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CRITICA
Por: PACO CASADO
El famoso crimen de la finca de Los Galindos (Paradas) inspiró a Alfonso Groso una novela y al cabo del tiempo la justicia aún no lo ha esclarecido.
Groso introducía el móvil de las drogas como motivo del quíntuple asesinato.
En 1986 el realizador carmonense Víctor Barrera volvió a exponer los hechos con esta película y se sucedieron nuevas querellas a pesar de que el director y guionista trastocó algunos términos de la novela.
Barrera hace un film lineal, sencillo, que hila cronológicamente los sucesos con un guion fácil de seguir y delimitando claramente los personajes.
Pero en su misma sencillez y cronología y el hecho divulgado de saberse cómo sucedieron los acontecimientos, le quita interés, aunque a cambio se entretiene en servirnos algunos interesantes apuntes costumbristas sobre la forma de vida campesina.
El discurrir de la cinta se hace de forma pausada, lentamente, acelerándose al final con la consecución de los crímenes, lo que quizá sea la parte menos lograda de la película.
Frena a Lola Flores, en un papel dramático contenido, y obtiene un correcto trabajo del resto del reparto, con una bien encajada partitura musical de Raúl Alcover que fue nominada al Goya.
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