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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras el éxito de la comedia 'Kingsman: Servicio secreto' (2014), Matthew Vaughn vuelve tres años después a combinar espionaje de la vieja escuela con toques de ciencia ficción y humor en esta segunda entrega que promete mucha emoción y más acción, en la que el protagonista se enfrenta a nuevos desafíos después de que su cuartel general fuese destruido.
Después del ocasionado suceso el joven agente Eggsy debe tomar el testigo en la organización y desplazarse a Estados Unidos para colaborar con la agencia secreta norteamericana de élite Statesman, que fue fundada al mismo tiempo y donde conocerá a los integrantes de la misma, para enfrentarse a Poppy Adams, una loca y excéntrica villana megalómana que regenta la organización criminal Círculo dorado, que es la reina del narcotráfico, que lo tiene todo, pero que no es para nada conocida, que ha puesto en circulación un virus mortal, y chantajea al Presidente de Estados Unidos para que firme un decreto en el que haga legal la droga y a cambio le dará la fórmula del antídoto o de lo contrario morirá una gran parte de la población mundial.
La película ofrece una combinación de acción y humor, tan entretenida y divertida como era la original, pero abusa un poco del metraje con algunas acciones que se prolongan de manera innecesaria que la hacen un poco larga, pero aún así no cansa.
Como decía Cecil B. De Mille un film debe comenzar con un terremoto y seguir subiendo y aquí eso se lleva a efecto ya que empieza con una escena de acción y una persecución en un taxi que dura diez minutos y continua, siendo una parodia de las producciones de James Bond, con una escena en un teleférico y muchas otras que recuerdan títulos anteriores pero más espectaculares aún si cabe.
Aquellos espectadores que vieran la primera entrega desde luego no saldrán decepcionados de ésta ya que ofrece más acción, efectos especiales y abundancia en escenas de humor y aunque se suele decir que nunca segundas partes fueron buenas, ésta no cabe duda que no desmerece de la anterior.
El cine británico demuestra una vez más que sabe hacer esta clase de producciones como las entregas de la serie Bond y ahora lo vuelve a intentar con esta nueva franquicia que a buen seguro de seguir teniendo éxito continuará con estos personajes en otras aventuras de los que ya se anuncia una tercera parte.
El realizador británico Matthew Vaughn vuelve a idear toda una auténtica trama de enredos, aventuras y situaciones divertidas con una gran traca de efectos digitales distribuidos a lo largo de toda la misma.
Debutó en la dirección con 'Layer Cake: Crimen organizado' (2004) y tras producir casi dos docenas de largometrajes y un par de series de televisión, realiza con éste su sexto título y a fe que hace bien esta clase de producciones.
Tiene un reparto espectacular, lleno de nombres conocidos, a tono con el look de esta franquicia. Entre ellos se incorporan en esta entrega Julianne Moore que hace de una malvada irónica y divertida y Elton John, incorporándose a sí mismo. El espectáculo está servido.
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