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CRITICA
Por: PACO CASADO
Durante la celebración de una cumbre del G8 en un lujoso hotel de la costa alemana, los políticos de economía más poderosos se han reunido para adoptar una importante medida secreta que tendrá una gran influencia en la economía mundial.
Entre los invitados se encuentra además un cantante, la escritora Claire Seth y un misterioso monje cartujo italiano llamado Roberto Salus, que acaba de salir de un tiempo de meditación silenciosa.
Le ha traído Daniel Roché, director del Fondo Monetario Internacional, que debe tener sentimientos de culpa y quiere confesarse esa noche y hacerlo en secreto.
A la mañana siguiente aparece muerto en su habitación, aparentemente se ha suicidado, pero vieron a Salus salir de su estancia por lo que se convierte en el principal sospechoso, y aunque es presionado se niega a hablar y romper el secreto de confesión.
Él es el último que sabe lo que ha dicho, por lo que el monje tiene la clave de la política de los próximos meses.
Los ministros de economía del G8 temen que Roché le filtrara los planes que estaban a punto de aprobar, lo que tendría unos efectos catastrófico para la economía de muchos países.
Está en juego algo más que la inocencia de Roché y de Salus pero éste no revelará ningún detalle de lo que le dijo en confesión.
En este aspecto recuerda la notable película 'Yo confieso' (1953), de Alfred Hitchcock.
Su silencio podría trastocar los planes de los economistas más poderosos del mundo.
Un thriller en torno a la ética y los manejos del poder y de las necesidades del resto de los mortales en el que el monje es la caja negra tras la muerte de este mandatario y puede saber la decisión que van a tomar los políticos y economistas.
A lo largo del desarrollo de la historia va introduciendo breves flash backs con algunos aspecto de la conversación que mantiene Roché con el monje, uno con un gran poder en sus manos y el otro que no es dueño ni de su propia vida, lo que al fragmentarla pierde dramatismo.
En algún momento Salus declara que él no tiene nada, sólo su sotana y el silencio que nadie puede comprar. La última forma de libertad es el silencio. Los tesoros terrenos no sirven en el cielo. Dar y recibiréis porque con la misma vara que midáis seréis medidos. Son algunas frases que pronuncia Salus para hacer frente a los que le presionan.
A lo largo de la trama se tocan materias como la crisis económica mundial, la religión, la muerte, las despiadadas estructuras del poder, la dictadura de los mercados, la política y la moral, pero no profundiza en ninguna de ellas.
Roberto Andò es el novelista y director de 'Viva la libertad' (2013) que también hablaba de los abusos de la política y siempre con una actitud positiva, que realiza en esta ocasión el tercer largometraje suyo que le vemos en España, en el que ha bajado de calidad con respecto al citado.
En este caso hace una interesante y curiosa reflexión sobre los políticos y los economistas para conocer las estrategias que mueven los hilos del mundo, que finalmente no da tanto como en principio prometía su, a priori, profundo argumento, ya que la intriga criminal no queda resuelta al ser tratada de manera superficial y como una segunda línea de interés.
El problema de este film es que no acaba de saber lo que quiere ser, que tiene buenas intenciones pero se dispersa entre los temas que toca.
En este aspecto no responde a lo que prometía en su cinta anterior esta fábula irónica entre el monje y el director del FMI, personajes de los que hacen un serio trabajo Daniel Auteil y Toni Servillo en el enfrentamiento que tienen a lo largo de la historia como principales protagonistas de un estupendo reparto.
Es una película de silencios con una buena envoltura para algo que no es muy creíble, donde se van poniendo las cartas encima de la mesa sobre los intereses particulares, el ansia del dinero y el poder, con una correcta puesta en escena, con una buena banda sonora de Nicola Piovani que adorna la preciosa, limpia y luminosa fotografía, una notable ambientación y manejando bien el suspense, que invita a la reflexión sobre una reunión para hacer más ricos a los países ricos y más pobres a los menos pudientes.
Nastro d'argento mejor fotografía. Premio del jurado ecuménico al mejor director en Karlovy Vary.
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