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CRITICA
Por: JOSÉ MONTESINOS
Los estudios norteamericanos no dejan de mostrarnos más continuaciones de los títulos que a través de los años han conquistado al público. El problema es que no se dan o no quieren darse cuenta de que con el paso de los años y tanto extirar las tramas lo que hacen es que el público se canse y no vaya a ver las nuevas historias.
Una de las que se está abusando es “Diario de Greg” que va por la cuarta tras debutar en 2010 y ofrecernos sucesivas secuelas en 2011 y 2012 respectivamente, aunque bien hay que decir que en este caso cada película esta basada en un libro diferente.
Ahora al cabo de los años se vuelve a retomar a unos personajes salidos de la pluma del escritor Jeff Kinney cuyo primer libro fue traducido a más de 33 idiomas y que estuvo muchísimo tiempo en la lista de los más vendidos del New York Times.
Kinney escribió un total de siete libros por lo que si las cuentas no nos fallan aún nos quedan tres títulos más por ver, aunque en esta ocasión el elenco interpretativo ha cambiado puesto que los niños obviamente han crecido bastante.
En esta ocasión la familia planea un viaje por carretera que durará varios días para ir a visitar a la abuela por su noventa cumpleaños.
Con lo que no cuentan es con que les ocurrirá de todo un poco, y la verdad que nada bueno, en el trayecto.
Con estas escasas tres líneas hemos resumido lo que el director tarda noventa minutos en mostrarnos.
El guionista se las ingenia para organizar todo un caos allá donde vaya esta familia y lógicamente teniendo como principal causante al protagonista absoluto de la cinta, un Greg que sin quererlo se ve metido de lleno en una serie de desgracias en las que arrastrará al resto del clan familiar.
La historia que se presenta no es nueva, sin más hay muchos retazos de la misma que recordamos de haberlas visto en otras cintas similares y donde el guionista lo único que busca es el golpe de efecto, de cara a los más pequeños de la casa, para que se lo pasen bien, lo que pasa es que no todo causa gracia, además de tirar de tópicos lo que hace que el film vaya a trompicones, con momentos en los que no ocurre nada.
En este último aspecto tiene parte de culpa la funcional dirección de David Bowers, el mismo director que ha llevado a cabo las anteriores cintas, el cual intenta que los pequeños espectadores se lo pasen bien pero no siempre surte el efecto deseado.
La película sigue la línea de las anteriores, una cinta sin muchas pretensiones, de presupuesto más bien ajustado y donde únicamente se nos ofrece una historia intrascendente con la que pasar un rato y poco más.
En el reparto encontramos en esta ocasión encarnando a los padres a la actriz Alicia Silverstone, que llevaba bastante tiempo sin saberse de ella y Tom Everett Scott, quien en su juventud realizó algunos largometrajes intrascendentes y quienes se comportan medianamente ante este reto.
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