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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cada vez nos están llegando coproducciones más extrañas como esta que se realiza entre países tan distintos como Chequia, México y Eslovaquia, que lo hacen por primera vez, para contarnos unas historias que tienen como tema común el amor.
José tiene 60 años, hace 30 que sigue viviendo en México, tras emigrar un día de Praga, por desavenencias con el gobierno comunista, y no pensaba que algún volvería a ver su ciudad natal. Está casado con Dolores, una mujer mexicana muy religiosa, que está convencida que sólo un milagro puede romper la supuesta maldición que sufre su hija Penélope, quien no podrá quedarse embarazada, pero está segura de que el Niño Jesús de Praga obrará el milagro y con su familia viajará de México a la República Checa para regresar a su lugar de origen la auténtica estatuilla del milagroso Niño Jesús de Praga que ella posee.
José tiene un amigo en Praga, Ruda, con el que habla por skype y cuando se encuentran, le prepara una cita con Kveta, un antiguo amor de la universidad, a la que dejó plantada en su día al huir.
Sin embargo, este suceso desencadenará una serie de extraños incidentes, encuentros románticos y pequeños milagros que sólo pueden ocurrir en la mágica atmósfera navideña de la Ciudad Dorada.
Esta es la segunda película que realiza Lenka Kny, que debutó en el largometraje con 'Stinu neuteces' (2009) en la que nos cuenta esta especie de cuento navideño, sin mayores pretensiones que entretener, del que al parecer se hicieron dos versiones, una mexicana y otra checa para exhibir en Europa, en el que se van a dar una serie de coincidencias fortuitas en forma de milagro que hará que una hija perdida se reúna con su padre tras haber tenido una niña a la que ha abandonado o que Penélope, la hija de José, se enamore de Martin, un joven checo que tiene problemas económicos o que José se reencuentre con un antiguo amor.
Todo transcurre de una forma muy edulcorada como corresponde a unas fiestas tan entrañables como la Navidad en la que parece que cualquier milagro es posible, como que el pequeño niño Jesús lleve juguetes a los pequeños que se preguntan cómo eso es posible siendo tan bebé.
Una realización sencilla, sin complicaciones y sin pretensiones, con los bellos escenarios de Praga de fondo y con una discreta interpretación de todos en general, hacen posible esta comedia amable y simpática, un poco enredosa con algunos posibles líos familiares, pero agradable de ver, que más que estrenarse en verano debería hacerlo en las fiestas en las que se desarrolla su sencillo argumento que parece el momento más adecuado para ello, la Navidad.
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