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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director alemán Stephan Rick debutó en la dirección de un largometraje con 'Les guste o no' (2001) y tras hacer varias series de televisión nos ofrece ahora, con dos años de retraso, su tercer título cuyo guion, escrito por David Marconi, se basa en el éxito editorial del autor suizo Martin Suter que cuenta cómo Urs Blanck, un importante abogado que está tratando la fusión de su empresa farmacéutica con otra, para convertirse en la más importante de Europa, recibe al arruinado dueño de la misma que ante su presencia se suicida.
Trastornado por el suceso, en una escapada hacia adelante, conoce a Lucille, una chica que le lleva a una reunión donde toman unas setas alucinógenas y debido a ello sufre una crisis de identidad que le transforma el carácter y comete algunos hechos ilegales, posiblemente en contra de su voluntad, influenciado por una seta diferente, que le hace perder el control de su propia vida emergiendo sus más bajos instintos.
Este thriller psicológico con bastante intriga, con un bonito título, nos cuenta el lado más oscuro del ser humano, en este caso de un hombre que lo tiene todo, aparentemente, que está lleno de claves en tonos de angustias morales y cierto suspense a través de una historia realista que lleva al protagonista a descender a sus propios infiernos, que no consigue controlar sus reacciones, las buenas, ni las malas.
La novela debe ser muy interesante, ya que es muy reconocida en Alemania, pero no está publicada en España aún, con más de un millón de ejemplares vendidos y traducida a veinte idiomas, por lo que dado su éxito era fácil que alguien la llevara al cine.
Trata un tema que no es frecuente ver en la gran pantalla, como es el negocio de las industrias farmacéuticas que no siempre ponen a la venta medicamentos que sean beneficiosos para la salud de los consumidores, ocultando algunas reacciones contrarias que a la larga se pueden producir en los enfermos, algo que hacen sin el menor escrúpulo.
Estas son algunas de las claves que se nos presentan en esta película, pero el guion propone otros hechos que no tienen mucho sentido o justificación, que perjudican la trama restándole credibilidad a su desarrollo en el que mezcla crítica social con aspectos de cine negro y de intriga al cometerse algún que otro crimen y muertes e imágenes que son introducidas a manera de metáforas que no siempre tienen un claro significado.
En el reparto se recupera a un veterano Jürgen Prochnov en un personaje clave en una historia, cuya presencia resulta inquietante, en donde no hay buenos ni malos, o todos lo son.
El film posee una bella fotografía que resalta los paisajes del bosque donde se desarrollan varias escenas violentas de esta historia.
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