|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Está claro que cuando un autor tiene éxito cualquier cosa que haga triunfa. Francis Veber pasó de ser un escritor teatral, al que casi todas sus obras eran adaptadas a la pantalla e incluso algunas comprados los derechos para remakes americanos (de ésta los tiene ya Steven Spielberg), a ser también un mediocre director de cine, en la mayoría de los casos de guiones basados en sus propias comedias.
Así sucede, una vez más, con 'La cena de los idiotas' (1998) que tras triunfar en los escenarios lo consiguió también en las carteleras cinematográficas francesas, convirtiéndose en uno de los títulos más taquilleros del pasado año, lo que ha hecho que ahora tengamos ocasión de verla también en España.
Cada miércoles el editor Pierre Brochant y sus amigos se reúnen a cenar llevando a un idiota con el que reírse.
Pero en esta ocasión un inoportuno tirón muscular hace que no pueda acudir y el cretino que llevaba, un pobre burócrata, se presenta en su casa arruinándoles la vida con las múltiples catástrofes que origina.
Para colmo su mujer, que le ha abandonado y ha vuelto, el estúpido la expulsa de casa creyendo que es la amante y hasta provoca que reciba la visita de un implacable inspector de Hacienda.
El guion juega constantemente con el equívoco para ocasionar la risa y con la exagerada actuación del imbécil, lo que a veces logra a base de las mayores atrocidades.
La dirección no evita que a lo largo del relato se perciba constantemente el tufillo a tablas, no demasiado disimulado en este caso, y con un final previsible.
Los actores actúan con corrección y cierto desparpajo, acertando en sus respectivos cometidos logrando un film entretenido con varios momentos divertidos.
Tres César del cine francés: guion, Jacques Villeret y Daniel Prévost. Premio Lumiere a Jacques Villeret y guion. Nominada al Goya mejor film europeo.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
INFORMACIÓN EXTENDIDA
TRÁILER
BSO
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE