Título: |
EL BAILE DE LA VICTORIA |
Título original: |
EL BAILE DE LA VICTORIA |
Nacionalidad: |
ESPAÑA de 2009 |
Dirección: | FERNANDO TRUEBA |
Guión: | FERNANDO TRUEBA y JONÁS TRUEBA |
Fotografía: |
JULIAN LEDESMA |
Música: |
VARIOS AUTORES |
Interpretes: |
RICARDO DARIN, ABEL AYALA, MIRANDA BODENHOFER, ARIADNA GIL, LUIS DUBÓ, MARIANA LOYOLA, MARIO GUERRA, JULIO JUNG, MARCIA HAYDEÉ y CATALINA GUERRA |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
130 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Tras hacer una serie de películas documentales y musicales, Fernando Trueba vuelve a la ficción, después de siete años, para realizar su largometraje número 13. Para ello elige la novela de Antonio Skármeta (Premio Planeta 2003) y en compañía de su hijo Jonás, con la aceptación del autor, realiza los cambios convenientes para hacer el guión de la misma.
Tal vez el error es haber querido meter demasiadas cosas y tan distintas que la hacen partícipe de muchos géneros, pudiéndose encontrar en ella el melodrama, el thriller, la tragedia, el film político, el realismo mágico, una romántica historia de amor, la comedia y hasta el western en esas cabalgadas insólitas a caballo entre el abigarrado tráfico del Santiago de Chile de comienzo de los 90, al que acaba de llegar la democracia tras la dictadura de Pinochet.
En ese marco y con ese motivo se concede una amnistía a aquellos presos que no tuvieran delitos de sangre y así salen de la cárcel Nicolás Vergara Grey, un veterano y experto ladrón de cajas fuertes, que pretende reemprender una nueva vida en compañía de su mujer y su hijo, pero ésta se ha cansado de esperar y vive con otro hombre; Ángel Santiago, un joven ladronzuelo que sueña con hacer el atraco de su vida, con los planos que le ha dado un compañero de celda, que se tropieza con Victoria, una joven bailarina traumatizada, que se ha quedado muda, de la que se enamora.
Tres personajes, tres perdedores, víctimas de la dictadura, que sueñan con cambiar sus destinos en una historia de sentimientos encontrados, que rompe los esquemas del melodrama, que mezcla el guión reinventando un universo de manera potente, aunque de forma desmedida, sin equilibrio en las diversas acción que lleva a cabo y que enlaza con elegancia, pero sin ritmo, a salto de mata, yendo de una a otra sin demasiado sentido de la continuidad y sin que cacen entre ellas.
A lo largo del relato se critica la corrupción del alcaide de la prisión y la llevada a cabo por Pinochet como fondo de este melodrama.
El trabajo de los tres actores sobre los que pesa la acción es estupendo, tanto del maduro Ricardo Darin que da perfectamente el tipo del hombre cansado y derrotado que desea llevar una vida honrada a partir de su salida de la prisión, como el desparpajo de Abel Ayala, el joven ilusionado y enamorado, siempre optimista que ve la vida de manera risueña, cuya vitalidad se refleja en su rostro, que aporta los momentos cómicos de la cinta o el descubrimiento de la bailarina de ballet Miranda Bodenhofer incorporando a Victoria, convertida en improvisada actriz, en una historia de amor imposible de dos seres tan distintos.
Fernando Trueba logra momentos de interés a lo largo de la película, con una bien elegida banda sonora y una bella puesta en imagen aunque en ningún momento nos llega a emocionar esta desequilibrada historia que, tras pasar por los festivales de San Sebastián y Sevilla ha sido designada por la Academia para que nos represente en la competición del Oscar al mejor film de habla no inglesa.