Título: |
SÉRAPHINE |
Título original: |
SÉRAPHINE |
Nacionalidad: |
FRANCIA y BELGICA de 2008 |
Dirección: | MARTIN PROVOST |
Guión: | MARTIN PROVOST y MARC ABDELNOUR, Basados en el libro "La vida de Seraphine de Senlis", escrito por FRANCOISE CLOAREC |
Fotografía: |
LAURENT BRUNET |
Música: |
MICHAEL GALASSO |
Interpretes: |
YOLANDE MOREAU, ULRICH TUKUR, GENEVIEVE MNICH, FRANCOISE LEBRUN, ANNE BENNENT y SERGE LARIVIERE. |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS |
Duración: |
124 MINUTOS |
Por PACO CASADO
El cine francés sorprendió a todos otorgándole siete César a 'Séraphine', cuando en realidad la favorita era 'La clase' que fue la que envió al Oscar.
Esta película nos ofrece un fragmento de la vida de Séraphine Louis (1864-1934), una humilde mujer sin educación, nacida en Senlis, que se ganaba la vida limpiando en las casas de su pueblo, soportando humillaciones y durante las noches se dedicaba a volcar su talento pictórico y su sensibilidad artística autodidacta en originales cuadros de carácter naif que llamaron poderosamente la atención al marchante alemán Wilhelm Ulde.
Éste le animó a seguir desarrollando su talento, tratando de vender sus cuadros hasta que llegó la guerra y tuvo que huir de Francia. A su vuelta la encuentra de nuevo y trató de hacerla famosa volviendo a exponer sus pinturas cada vez más originales.
Poco se sabe de la vida de esta sencilla artista por lo que el guión tiene que rellenar el relato con algunas cosas inventadas. En el film se refleja bien la soledad de esta mujer, religiosa, amante de la naturaleza, que se refugia en su pintura hasta casi llevarle a la locura.
La cinta más que una biografía nos ofrece un fragmento del drama de esta artista pobre, que se inventa recursos para crear los colores de su pintura al no tener dinero para adquirirla.
A lo largo del relato se atisban detalles de humanidad del personaje expuesto con la cadencia que necesitaba su narrativa, sin caer en sentimentalismos y sin precipitar las emociones, adornado con algunas pinceladas de poesía.
La naturaleza y especialmente las flores, inspiraron muchos de sus cuadros a los que daba su personal estilo, todo lo contrario de la puesta en escena de Martin Provost, que es de lo más clásica, llevada a cabo con sensibilidad y buen gusto hasta llegar al alma de su pintora protagonista de la que hace un excelente trabajo Yolande Moreau que le hizo ganar el César, así como el Premio Lumiere y el de mejor actriz en el Festival de cine de El Cairo 2008.
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