de Armie Hammer teniendo que estar prácticamente todo el tiempo solo y en una inestable postura y no poder moverse.
Los dos directores milaneses salen discretamente airosos al disponer de un corto presupuesto y tratando de mover la cámara para hacer más llevadera la escasa acción que hay en esta historia que resulta un tanto claustrofóbica a pesar de suceder en pleno espacio abierto en un entorno infinito y solitario.
En este sentido recuerda al film 'Buried (Enterrado)' (2010), de Rodrigo Cortés, aunque a gran distancia del mismo.
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